Las Ventanas de Güimar

Para esta ruta es necesario disponer de dos coches, para dejar uno al final de la ruta.
La caminata comienza al final del camino de Anocheza (TF-28, en el kilómetro 30 aproximadamente), tras dejar atrás el mirador de Don Martín, sube una pista asfaltada a la derecha. Se trata de una carretera estrecha y empinada, sobretodo al final del trayecto, justo antes de llegar a la primera antena de telecomunicaciones, donde habrá que dejar el coche (el otro vehículo será conveniente haberlo dejado en lo más alto de la carretera de Las Coloradas, o en la Calle Vera del Barranco, pero esta última opción, que es la que tomé yo, prolonga la caminata unos 4 km por asfalto innecesariamente).
Una vez comienza la ruta por una pista de tierra, existe una señal que indica que la caminata discurre por un sendero a la derecha del camino, pasada una hilera de árboles.
Una vez ahí no tiene pérdida, pues discurre acompañado de una acequia para canalización del agua.
El primer elemento característico es un tractor volcado que recuerda lo peligroso de la orografía del terreno. A partir de ahí la caminata discurre alternativamente por el interior de galerías de canalización de agua y claros en los que se aprecian unas imponentes vistas del Güimar y de la costa.
En la última galería la ruta se bifurca, existiendo a la derecha una galería por la que pasa una gran tubería (que también tiene ventanas) y a la izquierda una galería oscura sin ventanas de unos 800 metros. Ésta fue la que tomamos nosotros. A su salida ha de continuarse por la acequia hasta que aparezca un camino a la derecha que pronto se transforma en una pista de tierra y al final en una carretera asfaltada (Las Coloradas), lugar donde debíamos haber dejado el coche. Como no lo hicimos, tuvimos que caminar unos 40 minutos más hasta la Calle Vera del Barranco, unos 5 kms más aproximadamente. De lo contrario la ruta habría sido de unos 8 kms.
Imprescindible:
Protección solar (sobretodo para el último tramo).
Linterna.
Agua.
También se puede llevar casco (para evitar con la cabeza magullada por los salientes del interior de las galerías).
En invierno, el agua puede hacer necesario chubasquero, mochila impermeable y ropa de recambio.
En verano (al menos cuando nosotros fuimos). La ruta permanece completamente seca, así que no hay problema.