Larrunarri (Txindoki)-Invernal

Nos acercamos hasta Larraitz, Gipuzkoa, para realizar una de las rutas más conocidas y posiblemente más realizada por los mendizales Gipuzkoanos, el conocido y emblemático Larrunarri, o Txindoki de 1.342 metros, conocido también como el Cervino Vasco.

Este bello y espectacular monte de Euskal Herria, es la referencia del Parque Natural de la Sierra de Aralar, enclavada entre Gipuzkoa y Nafarroa.

Su nombre es Larrunarri o Larrunari, pero es mucho más conocido como Txindoki, nombre de una borda de pastores que se sitúa a los pies de la cumbre, al este, en terrenos de Amezketa.

La mole caliza se alza a 1000 m sobre la ermita de Nuestra Señora de los Remedios de Larraitz, que se encuentra a unos 400 m de altitud, quedando visibles la arista y el barranco, poblado de bosque autóctono, que caen desde la cumbre.

La ruta programada en un principio por G.A.T.B., para que hubiese sido circular, dando vuelta a la “pirámide”, por la cascada de Muitze y el barranco de Urtzabal, fue modificada in extremis, una vez vistas las condiciones en la que se encontraba la montaña, (gran cantidad de nieve) y el número considerable de personas que realizamos la ascensión, por lo que la bajada se realizó por el mismo lugar de la subida.

Lo que es la ruta en sí, es fácil de seguir, y no entraña ninguna dificultad. Desde que se sale del aparcamiento de Larraitz es seguir el sendero en el que atravesaremos algunos portillos.

El último tramo de ataque a la cumbre es un poco exigente debido al desnivel existente de un 35%, aproximadamente, pero pasito a pasito se va haciendo camino.

Al llegar a la borda de “Ziragarate”, hicimos un pequeño paréntesis para hidratarnos, comer algo y poner y ajustar los crampones. Ya que sin ellos habría sido complicado haber hecho cumbre y habría sido correr riesgos innecesarios.

Desde la cumbre el panorama era espectacular, con unas vistas esplendidas de la Sierra de Aralar tapizada en blanco.

La bajada la realizamos por la “Tximista Bidea” hasta el empalmar con el sendero que nos conduciría de nuevo a Larraitz.

Ruta espectacular y preciosa que habrá que volver a realizar para comparar los contrastar de los paisajes invernales y los estivales.