Larraitz-Larrunarri/Txindoki (⬆ Invernal por el Km Vertical-Tximista Bidea)-Zaldibia

Antes de describir el recorrido, quisiera hacer una aclaración en cuanto a la dificultad del mismo. Lo que he hecho hoy no tiene absolutamente nada que ver a como se haría estando completamente seco o poco húmedo. Incluso variaría bastante en función de cuanta nieve hay y en que condiciones climáticas se hace. En mi caso, no me encontré con nieve hasta que no superé la cota de los 850m, justo cuando empezaba el durísimo ascenso por el conocido como "Tximista Bidea".

La verdad es que me esperaba que hubiese nieve bastante mas abajo (en el día de ayer había previsión de nieve a partir de los 600m), aunque tampoco esperaba encontrarme con tanta a partir de los 1000m, ya que en muchos tramos la nieve me llegaba hasta las rodillas. En otros puntos había nieve dura y se podía andar relativamente bien. En otras zonas había hielo, especialmente en los tramos del sendero de la vía normal cerca del collado de Egurral, allí tenía poco espesor pero lo que había era hielo puro, era peligroso pisar por ahí.
Y si a eso le sumamos la presencia de una ventisca (viento + nieve + niebla + frio), era un coctel mortal que a mas de uno le ha echado para atrás. Yo me atreví, no veía problema en llegar a la cima, aunque si el bajar hasta el collado de Egurral, suerte que me encontré a un grupo con mayor experiencia que yo en estos lares, y pude descender en óptimas condiciones.

Resumiendo, he calificado la experiencia de hoy como DÍFICIL, aunque esto dependerá del nivel que tengáis en rutas invernales, en el material que llevéis (alguno llevaba crampones y piolets, aunque hoy no fue estrictamente necesario usarlos) y en las condiciones climáticas y de terreno que os encontréis. En seco, ésta misma ruta es MODERADO por la exigencia física y el desnivel, aunque técnicamente hablando es FÁCIL.

PD: Abajo veréis que el numero de etapa viene acompañado de una letra. Al haber hecho esta travesía 2 veces con inicio y final en los mismos lugares, pero variando la cantidad de cimas y el estado del terreno (con y sin nieve), he querido diferenciar una de la otra, aunque la principal es y será la A, realizada en seco, y que podréis ver en el siguiente enlace:

Larraitz-Txindoki-Zaldibia. Opción A

Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 59B:

Comienzo en el parking del barrio de Larraitz, perteneciente al municipio de Abaltzisketa. Hoy es un día grande, ya que tengo la opción de hacer cumbre a mi monte favorito, el Txindoki, pero con la novedad de estar nevado. No ha caído toda la nieve que esperaba, ya que el manto blanco se observa a media montaña, y no desde la base.

Lo primero, es caminar por un ancho y cómodo sendero de piedras, hasta llegar a un cruce de caminos, en el cual si girase a la izquierda, ascendería por el barranco de Muitze (descartado, ya que si es complejo en seco, estando mojado o nevado prefiero no intentarlo), si girase a la derecha iría hacia el monte Ausa Gaztelu, y si voy de frente, ascendería por la vía normal del Txindoki. Así pues, sigo de frente.

El sendero se estrecha y pasa a ser de tierra y placas de roca, habiendo algo de barro y siendo resbaladizo, pero no tiene ninguna dificultad. El camino realiza varios giros a modo de zig-zag, lo cual me permite ir a un ritmo cómodo y constante, y a la vez a ganar altura con cierta rapidez. Esto también me permite disfrutar de una magnífica panorámica del valle y los montes que rodea el barrio de Larraitz.

Al finalizar el zig-zag, llego a una arboleda, aunque antes de adentrarme en él, observo una vista de la arista cimera del Txindoki, cubierto de nieve.
Ahora, avanzo en semillano por sendero natural. Como era de esperar, el camino que atraviesa la arboleda estaba repleto de barro, lo cual me obligaba a ir muy despacio y con paso firme para no patinar.

Una vez salgo a cielo abierto, observo por el lado derecho el hermano menor del Txindoki, el monte Ausa Gaztelu. Justo en ese instante empezó a nevar, y con muchas ganas. Aquello fue la antesala se lo que vendría después, pero por ahora, tranquilidad y a seguir disfrutando del paseo.

Continuo cuesta arriba por un sendero de tierra y rocas, algo incómodo pero sin dificultades. En pocos minutos, llego a la fuente de Oria, donde aprovecho para llenar mi botella de agua muy fresca y buena.

A continuación, llego a un punto importante de esta ruta, un cruce de caminos en el cual si voy recto seguiría por la vía normal hasta llegar al collado de Egurral, o si giro a la izquierda ascendería por el conocido como Tximista Bidea o Camino Relámpago, que formaría parte del Km Vertical del Txindoki, y cuyo camino pasaría por encima del propio collado.

Hasta la fecha nunca había ascendido por aquí, me daba mucho respeto sus empinadísimas rampas de más del 40% de media, pero hoy he venido con ganas de comerme el mundo, de afrontar cualquier cosa o reto que se me ponga por delante, con o sin nieve, así que decidí girar a la izquierda y subir por la vía directa.

Aquí me encuentro a unos 850m de altitud, y todavía la nieve no hacía acto de presencia, de no ser porque la mencionada nevada que empezó a caer minutos atrás, ahora si, empezaba a cuajar. Tenía que aprovechar para subir a toda leche, ya que el sendero que asciende por la ladera es sumamente estrecho. La nieve lo podía tapar e iría en parte a ciegas.

Pero tras pasar una valla y superar la cota de los 1000m, la situación cambió radicalmente. La nieve apareció, y muy rápidamente pasó de no cubrir nada a llegar hasta los 20-30cm. Eso, sumado a que en la parte alta de la ladera soplaba una ventisca, y a que parte del firme estaba congelado, hacía que el avance fuese muy lento y complicado.

Tuve suerte de encontrarme a gente por delante, y puse seguir sus huellas. Pero más adelante, al conectar con el sendero de la vía normal que parte desde el collado de Egurral, la ventisca era tan intensa que no me dejaba ver absolutamente nada, y me vi obligado a parar un rato hasta que se desvaneciera o al menos parara en intensidad.

Al fin se disipó lo suficiente como para poder ver lo que tenía delante, y proseguir así con la marcha.
Solo me quedaba rodear el peñasco cimero por la derecha, superar una canal rocosa, hoy completamente cubierta por al menos 50cm de nieve, y finalmente, llegar a la cima del monte Txindoki, también llamado Larrunarri (1346m). La panorámica tendría que ser brutal, pero hoy no se podía ver absolutamente nada por la constante presencia de niebla. En lo alto estábamos unos pocos valientes, y aprovechamos para hacer la foto de rigor.

Acto seguido, iniciamos el descenso, y yo aproveché la oportunidad para seguir al grupo. La primera parte del descenso fue muy complejo, cada paso suponía un esfuerzo muy grande, más aún por la profundidad de la nieve y lo complicado de la orografía. Más aún lo fue en el cruce de caminos del Tximista Bidea con la normal, rumbo al collado de Egurral. Aquí el grosor era menor, pero la nieve estaba muy dura, casi helada, y era muy fácil patinar.

Al final, con algo de suerte, conseguir llegar de una pieza al collado. Por desgracia para mis intereses, la ventisca volvió, y tuve que tirar constantemente de GPS para continuar la marcha, rumbo a mi próximo objetivo, la base del monte Ausa Gaztelu.

Avanzo muy lentamente, asegurándome de ir por el lugar correcto. Luego, llego a un punto en el que giro a la izquierda, para no descender y volver a la fuente de la vía normal.
Sigo por lo que sería un estrecho sendero natural rodeado de hierba, hasta dar con otro cruce. Giro a la derecha, y más tarde, de nuevo a la derecha, siguiendo en todo momento las marcas PR amarilla y blanca. En este punto la ventisca desapareció, y ello me permitió disfrutar de una preciosa estampa con el Txindoki y Ausa Gaztelu nevados.

Luego, desciendo por un sendero de tierra y rocas, con algo de barro que hace que el camino esté bastante resbaladizo.
Supero una puerta de madera, y seguido, avanzo por una campa herbosa, hasta dar con el collado de Errekonta, en el cual justo en frente, tengo la enorme y empinada silueta de la cara Este del Ausa Gaztelu. Podría haberlo ascendido, pero después del gran palizón físico realizado en el Txindoki, y de haber ido "a ciegas" en medio de un ventisca, no tenía ganas de subir ningún monte mas. Este pico ya lo realizaré más adelante, cuando esté todo bien seco.

Ahora mi objetivo es llegar hasta mi destino, la localidad de Zaldibia. Para ello, prosigo la marcha yendo por la izquierda del collado, siguiendo un ancho sendero, que sería cómodo y llevadero en seco, pero que ahora, como todos los caminos, estaba en mal estado.

Poco a poco voy descendiendo, a la vez que disfruto de una bonita vista de los valles y montes próximos a las localidades de Zaldibia, Saturdi y Gainza.

Un poco más adelante, tengo la opción de atajar considerablemente el camino para llegar a un parque próximo al barrio de Oleta. En vista de que ambos caminos se ven en mal estado, y de que hoy voy en plan cabra y directo al grano, decido ir por el atajo.

No ha sido una brillante idea la verdad. Hay mucha hierba y algo de maleza por el camino, pero si algo había y mucho era tierra y barro, muchísimo. Menos mal que he hecho el track a mano, señalizando la vía correcta, porque yo fui por cualquier sitio menos por donde debía.

La bajada es muy empinada y resbaladiza, veía de cerca en el horizonte las primeras casas y la pista asfaltada, pero parecía que nunca llegaba al destino, se me hacía interminable. Por si fuera poco, a lo lejos veía que algo gris se aproximaba; lluvia, lo que me faltaba.

Aceleré todo lo que pude la marcha, y de nuevo la diosa fortuna me sonrió, porque cuando empezó a llover (y con intensidad), justo había llegado al parque (aquí se encuentra la tercera fuente de la ruta) y a la pista asfaltada.

De aquí en adelante lo que resta es un paseo dominguero, relax puro y duro, llueve, truene o nieve.
Solo me queda pasar por los barrios de Oleta y Egileor, y en última instancia mi destino, el pueblo de Zaldibia, donde pongo punto y final a esta magnífica ruta. Muy recomendable lo hagáis de la manera que hagáis, sea con nieve o sin ella.


El tiempo total dedicado a la ruta ha sido de 7h y 30min, habiendo ido a un ritmo muy lento y con numerosas paradas para sacar fotos y orientarme.