Las Dehesas de Cercedilla. Ducha de los Alemanes, reloj de Cela y miradores de los poetas.

Llegamos hasta la zona de las Dehesas de Cercedilla, dejando el vehículo en el parking que esta enfrente de Casa Cirilo, desde donde saldremos, para subir al Mirador de los poetas, cogiendo la pista de tierra, dirección Norte, que paralelos al arroyo de la Fuenfría, nos lleva hasta el Puente del Descalzo, de la época de Felipe V, y punto donde apenas lo crucemos, se abre en dos históricas sendas, a la derecha dirección Noreste, una calzada romana, y de frente dirección Norte que es la que cogeremos, la calzada Borbónica, comienza la parte más pronunciada en cuanto a desnivel se refiere.

La conservación de esta calzada es bastante optima, data de principios de 1.700, cuando Felipe V se construyó el palacio en la Granja de San Ildefonso, y para facilitar el viaje real entre Madrid y el palacio, se trazó este vial. Una vez culminado este primer tramo, alcanzamos la Pradera de los Corralitos, donde ademas de las bonitas explanadas, tenemos el monumento al descanso de los hermanos Ceballos.

Desde aquí cogemos la pequeña senda a izquierdas para asomarnos al mítico Refugio de Peñalara, inaugurado en 1921, y perteneciente a la Real sociedad española de alpinismo, club conocido en la época, por los “los doce amigos””, hoy en día en ruinas.. y sin pinta que lo vayan a reformar.

Volvemos a la pista principal denominada Carretera de la República, donde en la segunda curva, y bajo un puente pasa el arroyo de la Navazuela, que unos metros más arriba genera varios saltos de agua, uno de ellos el conocido por la Ducha de los Alemanes, con apenas 2 m y poco de altura y merece la pena su visita, cogiendo su nombre, debido a que por estos lares, a principio del siglo XX, la zona era muy frecuentada por grupos de montañeros alemanes, usando en época estival dicho salto como zona de baño.
Volvemos a la Carretera de la República, que no abandonaremos en los próximos 1.8 km, haremos una pequeña parada en el Descanso de González Bernáldez, continuamos hasta el ramal que nos subirá a la Pradera de Navarrulaque, pasamos por el monumento a los caminantes de la Sierra de Guadarrama, y hacemos un alto en el reloj de sol dedicado a Cela, que además de premio nobel de literatura, era un gran amante de esta sierra.

Desde aquí, continuamos por la Carretera de la Republica, hasta el Mirador de los Poetas, en primer lugar, el Mirador de Vicente Aleixander, uno de los más representativos poetas españoles de la generación del 27 y unos metros más abajo el Mirador de Luis Rosales, otro de los grandes poetas, este de la generación del 36. Ambos miradores hacia el Sur, hacia las llanuras del Noroeste de la ciudad de Madrid.

Regresamos a la pista de la república, y seguimos dirección Noreste, hasta el punto donde en la subida dejamos la pista, y ahora cogemos a izquierdas, para de forma bastante directa, siguiendo las marcas rojas en los árboles,con sus correspondientes zetas, bajar por la Ladera de las Berceas, hasta la cara norte del Embalse las Berceas, que no veremos, por la vegetación.

Paseamos el arroyo de la Fuenfría, ya que el puente que había de madera no existe actualmente, y de aquí en suave ascenso a la Carretera de las Dehesas, a la cual no saldremos, puesto que tenemos por la derecha una senda paralela a la carretera, nos pasa por las amplias praderas de las Dehesas de Cercedilla, hasta la casa Cirilo, donde damos por finalizada esta bonita circular a los Miradores de los Poetas, recorriendo las Dehesas de Cercedilla.