Las Tierras del Torío (Garrafe de Torío)

Punto de partida: Garrafe de Torío.
Espacio protegido:
Época recomendada: Todo el año.
Elementos de interés: Bosques de robles y pinos, laguna de Fontanos, vistas panorámicas e iglesias de las localidades.
Tipo de camino: Pista de tierra y carreteras locales; balizada por la asociación Cuatro Valles.
Servicios: Garrafe de Torío cuenta con unos cuantos bares y restaurantes.

Descripción del itinerario.

La ruta comienza junto a la iglesia parroquial de Garrafe de Torío, a la izquierda de la LE-311, donde encontraremos la información sobre la ruta (figuras 1 y 2). Después de atravesar un coqueto puente que salva la vía del tren hullero por la que actualmente pasa FEVE, se asciende al robledal cubierto por brezo, recorriendo así lo que es el valle de Valdecarros (figuras 3 y 4). El ascenso finaliza aproximadamente en el kilómetro cinco. La ruta señala la presencia de la laguna de Fontanos, algo que no vi por ninguna parte, imagino que estuviese seca. En inverno hubo más suerte (figura 8).

En la cota más alta del itinerario llegaremos al mirador de Fontanos del Torío, localidad que se encuentra muy cerca. Desde aquí tendremos unas vistas directas de las cimas más destacas de la montaña central mencionadas en las figuras 5, 6 y 7.

Una vez pasemos este punto hay que prestar atención al desvío, ya que hay que seguir el camino que gira a la derecha en descenso (figura 9), no lo hagáis por el que continúa en línea recta. Este desvío no está señalizado y yo me desorienté, realizando 1,5 kilómetros más por el camino erróneo.

Seguimos pues por las antiguas tierras de labor, antaño dedicadas al centeno, hasta llegar al cruce hacia la izquierda a pocos metros de Fontanos. Nos dirigimos hacia Matueca de Torío (figura 10). Entramos en un entorno presidido por plantaciones de pinos (figuras 11 y 12). Son aproximadamente cuatro kilómetros de bajada hasta llegar a la localidad de Matueca. Esta parte del recorrido pierde belleza, siendo un camino más amplio y pedregoso, con presencia de basura y con innumerables cortafuegos.

Llegamos a la localidad de Matueca, donde repongo fuerzas y me hidrato. Del kilómetro 11,5 al 12 aproxidamente, el camino discurre por la carretera LE-311. Es uno de los tramos más feos y algo peligroso. En este kilómetro debemos girar a la izquierda cruzando el río Torío por el puente (figuras 13 y 14). Encontramos a la otra orilla una nueva señal hacia la izquierda que bordea la finca "La Vega de Manzaneda". Hay que seguir por ahí (figura 15). Personalmente, tuve que ir a preguntar a los propietarios de la finca ya que el camino estaba comido por la maleza, de ahí el desvío de unos 500 metros (figura 16). Debemos pues bordear la finca pegados siempre a la valla que la podremos tomar como referencia. El resultado de andar por este terreno en pantalones cortos fue el de la figura 25.

Abandonamos esta horrorosa parte del recorrido con una nueva baliza que nos indica el acceso hacia el Santuario de Nuestra Señora de Manzaneda (figura 17). Tendremos que salvar por un pequeño puente un canal de riego en dirección hacia la izquierda para salir a la pista-carretera. En este tramo del recorrido es frecuente encontrarte con vacas bloqueando el camino. Además, el espacio para transitar es mínimo.

A partir del kilómetro 14, el trayecto ya no tiene pérdida hasta llegar a Garrafe de Torío. Pasamos por Europark, un sitio ideal para celebrar comuniones como fue mi caso, bodas o bautizos, actualmente abandonado. Qué pena (figuras 18, 19 y 20).

A pocos metros de este establecimiento, llegamos a un frondoso paraje donde se alza el bellísimo Santuario de Nuestra Señora de Manzaneda, lugar de reunión de toda la vega cada septiembre (figuras 21, 22, 23 y 24). Hay un pequeño picnic donde parar para descansar y refrigerarse.

Dejamos atrás el Santuario para continuar ya por la carretera LE-5607, cruzando primero Manzaneda de Torío (figura 26), donde sobresale un gran palomar (figura 27) para llegar a la localidad de Ruiforco. Este tramo es sin duda el más feo y aburrido ya que discurre por la carretera. A pesar de ello, el poco tráfico no lo hace peligroso (figura 28).

En Ruiforco llenamos de nuevo la cantimplora y tomamos el desvío hacia Garrafe pasando por el lado izquierdo de la iglesia parroquial (figuras 29 y 30).

Ya solo nos queda cruzar el río Torío por última vez, llegando a la iglesia, en esta ocasión de Garrafe, punto de origen de nuestro itinerario (figura 2).

Impresiones.

Quiero remarcar que hay que poner especial atención en los cruces que no se encuentran señalados, comentados anteriormente. Llevar pantalón largo para evitar "ortigarte" en el tramo de vereda. La ruta original son 16 kilómetros. A mi me salieron dos kilómetros de más debido al múltiple despiste causado por la mala señalización.