Las Casitas de Femés(Valle del Pozo - Valle del Higueral) 10042021

Recorrido en grupo por parte de Los Ajaches, la parte mas antigua de la isla, y que tenia como objetivo el buscar aliento para poder regresar en fechas venideras y recorrer esta parte que he frecuentado poco.
Cuando era “pibe”, allá por los años 70 (joder que viejo) venía por esta zona durante los veranos, montábamos la caseta en playa quemada y nos dedicábamos a patear por aquí; al menos dos años, que yo recuerde, lo hicimos. Después de eso regresé sólo una vez y hasta ahora.
Me volví a juntar con los chicos de Nacho Romero y desde Las Casitas empezamos la ruta.
Nos fuimos directos a la Degollada y por el sendero habilitado empezamos el descenso por el barranco del Fraile en el Valle del Cortijo. Por la zona del Espigón y bajo la sombra del Pico de la Oveja pasamos al Valle del Pozo, siempre siguiendo el sendero. Bajamos por el barranco al encuentro del Valle del Higueral.
Un rato de avituallamiento y dimos comienzo a la subida del barranco. Fue la parte más cansada, siempre en ascenso y acompañados del calor. Alcanzamos las inmediaciones del Pico de la Aceituna y la marcha se volvió más cautelosa porque además de la pendiente había que domeñar el vértigo. Arriba del todo se veía la granja de cabras y a algunas de ellas que nos miraban con un cierto desdén, ellas paseaban tranquilamente y nosotros interrumpíamos su solaz reposo con nuestro apurado ascenso.
Alcanzamos lo alto y reposamos el esfuerzo a la sombra de la granja. Con la mirada puesta en Femés me comí los plátanos, me bebí la porción de agua correspondiente y después de un rato levantamos el campamento y pusimos dirección a Las Casitas.
El regreso lo hicimos por El Filo de Los Cuchillos, primero pasamos por el Pico del Los Cuervos, de ahí al Pico de Las Flores, El Morro del Corcovado, El Morro del Pilón, La Peña del Guanche, El pico de la Oveja y por último Las Peñas de Cha Andrea. Desde aquí el descenso se volvió un poco más complicado porque es en pendiente y con muchas piedrecitas sueltas. Con paciencia, sin apuros, se llega de nuevo a la Degollada y el retorno a Las Casillas por el mismo sitio por donde salimos.