Legazpi - Gorostiaga (951m) - Gentiletxe (913m) - Oregi (924m) - Arranoaitz (875m) - Arrola(904m) - Landarraitz(829m) - Antzuola

Legazpi - Gorostiaga (951m) - Gentiletxe (913m) - Oregi (924m) - Arranoaitz (875m) - Arrola(904m) - Landarraitz(829m) - Antzuola

Ruta por la sierra de Satui recorriendo su cordal y rematando en la cima del Landarraitz para desembocar en Antzuola. Inicio la ruta en Legazpi. Sol, cielos azules y temperatura ideal para caminar de unos 23º. La ruta es de 20 km.y con un desnivel positivo acumulado de +826 positivos. Es una ruta fácil de realizar. Al final de la misma he visitado la cumbre de 6 montes, tres centenarios (Gorostiaga, Arrola y Landarraiz) y tres que no lo son (Gentiletxe, Oregi y Arranoaitz -no confundir éste Arranoaitz con el otro, el Arranoaitz que sí es centenario y está por Zegama-).
Después de recorrer un poco Legazpia comienzo el ascenso camino del Gorostiaga. La ascensión no tiene mayor complicación y transcurre mayoritariamente por camino despejado aunque he sido un poco autodidacta y he improvisado lo que me ha llevado a transitar tramos de camino que se ve que hace tiempo no es habitual que se transiten -helechos y maleza abundante- pero bueno, una vez reintegrado al camino bueno es cuestión de tirar para arriba y guiarse por la referencia visual de la antena de radio-TV que también sirve para esto aunque estéticamente quede fea. Tras 6 km.de marcha y salvar unos 550m.de desnivel se llega a la cumbre del Gorostiaga donde espera una gran cruz , el buzón, vértice geodésico con peldaño para subir a él y un refugio en el que se puede hacer fuego y todo. Sin embargo de vistas cero patatero ya que está en zona arbolada, cosa que va a suceder a lo largo de gran porcentaje de la ruta.
Una vez en el Gorostiaga ahora ya solo se trata de transitar por el cordal de ésta sierra de Satui con pequeños sube y bajas pero sin gran diferencia de altitud de una cumbre a otra. Desde Gorostiaga se coge el camino que va por el lateral izquierdo del refugio. Se avanza rápido por zona arbolada sin vistas hasta llegar 1,2 km.después a Gentiletxe. La única zona con vistas parciales está justo a 20 metros de llegar a su buzón y dan a Oñate y la sierra de Aizkorri. Siguiendo el cordal a tan solo 800 m.de Gentiletxe se llega a Oregi y 1 km.después ya estoy en Arranoaitz punto en el que ya sí se pueden disfrutar de unas estupendas vistas que un día despejado como hoy son el premio a la ruta; destacan las vistas a Udalatx y Amboto pòr un lado y al macizo de Aizkorri por el otro.
Tras las fotos arreo para el Arrola que está a tan solo 500 m.subiendo por zona arbolada pero no tupida llegando a cima en la cuál ya desaparecen los árboles. Buzón con forma de hacha, geodésico, munarri y flecha indicadora a la fuente Irikorta que está a 60 m. y viene estupendamente para rellenar las botellas.
Desde el Arrola vuelvo a Arranoaitz y el siguiente y último objetivo de la ruta es el Landarraitz del cuál me separan 3 km. y para comenzar hay que hacer una bajada pronunciadísima en dos tramos que llevan a una cabaña en la cuál una cuadrilla está pasando el día. Sigo adelante aún en bajada pero menos intensa hasta que ya toca comenzar a subir de nuevo en busca del Landarraitz. Lo hago por pista de cemento hasta el último repecho que ya da acceso a la cima. Buzón y geodésico. Vistas buenísimas pero solo de frente ya que a la espalda todo son pinos. La zona con vistas permite observar perfectamente todo el cordal andado en la ruta y más allá el macizo de Aizkorri.
Ya solo queda rematar bajando a Antzuola por camino carretil que después, a medida que se baja, se transforma en pista de cemento. Tan sólo hay que seguirla hasta desembocar en Antzuola. Como anécdota señalar que mientras bajaba la pista me encuentro en medio de la pista de cemento una culebra bastante larga. La verdad es que mi sexto sentido me decía que iba a encontrarme con una antes o después y es cierto que suelo ir muchas veces con el radar activado en previsión de posibles encuentros indeseados con estos ofídios. Creo que ya he cumplido el cupo (a lo largo de mi vida por desgracia me he topado con 7, cuatro víboras y 3 culebras) así que espero no volver a toparme con ninguna otra. Estos bichos hacen que se me ponga el pelo de punta, no las aguanto. A ésta de hoy, aunque no quede nada ecologista decirlo, cuando ella abandonaba la pista y se metía a la zona de hierba le he metido un bastonazo con ganas. Quiero aprovechar la ocasión para proclamar mi más absoluta adhesión y apoyo a todas las águilas culebreras del mundo. Gracias por vuestra labor.
Finalmente llego al pequeño pero coqueto pueblo de Antzuola donde doy fín a la ruta.