Las Salinas de Alcalá de la Selva

En un privilegio del rey Jaime I del 6 de febrero de 1270 se concede la custodia de varias salinas entre ellas las de Alcalá de la Selva al Juez y Concejo de Teruel. Tenían que ponerles guarda y los hombres de las aldeas de Teruel estaban obligados a comprar a dichas salinas mil cahices (888 toneladas) de sal cada año entre San Juan y San Martín.
Se piensa que se situaban en las casas de la Salobreja junto a la Ermita de San Juan .
Aunque están en Monteagudo del Castillo dependían de los monjes de la Selva Mayor de Alcalá de la Selva, según un escrito de 1208. En este Pedro II de Aragon concedía los diezmos y primicias de su heredad de Salobreia a dichos monjes. Esta Salobreia se puede identificar como las casas de la Salobreja.
Se asocian al afloramiento de las arcillas del Keuper que se produce en esta zona.
Desde Monteagudo iremos a la Salinas y después recorreremos las Lomas del Recuero y Valdespino antes de volver al pueblo.
Salimos hacia la carretera para tomar el camino que tras pasar por la Fuente del Cubico baja al Barranco de la Tejeria.
En este tramo dejaremos a la derecha el Bosque del Pairón y visitaremos una pequeña cueva.
Cruzamos el barranco para subir a un collado. Aqui hay restos de sendas y un viejo camino mas ancho por el que acabamos la subida.
Del collado bajamos hacia el camino de Alcalá a Monteagudo pasando junto a unos chopos.
Estamos en una zona de inmensos prados a los pies del monte de San Cristobal y ya se ven las ruinas de las Casas de la Salobreja enfrente.
Dejamos la pista para seguir por los prados hacia las ruinas de las salinas.
Tras visitarlas así como la antigua ermita vamos por las herbosas terrazas hacia la Fuente de la Salobreja.
Cruzamos la pista y remontamos la ladera hasta la dorsal. La recorremos por un carril que por allí circula. Tenemos a la derecha Majada Redonda y las Lomas de Valdespino. A la izquierda quedan el Cerro de los Siete Lugares y la Muela de Gudar.
Tras varios cruces pasamos junto a un corral y subimos hacia Majada Redonda y su dolina.
Ahora seguimos el camino que recorre las Lomas de Valdespino en un recorrido de grandes perspectivas.
Antes de empezar a bajar hacia el Horcajo dejamos el camino para seguir a media ladera hasta bajar al Barranco del Monte poco antes que se encañone.
Al principio del cañón está encharcado bajo el herbazal, pero después está seco y así acaba en el Barranco de la Tejeria.
Cruzamos este barranco para tomar un camino que sale al que tomamos al principio. Lo recortamos junto a una pared de piedra, para llegar al vehículo y dar por concluida la ruta.