LAS TRINCHERAS PERDIDAS DEL PN DE LA SIERRA DE HUÉTOR (GRANADA)

Dentro de mi proyecto de recorrer todas las trincheras y construcciones de la Guerra Civil tengo varias zonas "atascadas" porque no son aptar para ir en bici, así que aprovecho las jornadas de senderismo en que no me acompaña la familia para visitarlas.

El hecho de que estén orientadas hacia Granada y hechas con piedras (no hormigón) me hace pensar que son del bando republicano, pero esto lo confirmaré en el estudio previsto.

La ruta es en este caso incómoda, desagradable y requiere altas dosis de espíritu "sherpil" para no dar la vuelta y mandar el track a tomar por saco. Por contra, nos lleva a zonas desconocidas y apenas circuladas del parque natural: simas, cuevas, trincheras y construcciones colgadas de riscos o subidas en peñas imposibles. De hecho a una la he bautizado como "Machu Pichu", mirad qué foto:



Así que nadie espere las pistas o senderos señalizados que nos llevan a las trincheras más conocidas; cerro Maúllo, de la Yedra, llanos del Fraile, ...

Dejo el coche en los llanos de la Mina para enfilar la subida a la cañada del Sereno desde el Polvorite. Al poco me salgo y comienzo a seguir sutiles veredas por las que creo que sólo pasan animales salvajes.

El desnivel es considerable hasta el cerro del Muerto, donde se sitúa el primer conjunto de fortificaciones del día. Hay un grupo al norte y otro, pasado un collado con un bonito prado, al sur.



Ojo con la sima pequeña (o pozo) porque da miedo hasta asomarse y con otra más grande y evidente pero con sus buenos 4 ó 5 metros de caída.



Desde allí enfilo al sur hacia los tajos del Buitre. El mismo nombre da una idea de cómo es la orografía de la zona, precaución.

Un punto delicado es la subida, que es casi una trepa, cerca de una gran roca en forma de aguja. Una vez pasado este punto la progresión vuelve a ser más sencilla, sin ser un paseo. Si yo, con mochilón y el brazo derecho tocado he podido hacerlo sin problemas no creo que suponga mucha complicación para nadie. Eso sí, mejor acompañado, no como yo...



Este conjunto de construcciones es el más espectacular de la jornada. En uno de los agrupaciones que he hecho para distinguirlas ("este") encontramos la más espectacular de la jornada y puede que de todo el PN con permiso de las trincheras del Maúllo. Es la que he llamado "Machu Pichu". Impresionante.



Sigo la marcha hacia el este hacia la zona de la Majada del Arroyo y me encuentro con un tramo especialmente complicado por vegetación. En ningún caso sobrepasa la cintura, pero obliga a mirar muy bien donde se pisa.



Tras llegar al espolón en la que se encuentra la trinchera más alejada y meridional, giro hacia el este para subir a los 1.664m de la Majada del Arroyo. El tramo en que sigo la curva de nivel requiere pasar por algunos puntos algo complicados así que paciencia.

Desde allí me dejo caer al este para cruzar la "pista" que recorrí en bici para ir desde la zona de la fuente de la Mora a la casa forestal de los Peñoncillos.

Vuelta a subir y a bajar por otro tramo complicado hasta el conjunto de fortificaciones de la Mora, último de la jornada.

Esta trinchera es muy larga y serpentea a media ladera hacia el norte, dirección puerto de la Mora. En su extremo norte encontramos una pequeña cueva y algunas edificaciones desde la que se domina la autovía. Sin duda la finalidad de las mismas, junto a las que encontramos el otro lado de la carretera en Calar Blanco, era cerrar la circulación Almería-Granada.





De camino a las casas del Puerto me encuentro un par de construcciones más, siendo las últimas en visitar.

Desde las casas viene otro tramo de cheroki en el que olfateo la vereda que me duramente me sube al camino que lleva sin casi desnivel hasta la fuente de la Mora.

Para mi alegría la fuente lleva caudal así que me refresco, como algo y continuo la marcha en ascensión hacia el collado de los Pollos.



Desde el collado la pista me lleva en suave bajada al collado del Cigarrón, pero antes me paro a ver cómo está de caudal la fuente del Darro. Para mi sorpresa la zona está llena de cabras montesas (4 ó 5) así que saco la cámara y me acerco todo lo que puedo hasta que el "clic" de la réflex los espanta. Menudos bichos.



La fuente tiene algo de caudal, lo justo para refrescarse.

Sigo el cauce del Darro hacia cerro Garay no sin antes cruzarme con una culebrilla que se queda congelada al verme. Foto al canto y arreando que el cielo amenaza lluvia.

Tras 6 horas de marcha y un ritmo de jubilado por la dificultad del avance entre ramas, piedras y búsqueda de sendas y por las casi 300 fotos que he sacado, llego al coche con unas ganas locas de echarme una cerveza al buche y subir la ruta a wikiloc.

Ruta complicada, dura, peligrosa en algún punto pero recompensada con una satisfacción un poco infantil de ver unas ruinas perdidas de una guerra de hace 70 años.



¡Nos vemos en el campo!