Las Cabras, La Atalaya y Pico Calderón, cimas de Albacete

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Reseña de la ruta en Adventoorer: Las Cabras, La Atalaya y Pico Calderón, cimas de Albacete.

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La subida a los picos más altos de Albacete no es particularmente complicada. Ni es mucha distancia ni mucho desnivel. Así que, para alargarla un poco, voy a hacerla circular subiendo el Cagasero, que está al lado.

Me lío un poco para llegar a la Fuente de la Carrasca. Se va desde Cañada de la Cruz, ya en Murcia, por una carreterita, pero me voy por donde no es y tardo un rato en encontrar el camino.

Una vez bien enfilado, paso las cuatro casas que forman la aldea y dejo el coche a un lado de la carretera, al solitrón. Como hoy va a hacer un calor infernal, me temo que cuando vuelva lo voy a pasar mal para meterme otra vez dentro.

Decido ir primero hacia el Cagasero y bajar por el Pico Calderón. De este modo la subida es más suave y la bajada más empinada, y lo prefiero así. Además, luego veo que se baja por un camino que a menudo es una pedrera, así que me alegro de no hacer esa parte de subida.

Aunque no es muy tarde, ya empieza a hacer calor. La subida no es gran cosa, pero la parte alta cuesta por las temperaturas. A ratos hay camino y a ratos no, o no lo veo. Pero la cosa está clara: subir hasta un pequeño cordal desde el que se llega a la cima.

Muy recomendable llevar pantalones largos, porque por todas partes hay zarzas, cardos y demás cosas pinchosas.

Después de muchos sudores llego al Cagasero, donde corre algo de viento. Tiene un nombre acertado, porque se nota que aquí deben de subir todos los rebaños de la zona a soltar sus cosas…

Desde aquí se ve perfectamente todo alrededor, tierras bastante secas. También la parte de la ruta que queda. Poca cosa. Cruzar al otro lado del collado y hacer una cresta sin dificultad donde están los tres picos que voy buscando.

En un rato llego a las Cabras, que aunque es más bajo que la Atalaya, tiene un vértice geodésico, y enseguida hasta las otras dos cumbres, la Atalaya y el pico Calderón. Desde aquí empiezo la bajada, bastante más vertical que la subida.

Claro que antes me acerco a subir un bolondrón a los pies del Calderón para hacer un rato el cabra.

El camino de bajada está mejor marcado que el de subida. Por aquí sube más gente que por el otro lado, aunque como camino de subida no me gustaría mucho por el tema de las piedras sueltas, que son un latazo. Pero para bajar es otra cosa, y rápidamente llego al coche, que efectivamente está hirviendo.

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