Las Arribes en Villarino de los Aires
near Villarino de los Aires, Castilla y León (España)
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Itinerary description
Nos encontramos al Noroeste de la provincia de Salamanca, dentro del parque natural de Las Arribes del Duero y, concretamente, en el municipio de Villarino de los Aires. Iniciamos nuestra ruta en la plaza mayor con destino al Mirador de la Faya, desde éste se puede contemplar el rio Duero en su tramo internacional que marca la frontera entre España y Portugal. El aprovechamiento hidroeléctrico de éste, está regulado por el tratado de 16 de agosto de 1927, en el que se señalaban las características de las principales instalaciones hidroeléctricas de cada país.
Las obras realizadas por Iberduero en el tramo destinado a España, se fueron poniendo en servicio a partir del año 1935, año en el que se puso en funcionamiento el Salto de Ricobayo (embalse regulador en el rio Esla), posteriormente los saltos de Villalcampo (1949) y Castro (1952), en el tramo nacional del Duero, más adelante, los saltos de Saucelle (1956) y Aldeadávila (1963) en el tramo internacional y, por último, el Salto de Villarino (1970) en el rio Tormes (embalse regulador de todo el sistema), hechos éstos que marcaron un antes y un después en el desarrollo de las del Arribes del Duero.
Seguimos el sendero local “Los Piconitos” con marcas blancas y verdes. A su inicio nos envuelve entre olivos, robles y encinas, en su recta final, entre los restos de lo que fueron cultivos de viñedos entre bancales (terrazas) que hasta los años 80 se encontraban en pleno esplendor, ahora ya abandonados y tomados por algún que otro enebro, nos conducen hasta la misma orilla del rio Duero.
Continuamos por esta orilla del Duero (margen izquierda del rio), remontando su cauce y observando como en su lado Portugués, el cultivo de éstos bancales continúa estando presente hoy en día, pero más dedicado al olivo. En el propio cauce y dependiendo del nivel de agua (nos encontramos en el tramo de Duero entre los embalses de Bemposta, Portugal y Aldeadávila, España, de forma que la cota máxima del embalse de Aldeadávila coincide con la cota mínima del embalse de Bemposta, con las variaciones de caudal que esto puede suponer), podremos observar los restos de una antigua pesquera que conducía el agua del rio hasta un molino ubicado en el lado portugués. Remontamos la orilla del rio hasta que, unos metros antes de llegar a la desembocadura del rio Tormes en el Rio Duero, nos desviamos para acercarnos a visitar las ruinas de la que fue la casa de los carabineros, antigua Guardia Civil de fronteras, encargados de vigilar el paraje.
Deshacemos nuestros pasos para llegar al pareje de “Ambasaguas” lugar de confluencia de los ríos Duero y Tormes y desde el que divisamos el dique del embalse portugués de la Bemposta. Desde este punto y aguas arriba el rio Tormes, hace frontera entre Salamanca y Zamora.
Remontando ahora el rio Tormes, a los pocos metros nos encontramos con los restos del molino y acequia de “Minchorico” que hasta los años 60 se encontraba en funcionamiento y donde los vecinos del pueblo acudían a moler el poco centeno que cultivaban. Continuamos por la orilla y, unos metros mas adelante, nos encontramos con los restos del molino y aceña de “Ricardico”, abandonado años antes que el de Minchorico, esta aceña, hasta el inicio de las obras de construcción de los embalses, la utilizaba Ricardico para, previo pago, cruzar en barca a quien lo desease hasta el lado Zamorano.
Abandonamos ya la orilla del rio Tormes, remontando una pista asfaltada en la que nos encontraremos dos fuentes que, dependiendo de la época, pueden tener o no tener agua, para regresar a Villarino. Justo al llegar al pueblo y en una fuente donde podemos repostar agua, nos dirigimos hacia el noreste por nueva pista de tierra hasta llegar a los restos del molino de Zarapayas, que se nutría de las aguas del arroyo del Corzo (en este se encuentran los restos de otros cuatro molinos) y donde dicen las leyendas, que en tiempos antiguos se reunían las brujas para celebras sus Aquelarres.
Continuamos por esta pista hasta divisar nuestro nuevo objetivo, el Teso de San Cristóbal. Un poco más adelante dejaremos la pista para iniciar por senda y mas tarde por sendero poco marcado (atentos al track) nuestra aproximación al Teso de San Cristóbal. En este antiguo castro poblado por los Vetones en la segunda edad del hierro (Siglos VII al V antes de Cristo), podemos encontrar tanto restos arqueológicos de dos tumbas antropomorfas, como unos recién creados sectores de vías de escalada deportiva, así como una fuente que, según la época, se puede encontrar sin agua. En lo más alto del antiguo castro, se encuentra la “Peña del Pendón” una mole granítica de unas 5 5 toneladas que una sola persona es capaz de mover. Las vistas desde este mirador, a lo largo del cauce del rio Tormes, no dejaran indiferente a nadie. Como curiosidad decir que en este paraje crece una flor llamada “Avispina” (Orquidea Ophrys Scolopax).
Dejamos el Teso (de nuevo por una pista asfaltada) para dirigirnos al pueblo, antes de llegar, la abandonamos y entramos por una de tierra (track), para dirigirnos al “Mirador del Cuernito”. dejamos esta pista para ascender a este mirador con unas vistas espectaculares sobre todo el recorrido que venimos realizando. Deshacemos nuestros pasos para regresar al camino y continuamos hasta llegar de nuevo al pueblo junto a la “Fuente de la Pocita”, esta fuente al igual que otras situadas en distintos puntos del pueblo, abastecían de agua a los habitantes hasta los años 60, año en el que el agua corriente fue llevada a los hogares.
Continuando por las calles del pueblo regresamos a la Plaza Mayor, punto de inicio de la ruta.
Las obras realizadas por Iberduero en el tramo destinado a España, se fueron poniendo en servicio a partir del año 1935, año en el que se puso en funcionamiento el Salto de Ricobayo (embalse regulador en el rio Esla), posteriormente los saltos de Villalcampo (1949) y Castro (1952), en el tramo nacional del Duero, más adelante, los saltos de Saucelle (1956) y Aldeadávila (1963) en el tramo internacional y, por último, el Salto de Villarino (1970) en el rio Tormes (embalse regulador de todo el sistema), hechos éstos que marcaron un antes y un después en el desarrollo de las del Arribes del Duero.
Seguimos el sendero local “Los Piconitos” con marcas blancas y verdes. A su inicio nos envuelve entre olivos, robles y encinas, en su recta final, entre los restos de lo que fueron cultivos de viñedos entre bancales (terrazas) que hasta los años 80 se encontraban en pleno esplendor, ahora ya abandonados y tomados por algún que otro enebro, nos conducen hasta la misma orilla del rio Duero.
Continuamos por esta orilla del Duero (margen izquierda del rio), remontando su cauce y observando como en su lado Portugués, el cultivo de éstos bancales continúa estando presente hoy en día, pero más dedicado al olivo. En el propio cauce y dependiendo del nivel de agua (nos encontramos en el tramo de Duero entre los embalses de Bemposta, Portugal y Aldeadávila, España, de forma que la cota máxima del embalse de Aldeadávila coincide con la cota mínima del embalse de Bemposta, con las variaciones de caudal que esto puede suponer), podremos observar los restos de una antigua pesquera que conducía el agua del rio hasta un molino ubicado en el lado portugués. Remontamos la orilla del rio hasta que, unos metros antes de llegar a la desembocadura del rio Tormes en el Rio Duero, nos desviamos para acercarnos a visitar las ruinas de la que fue la casa de los carabineros, antigua Guardia Civil de fronteras, encargados de vigilar el paraje.
Deshacemos nuestros pasos para llegar al pareje de “Ambasaguas” lugar de confluencia de los ríos Duero y Tormes y desde el que divisamos el dique del embalse portugués de la Bemposta. Desde este punto y aguas arriba el rio Tormes, hace frontera entre Salamanca y Zamora.
Remontando ahora el rio Tormes, a los pocos metros nos encontramos con los restos del molino y acequia de “Minchorico” que hasta los años 60 se encontraba en funcionamiento y donde los vecinos del pueblo acudían a moler el poco centeno que cultivaban. Continuamos por la orilla y, unos metros mas adelante, nos encontramos con los restos del molino y aceña de “Ricardico”, abandonado años antes que el de Minchorico, esta aceña, hasta el inicio de las obras de construcción de los embalses, la utilizaba Ricardico para, previo pago, cruzar en barca a quien lo desease hasta el lado Zamorano.
Abandonamos ya la orilla del rio Tormes, remontando una pista asfaltada en la que nos encontraremos dos fuentes que, dependiendo de la época, pueden tener o no tener agua, para regresar a Villarino. Justo al llegar al pueblo y en una fuente donde podemos repostar agua, nos dirigimos hacia el noreste por nueva pista de tierra hasta llegar a los restos del molino de Zarapayas, que se nutría de las aguas del arroyo del Corzo (en este se encuentran los restos de otros cuatro molinos) y donde dicen las leyendas, que en tiempos antiguos se reunían las brujas para celebras sus Aquelarres.
Continuamos por esta pista hasta divisar nuestro nuevo objetivo, el Teso de San Cristóbal. Un poco más adelante dejaremos la pista para iniciar por senda y mas tarde por sendero poco marcado (atentos al track) nuestra aproximación al Teso de San Cristóbal. En este antiguo castro poblado por los Vetones en la segunda edad del hierro (Siglos VII al V antes de Cristo), podemos encontrar tanto restos arqueológicos de dos tumbas antropomorfas, como unos recién creados sectores de vías de escalada deportiva, así como una fuente que, según la época, se puede encontrar sin agua. En lo más alto del antiguo castro, se encuentra la “Peña del Pendón” una mole granítica de unas 5 5 toneladas que una sola persona es capaz de mover. Las vistas desde este mirador, a lo largo del cauce del rio Tormes, no dejaran indiferente a nadie. Como curiosidad decir que en este paraje crece una flor llamada “Avispina” (Orquidea Ophrys Scolopax).
Dejamos el Teso (de nuevo por una pista asfaltada) para dirigirnos al pueblo, antes de llegar, la abandonamos y entramos por una de tierra (track), para dirigirnos al “Mirador del Cuernito”. dejamos esta pista para ascender a este mirador con unas vistas espectaculares sobre todo el recorrido que venimos realizando. Deshacemos nuestros pasos para regresar al camino y continuamos hasta llegar de nuevo al pueblo junto a la “Fuente de la Pocita”, esta fuente al igual que otras situadas en distintos puntos del pueblo, abastecían de agua a los habitantes hasta los años 60, año en el que el agua corriente fue llevada a los hogares.
Continuando por las calles del pueblo regresamos a la Plaza Mayor, punto de inicio de la ruta.
Waypoints
Intersection
1,762 ft
Intersección
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