LEIGUARDA (410) (Belmonte)-PICO COURÍO (1.019) (Circuito-Sierra del Courío)

LEIGUARDA (410) (Belmonte)-PICO COURÍO (1.019) (Circuito-Sierra del Courío)

DATOS TÉCNICOS:

RECORRIDO: 11,12 k.
ALTURA MÁXIMA: 1.019 m.
ALTURA MÍNIMA: 320 m.
ASCENSO TOTAL: 709 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 3,45 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Febrero de 2007.

LEIGUARDA (410) es una parroquia belmontina, situada en las estribaciones sur-orientales de la SIERRA DEL COURÍO, a la cual se asciende por estrecha carretera, entre denso arbolado, vía que parte de la AS-227 -San Martín de Lodón (90)-Puerto de Somiedo (1.486)-, kilómetro 3, pasando previamente por MENES (280), aldea del mismo concejo con referencias históricas que datan del siglo XII. Aparcamos junto a la iglesia del siglo XV, bajo la advocación de San Martín, con elementos de la fábrica original de esa centuria, ubicada en un altozano estratégico en la zona baja de la población. En sus inmediaciones se conservan un castro y restos de actividad de minería aurífera en época romana.

Tiene casas solariegas con escudo heráldico y hórreos de cuidada arquitectura, destacando el palacio de la condesa de Mora, solar originario de la familia de los Leiguarda. En el pasado, fue cabeza del Concejo de Miranda de Abajo, ya que el actual municipio estaba dividido en dos zonas. “En torno a los orígenes del topónimo existe una leyenda, según la cual un mayorazgo del linaje del palacio del lugar casó con una mora, previa condición de que ésta renunciase a su religión, prometiendo guardar la ley cristiana, de ahí Leiguarda” (URÍA MAQUA, J., “Alonso de Bello (1552-1632). Un indiano perulero de los Siglos XVI y XVII)”.

A su vez, el P. COURÍO (1.019), también conocido como PEÑA AGUDA, es la cota más alta de la sierra homónima, prolongación al norte de la SIERRA DE BEGEGA, cordales separados por el ALTO DE BRUEVA (765). La cumbre se erige en el corazón de la sierra, terreno cuarcítico, entre los concejos de Salas y Belmonte de Miranda, con el río Narcea y la AS-15 discurriendo por el norte, donde confluye su afluente el Pigüeña, que marca los confines del cordal por levante.

Nos introducimos en el núcleo de las primeras edificaciones y, rumbo al poniente, tomamos una senda entre castaños que, al cabo de 500 metros, nos lleva hasta BRAÑA CAMPOS (550), campera con alguna cabaña y ganado pastando, encrucijada de caminos. Hacia el mediodía se abre una amplia panorámica con la aldea de PANDO (470) por encima del valle, más PEÑA MANTECA (1.521) y SIERRA DE BEGEGA (1.112) al fondo. Virando al noroeste, seguimos un sendero que remonta transversalmente la falda meridional de la sierra hasta alcanzar la CAMPERA DE CAMPONARIELLO (760), más praderías y cabañas, en el entorno del ALTO DE BRUEVA (765).

A escasos metros del mismo, tomamos la senda, que remonta hacia el noreste los 250 metros de desnivel que nos restan hasta la cumbre, ya a la vista y fácilmente asequible. La pista, transitable para vehículos todo terreno, discurre tendidamente por la vertiente sur de la sierra, serpenteando entre matorral y zonas de hierba. La cima, amplia explanada de líneas suaves que se prolonga al noreste por PEÑAGRANDE (958), está marcada con antena de telecomunicaciones, caseta y vértice geodésico.

Atalaya privilegiada con extensas y bellísimas perspectivas en todas las direcciones. Al este, el valle del Pigüeña, tras el cual emergen los tramos más septentrionales del CAMÍN REAL DE LA MESA. En el horizonte lejano, la SIERRA DEL ARAMO (1.791) y el MACIZO DE LAS UBIÑAS (2.417). Al sur, la SIERRA DE BEGEGA (1.112), jalonada de torres eólicas, y PEÑA MANTECA (1.521), en segundos planos. En la lejanía, la CORDILLERA CANTÁBRICA, a la altura del P. N. de Somiedo. Al oeste, la vasta extensión del municipio tinetense con la sierra homónima de fondo. Por el norte discurre la VEGA DEL NARCEA, que recibe asimismo las aguas de su afluente el Pigüeña.

Iniciamos el regreso por el mismo itinerario hasta la CAMPERA DE CAMPONARIELLO (760) para recalar en el ALTO DE BRUEVA (765), que comunica el VALLE DEL PIGÜEÑA, al este, con el cauce del VALLE DEL NARCEA al poniente. En los aledaños, restos de explotaciones mineras, cuyas características reflejan paneles ubicados en la zona: “En el flanco norte las aguas eran encauzadas a través de una serie de canales hasta este depósito -piscina o stagna- situado sobre la explotación minera. Aún es perceptible la forma del depósito y las salidas por las que se dirigía el agua hacia el frente de la explotación”.

Rumbo sur tomaremos la estrecha carretera, que baja entre fincas y terreno de monte bajo dirección SELVIELLA (150). Tras un prolongado descenso con alguna curva cerrada, pasamos junto a los caseríos de PANDO (470), aldea con edificaciones escoltadas por algún tejo centenario, situada en la falda este de la SIERRA DE BEGEGA (1.112), donde se aprecian significativos desmontes, restos de la actividad minera aurífera de época romana. En torno a ese cordal de unos 8 kilómetros de extensión se distribuyen algunos de los conjuntos de minería antigua más interesantes entre los catalogados en el Principado. Una densa red hidráulica recogía y canalizaba el agua de escorrentía que desde las cotas más elevadas se utilizaba para abrir y socavar los yacimientos minerales.

Poco después, tras un giro de 180º, desembocamos en BELLO (300), otrora renombrada población del concejo, con destacada influencia político-social en el medioevo, al contar con casas solariegas blasonadas como la de los BELLO-ARANGO. Personaje vinculado a esta casa fue Alonso de Bello, que regresó de América en 1.605 tras haber amasado una cuantiosa fortuna y al que hemos hecho referencia citando la publicación del profesor Uría Maqua. Abandonamos la carretera, atravesamos el pueblo, para tomar un sendero que, dirección noreste, nos devuelve, en ligero ascenso, al punto de partida al cabo de poco más de un kilómetro.

Ruta fácil, no muy larga, sin ninguna dificultad técnica, cuyo desnivel, afrontado paulatinamente, no supone un gran esfuerzo físico. No se trata de una cumbre vistosa ni de gran cota, especialmente por su vertiente sur, ruta de acceso, aunque su cara norte, vista desde la Vega del Narcea, presenta una esbelta silueta de estructura cónica. Pero, una vez más, su estratégica posición permite abarcar un amplísimo y sugestivo escenario de valles, sierras, cordillera, macizos y cumbres de gran relevancia geológica y paisajística. ¡Balconada única para admirar la belleza del concejo belmontino!