Las Canales de Dulla y de la Mata al completo. Por La Muela de Dulla. GR-1; PRC-BU 33. Desde Quintanilla Valdebodres.

Circular por Las Canales de Dulla y de La Mata.

AVISO: Si tienes vértigo NO LA HAGAS.

Salimos desde Quintanilla Valdebodres.
Pasamos a la vera de la iglesia y por detrás de ella tomamos un trecho de camino de hormigón para seguir al poco por la Canal de la Mata, GR-1 y PRC-BU 33, para continuar remontando este barranco que zigzaguea hasta llegar a la carbonera que se expone dentro de un perímetro vallado y con panel explicativo de esta importante industria ancestral que tuvo mucha importancia en esta zona.

Continuamos por el barranco, sobre el lecho de piedras del arroyo y que suele estar seco por aquí.
Así hasta llegar al cruce que forman Las Canales de La Mata, hacia el norte, y de Dulla, al oeste.
Nosotros giramos hacia la de Dulla.

Seguimos el arroyo de Dulla jugando con las sendas para evitar mojarnos en los tramos donde lleva agua y no tropezar con tanta piedra y vegetación que lo escolta.

Poco a poco llegamos a Casa Arnáiz, a los pies de La Llosa, un impresionante castillo calcáreo que divide en forma de Y las dos grandes canales de este tesoro natural: Dulla a la derecha y Campo la Corza a la izquierda.

Nosotros seguimos hacia la derecha para recorrer por completo la gran canal o barranco de este exclusivo ecosistema, Dulla.

El arroyo de Dulla sigue siendo nuestra referencia.
Tenemos algún problema por culpa de las genistas y espinos, pero sólo son arañazos lo peor.

Poco más adelante llegamos a una zona donde el arroyo transcurre sobre un suelo lastroso.
Lo atravesamos con cuidado para evitar caídas e inmediatamente nos adentramos a la izquierda para deleitarnos con un auténtico tobogán calcáreo procedente del arroyo de la Coladera.
El agua procede de la canal de ValdeCastro.

Regresamos a la canal principal de tuya para seguir remontándola. Más adelante nos encaramamos ante un balcón natural desde donde podemos disfrutar de frente de La Muela de Dulla.
Impresionante.

Retrocedemos un pequeño tramo por donde habíamos subido y cambiamos de orilla en el arroyo para comenzar a subir por un sendero perfectamente marcado hacia La Muela.
Cuando hemos cambiado de orilla miramos hacia la riscas orientadas al sur y podemos descubrir una cavidad. Se trata de La Cueva del Oro.
Un referente en la zona donde se han encontrado restos humanos.

El desnivel en un principio es muy acusado, pero más adelante vamos ganando altura poco a poco, quedándonos impresionados ante las dimensiones de esta canal o barranco.

Nos encontramos totalmente rodeados por la Riscas en las que finalizan unas laderas con gran pendiente.

Durante el recorrido hemos ido descubriendo buenos ejemplares de libros de la mira o también llamados esquenos.

Por esta ladera izquierda tenemos tramos en los que torrentes transversales producen unas zonas que pueden resultar peligrosas por posibles deslizamientos.
Por eso se debe prestar mucha atención.

Así vamos avanzando poco a poco hasta llegar a la cabecera del barranco y subir hasta el Collado que forma la Muela de Dulla.

El paisaje a uno y otro lado que se descubre es inmenso y de gran valor.
Las vistas adyacentes hacia la Maza, hacia los montes de La Engaña y del Somo dejan a uno empequeñecido.