Lavaderos de la Reina. Sierra Nevada.

Hoy os presentamos una ruta circular de dificultad moderada en Granada, la de Los Lavaderos de la Reina en Sierra Nevada, una maravilla de la naturaleza.

Los Lavaderos de la Reina es sin duda la ruta por antonomasia del deshielo en Sierra Nevada. Uno de los parajes más increíbles y espectaculares de todo el Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada.

La ascensión a los Lavaderos es un sorprendente encuentro con la espléndida naturaleza geológica y fluvial de las montañas nevadenses.

Recorre una distancia de 17´3km que comienza y finaliza a una altura de 2.125 metros, en cuyo recorrido se alcanzan los 2.728 metros de altitud, cubriendo un desnivel de unos 700 metros, con una duración aproximada de 6 horas. Durante todo el camino nos encontraremos en un mirador natural de las altas cumbres de Sierra Nevada y de los Peñones de San Francisco hasta el Cerro de Mojón Alto, por lo que las vistas serán espectaculares.

La reina Fabiola de Bélgica solía visitar este lugar de Sierra Nevada en compañía del rey Balduino, y un día dijo: “Si una reina viniese a lavar aquí, ganaría en nobleza”. De ahí lo de "Lavaderos de la Reina".

Durante esta ruta se puede apreciar el fenómeno geológico producido por el deshielo, ya que se localiza en un Circo Glaciar, al pie del Picón de Jerez, el Puntal de los Cuartos y los Tajos Negros de Covatillas, un fantástico repertorio de tresmiles en el sector oriental de Sierra Nevada que en el momento del deshielo provoca torrentes de agua y túneles de nieve.

El inicio y el final de la ruta se encuentran en el Fin de la Pista (cortada por una cadena) que va desde Guéjar Sierra al Corralejo, donde dejaremos el coche en uno de los aparcamientos habilitados para ello. Para realizar este tramo en coche pueden seguir el track:

https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=17841656

Iniciamos nuestro camino por un pequeño sendero que parte junto a un rebosadero de la Acequia del Tío Papeles que se encuentra entubada en esta parte. Este sendero va, en algún tramo, junto a la antigua acequia de Papeles; hoy abandonada.

Ascendiendo poco a poco por la cuerda geográfica de la Loma de las Cunas de los Cuartos, y tras pasar el Llano de Rompebarrigas llegaremos al vértice geodésico del Pico Papeles (2424m).

En el Pico Papeles disfrutaremos de unas panorámicas espectaculares de la cabecera del Río Vadillo y las caras norte del Puntal de los Cuartos (3152m), Atalaya (3139m) y Pico del Cuervo (3145m).

Continuaremos descendiendo muy suavemente esta cumbre por los Llanos del Lastonar, conectando con el carril que recorre la Loma de Peña Partida, para llegar al Refugio de Peña Partida (2480m). Este, está protegido del viento del norte por una cresta rocosa, Peña Partida que le da nombre al paraje. En este punto vimos un grupo de Cabras montesas.

Continuamos por el sendero que hay detrás del refugio y que sigue con este continuo ascenso por la ladera hacia la Loma de Maitena. Al final de este cansino ascenso por la Loma de Maitena llegaremos a un punto magnifico donde podremos obtener unas impresionantes panorámicas, desde la altura y por primera vez, del espectacular paraje del Circo Glaciar y los Lavaderos de La Reina. Desde ahí podremos observar numerosos manantiales y riachuelos (Borreguiles), el Cerrillo del Trigo, los Tajos Negros de Covatillas, el Puntal de Juntillas y el Picón de Jérez.

Comenzaremos un descenso a media ladera, sin perder demasiada altura, por el sendero más alto que vemos. En esta zona vemos gran profusión de Estrella Nevatensis; planta endémica de esta sierra. Dependiendo de la época en la que realicemos esta ruta, en este punto nos encontraremos con un nevero que impedirá nuestro paso, por lo que es conveniente descender y buscar un camino por el que se nos permita pasar a los Lavaderos de la Reina. Nosotros no tenemos ningún problema ya que encontramos muy poca nieve.

Ascenderemos dejando el Cerrillo del Trigo (2678 m.) a la izquierda y los tenebrosos Tajos Negros a la derecha; y a pocos metros encontraremos numerosos nacimientos de agua creando muchos arroyuelos bordeados por unos pastizales húmedos que están cubiertos de nieve una gran parte del año y representan uno de los ecosistemas más frágiles y exclusivos del macizo montañoso, conocidos como "borreguiles", praderas de un verdor muy especial, con multitud de pequeñas florecillas. Potentillas, ranúnculos, estrellas de las nieves, pingüícolas, gentianas, verónicas y otras especies que habitan cotas superiores a 2.000 metros de altitud viven en Sierra Nevada su particular y cortísima primavera.

Albergan una gran biodiversidad vegetal y es el hábitat de gran parte de los endemismos nevadenses. Sus características físicas y biológicas los convierten en un libro abierto en el que se conserva la historia de las especies que han vivido en él. Además constituyen un espacio de especial atención para visitantes y amantes de la naturaleza.

El verde aún luce en los borreguiles, y a pesar de que en agosto empiezan a amarillear, son un hervidero de vida, un hábitat en el que decenas de especies de flora y fauna aprovechan, para crecer y reproducirse, el poco tiempo que la dinámica nival les ofrece como tregua.

Estamos en las fuentes del Río Maitena que brotan de las negras paredes de esquistos y pizarras de la montaña. Aprovechamos este inigualable marco para hacer una paradilla y comer unos bocatas. A los pocos minutos ya nos rondaban algunos pajarillos esperando nuestra partida para hacer acopio de las migajas de hacer los bocatas. Creemos que acostumbran a hacerlo ya que los fines de semana hay bastante afluencia de visitante. Un festín en estas alturas.

Descendemos el curso natural del Arroyo Covatillas observando sus bellas cascadas. Nos desviamos a la derecha para ver la Laguna Chica; pero volvemos nuevamente al curso del arroyo. A cada tramo descendido, nueva cascada más impresionante que la anterior. Este tramo es especialmente técnico y hay que tener mucha precaución ya que se descienden muchos metros en muy poco trayecto por un terreno muy abrupto. Pero ese poder atrayente e hipnótico que tienen las aguas en movimiento hace que nos quedemos siempre junto a la orilla del arroyo.

Después del último salto de agua, uno de los más llamativos, llegamos a los borreguiles de la Hoya de la Alberca y a la Charca de Covatillas, idílico y paradisiaco paraje con unas praderas de gran extensión con un rebaño de vacas pastando.

Desde este punto tomamos el sendero que sigue el cauce de la acequia Papeles. Nos es imposible dejar de hacer paradas para fotografiar ese gran microcosmos que componen las numerosas plantas e insectos que vamos descubriendo a cada paso.

Nos desviaremos de la acequia cuando esta pasa a ser entubada; por un marcado sendero que asciende bruscamente por el Tajo de las Montesas. Tras coronar el tajo volveremos a tomar el sendero de la derecha en la siguiente bifurcación.

Seguiremos por la Meseta de las Borregas en un suave pero continuo ascenso, hasta llegar al enlace con la ruta que traíamos en la ida. Desde aquí volveremos sobre nuestros pasos pero buscando las vistas de la ladera derecha.