Las Navas de la Concepción-Ribera y molinos del Río Ciudadeja-Sendero del Túnel-Las Navas de la Concepción.

Si buscas una ruta en las inmediaciones de las Navas de la Concepción, en la que te adentres a través de un olivar de sierra a la vegetación típica del bosque mediterráneo con una frondosa ribera cargada de historia, esta es tu ruta.
Salimos del área de autocaravanas y tras un tramo de pista, nos adentramos en un olivar en fuerte ascenso. Hay que pasar una cancela que no tiene candado ni señal de prohibido el paso. Nosotros pasamos sin problema. El descenso te lleva directamente a los restos del molino del Niño Dano y antiguas huertas con algún naranjo que aún sin estar cuidado, tiene unas naranjas muy refrescantes. Desde ese punto no vamos a abandonar la ribera del Ciudadeja en varios kilómetros. En los que encontraremos varios molinos, alguno con una bella restauración. Finalmente , tras pasar por debajo de la calzada que conduce a las Navas, tomamos un nuevo tramo de pista ancha que nos deja justo a los pies del inicio del tramo ascendente con vegetación en túnel. (Si quieres alargar un poco la ruta, puedes acercarte desde este punto a la Ermita de Belén, hay sobre 1,5 kilómetros ida pero merece la pena). Como nosotros la habíamos visto el día anterior, optamos por continuar la ruta marcada. A pesar de la fuerte subida, la vegetación refresca en gran medida los sudores. El tramo final es de descenso y llaneo entre la dehesa, pudiendo observar grandes manadas de cerdos ibéricos riiiicos riiiiiiicos. La llegada al pueblo te adentra en un par de plazuelas con varios bares donde poder degustar una buena carne de monte. He de destacar que hemos estado dos días en las Navas de la Concepcion, y venimos súper encantados con sus vecinos. Muy amables y afectivos al saludar en todo momento. Destaca la limpieza de sus calles y ante cualquier duda siempre hemos recibido una colaboración amistosa. Gracias Las Navas de la Concepción. Agradecemos también el estupendo área de autocaravanas, sin lugar a dudas un acierto abrirnos las puertas, pues estaba llena de belgas, alemanes y franceses que igual de otra forma no habrían visitado esta hermosa y tranquila localidad. Por último, recomiendo al visitante una tienda que tiene unos embutidos espectaculares, Hermanos Gutiérrez Bermejo ponía, te dejan degustar sin compromiso todos los productos, seguro que no te vendrás de vacío.
!!!Volveremos!!!