LAS ESGUINZAS DE MIERA. 02.11.15
near Carcabal, Cantabria (España)
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Itinerary description
Íbamos con intención de hacer los Picones de Sopeña y el hayedo de Zamina. Hacía mucho viento y amenazaba fuerte lluvia. Nos bajamos a la zona de los Pozos de Noja y subimos a las Esguinzas.
En principio subimos pos una pista hasta que nos metimos en prados y buscamos las cimas. Se marca un sendero, pero casi inapreciable.
Subimos primos a la cima de la izquierda para ir cresteando. Esta cima es un lapiaz y pisamos en donde podemos, tanto para subir como para bajar. Desde el collado tratamos de encontrar un camino lateral, para ir a otros picos que observábamos, pero no se veía claro. Nos volvimos, cogimos el camino que se iba notando y que, en algún punto estaba marcado con pintas de color verde fosforito y con flechas.
Poco a poco, siguiendo las flechas, subimos al pico en el que hay un vértice geodésico. En algún momento hay que trepar un poco, pero sin gran dificultad. Un grupo de montaña ha colocado una caseta de hierro, imitación de una cabaña pasiega, que se usa como buzón para dejar las tarjetas de llegada al pico.
Bajamos y seguimos con intención de ir trepanado a las siguientes cimas. El tiempo se volvió a poner lluviosos y, dado que estábamos pisando piedras calizas que se volvían resbaladizas, decidimos bajar de nuevo a coger el coche.
Un par de horas de mañana disfrutadas en el campo y con magnificas vistas de la ría de Cubas, del Buciero, de Suances, de… todo Cantabria.
Que lo disfrutes,
En principio subimos pos una pista hasta que nos metimos en prados y buscamos las cimas. Se marca un sendero, pero casi inapreciable.
Subimos primos a la cima de la izquierda para ir cresteando. Esta cima es un lapiaz y pisamos en donde podemos, tanto para subir como para bajar. Desde el collado tratamos de encontrar un camino lateral, para ir a otros picos que observábamos, pero no se veía claro. Nos volvimos, cogimos el camino que se iba notando y que, en algún punto estaba marcado con pintas de color verde fosforito y con flechas.
Poco a poco, siguiendo las flechas, subimos al pico en el que hay un vértice geodésico. En algún momento hay que trepar un poco, pero sin gran dificultad. Un grupo de montaña ha colocado una caseta de hierro, imitación de una cabaña pasiega, que se usa como buzón para dejar las tarjetas de llegada al pico.
Bajamos y seguimos con intención de ir trepanado a las siguientes cimas. El tiempo se volvió a poner lluviosos y, dado que estábamos pisando piedras calizas que se volvían resbaladizas, decidimos bajar de nuevo a coger el coche.
Un par de horas de mañana disfrutadas en el campo y con magnificas vistas de la ría de Cubas, del Buciero, de Suances, de… todo Cantabria.
Que lo disfrutes,
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