Las tres Coladas de Sant Joan les Fonts

La ruta de hoy nos ha servido para aprender mucho de este pueblo de la comarca de la Garrotxa, como es Sant Joan de les Fonts, de sus tierras, de sus aguas y de cómo sus habitantes se han ganado la vida, luchando contra adversidades como terremotos, riadas o guerras, curioso que hasta 1949 se llamo Begudá, iniciamos la andadura en el parking de la calle Frances Caula, para visitar la Iglesia Vella, monasterio Benedictino de estilo románico, construido con piedra de color rosado que vemos muy erosionada, consagrado por el obispo de Girona, Arnulf en el 958 y restaurado en el 1921 con una donación del industrial Rafel Torra Juvinya, poco dura esa reforma pues en la guerra civil fue quemado, este templo por anarquistas, perdiendo la condición de parroquia que llevo hasta esos años, salimos del pueblo entre naves de la fábrica de papel, fundada en 1854 por Salvador Torras, un imperio industrial, pasado el campo de futbol entramos tras cruzar un puente de madera en una zona de recreo con mesas de picnic y pista de deportes, por detrás de la depuradora y sobre carretera cruzamos el rio Fluvia, para encontrarnos delante de la Sebastaneta, un grandioso edificio vallado, fábrica textil ahora abandonada que llego a tener ya en el 1900 126 telares, un poco más arriba entramos en la casa de Mas Vila, maltrecha y olvidada, junto a ella la ermita de Sant Sebastián, pasadas las ruinas de Can Catau entramos en una zona de sombríos senderos, contraste de lo visto hasta el momento, en la cima del Puig Canadell está la Torre objetivo de nuestra salida, de planta cuadrada con aspilleras, el interior está desaparecido, se utilizaba esta fortificación como torre de vigilancia en la guerra de los Carlins, para el descenso hasta Sant Joan elegimos una carretera vecinal, que rápidamente nos deja, tras cruzar esta vez la riera de Bianya, en la colada del Buscarro, con unos 120.000 años de antigüedad sus lavas provienen del volcán la Garrinada de Olot, entramos a ella, por la pedrera del Anfiteatre, explotada por Joan Muntada que transportaba rocas de basalto por toda España, con sus carros reforzados y sus cuadras repartidas por la ruta a Olot, con caballos de refresco, subimos la colina de piedras volcánicas y en la cima, una explanada limpia, hay un muro y varias paredes del poblado ibero, la ultima excavación se realiza en el 2014, encontrándose multitud de restos de cerámica, por unas escaleras bajamos al Salt del Molí, un rincón paradisiaco, donde se fusionan en una misma imagen, tres elementos agua, roca y hombre, allí yacen las otras dos coladas de Sant Joan, la pared que forma el salto es una colada, la más antigua, datada hace 600.000 años y viene de los volcanes de Batet, la orilla donde pisamos un mosaico de figuras geométricas, es la colada basáltica con datación hace 150.000 años, el basalto es una roca ígnea, que se forma cuando el magma se enfría, de color gris, dando lugar a coladas de formas prismáticas y lenticulares, es una de las rocas más abundantes de la tierra, frente a nosotros esta el Molí de Fondo una construcción industrial hoy ruinosa, en 1723 ya era un molino de papel, que tuvo varios dueños, entre ellos la familia Bassols, tuvo fama por la elaboración de papel de fumar, se le conocía como Fabrica la Reformada, pasando en 1921 a formar parte de las fabricas de Torras Juvinya, nuestra ruta nos lleva a andar junto a la riera, para visitar alguna de las fuentes, ya que el agua fresca y cristalina se desliza entre las grietas del basalto, formando importantes caudales subterráneos que brotan como en la Font de Can Xervanda, entramos en una fase de la ruta donde es el agua la principal protagonista, cruzamos la riera de Bianya por una pasera de losas, peligroso cruce cuando la riera viene crecida, andamos bajo un bosque de ribera, húmedo y musgoso, agua, naturaleza y tranquilidad hasta la presa del Molí Nou, hoy es un espacio privado, muy hippie, con slogans de paz y amor, por una carretera vecinal, entramos de nuevo en el pueblo, pasando por delante de su parroquia, enorme construcción de piedra volcánica, rodeada de contrafuertes y ventanales tapados con ladrillos, fachada con dos torres hexagonales, una de ellas la inacabada tiene un reloj, la otra es el campanario, a la sombra de este emblemático edificio está el puente Medieval, también de roca volcánica, construido en el siglo XIII, los reyes de Aragón por el 1247 conceden a los vecinos el derecho de establecer una pontatge por cruzarlo, se libro de la guerra por estrecho y de la riada del 40 por su solidez, hemos andado juntos Rosa, Ampar, Belén, Laura, Quimrio y Julián.