lcnitas 4D, tras los pasos de los Dinosaurios

En los confines del término municipal de Alcalá de la Selva, allá donde parece que el cañón del río Alcalá pierde gran parte de sus encantos, hace unos años investigadores de la Fundación Dinopolis descubrieron estas curiosas huellas.
En ellas se plasma la dinámica de la pisada de los dinosaurios productores. Este rasgo se registra principalmente en huellas profundas (algunas de más de 60 cm), originadas en un barro de suficiente consistencia como para evitar el colapso de las paredes tras el movimiento de los apéndices. Luego el hueco fue rellenado por las arenas que produjeron el contramolde. Así se conservan impresiones de la piel del dinosaurio y las estrías y acanaladuras generadas por el movimiento en el suelo fangoso.
A estas peculiares pisadas se las ha denominado huellas cuatridimensionales. Se caracterizan por revelar la trayectoria del pie del dinosaurio dentro del sedimento y por conservar el registro de la cuarta dimensión, el tiempo requerido en su formación. El yacimiento en el que se aprecian mejor estos aspectos está junto al río Alcalá, cerca del Molino del Castellar de Abajo en Alcalá de la Selva.
Aunque hay una forma corta y sencilla de alcanzarlas, hacemos una ruta más larga para satisfacer otras curiosidades sobre esta zona. Visitar los dos molinos y ver por donde bajaban y dónde conseguían el agua los moradores del Masico del Castillico.
Iniciamos esta corta ruta en la entrada del Molino del Castellar de Abajo. Nos acercamos a la edificación para subir a la balsa en su parte trasera. A partir de aquí seguimos el trazado de la acequia que alimentaba al molino, cuyo azud se encuentra al lado del Molino de Arriba.
Aunque está limpia y operativa hoy no llevaba agua.
Al llegar a un pequeño acueducto abandonamos la acequia para seguir una vieja trocha que acaba en el camino de acceso al siguiente molino.
Cruzamos el río por el puente y pasamos junto al azud antes de llegar al molino.
Rodeamos el edificio sorteando unos cuantos alambres para subir hasta la balsa. Ahora seguiremos la pequeña senda que va por encima de la canalización que baja desde la Fuente del Berro o del Puerco. Tras pasar por unas ruinas se introduce en el barranco.
Tras la fuente aparece la senda tradicional con algunas potentes paredes de piedra. Sube entre dos barrancos, que en esta zona tienen varios saltos.
Al llegar a la zona de terrazas la abandonamos para seguir por la izquierda hasta el mirador del Castillico. Recorremos los antiguos campos ahora recuperados por la vegetación. La senda posiblemente siga paralela al barranco hasta el camino de la Tormeda.
Nos deleitamos con las vistas que nos ofrece el mirador y sequimos las señales del PR hasta el camino de la Tormeda por el que recorreremos el Monte de la Baraja.
Poco antes de llegar al monte del Castillo dejamos el camino para bajar por una senda que va por el barranco que hay entre el Carrascalejo y el Castillo. Está bastante perdida y discurre por el fondo hasta un salto donde va a la derecha abandonando el barranco. Sigue en diagonal sorteando la vegetación y llega a una zona con juncos donde parece que la hemos perdido. Hemos seguido sin traza ya hasta el camino a la altura de unas ruinas. Son las de la Casa de las Hoyas.
Este camino es por el que iniciamos la ruta. Lo seguimos hacia el río.
Al llegar al llano lo dejamos para seguir por los bancales abandonados hasta el talud donde están tan peculiares huellas. Hay que ir más allá del azud para encontrarlas.
Seguimos el río hasta una gran piedra por donde saltar al otro lado. Volvemos al camino remontando el cauce ya cerca del final.
Esta ruta es una modificación de una de nuestro amigo cap. haddock. La senda de bajada aparecía en una ruta de Casiaventurilla, muchas gracias a ambos.
La información sobre las icnitas está tomada de la comunicación de Dinopolis, cuando se presentó el hallazgo.
Aunque estemos más cerca de Cabra de Mora toda la ruta discurre por dentro de Alcalá de la Selva.