Lemoatxa 1937 (Lemoa)
near Zubieta, País Vasco (España)
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Trail photos
Itinerary description
Punto de partida: Lemoa.
Espacio protegido:
Época recomendada: Todo el año.
Elementos de interés: Los tres sectores del sistema de trincheras, peña Lemoa y la ermita de san Antolín.
Tipo de camino: El recorrido está perfectamente balizado correspondiéndose con el PR-BI 56.
Servicios: Lemoa cuenta con unos cuantos bares y restaurantes.
Descripción del itinerario.
Este sendero nos acercará hasta las trincheras del monte Lemoatxa, que comenzaron a recuperarse en 2012 gracias a la colaboración entre el ayuntamiento de Lemoa y la sociedad de ciencias Aranzadi. Por su ubicación y características geográficas, el Lemoatxa se convirtió en una zona estratégica en la defensa de Bizkaia durante la guerra civil. En él se libraron cruentos combates a comienzos de junio de 1937, en los que murieron centenares de combatientes, entre ellos un joven carlista, Borja de Arteaga, sobrino y ahijado del general Mola.
El recorrido comienza a la entrada del pueblo, en el parque «1936 urteko gudarien», inconfundible por la zona de juegos y columpios que alberga y donde un panel nos ubica históricamente en la ruta que vamos a realizar (figuras 1, 2, 3, 4, 5 y 6).
Siguiendo las marcas blancas y amarillas, el trazado pasa junto a la torre de Aldape antes de dejar atrás el núcleo urbano y remonta por una pista de cemento hasta el caserío Landalde, donde nace una pista que asciende hacia la derecha, el conocido 'camino de los gudaris', por el que subían desde Lemoa al frente. Este recorre el cordal occidental de la montaña hasta el área recreativa de san Antolín (figuras 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15 y 16).
En el área de descanso podemos encontrar numerosos cráteres causados por las bombas y proyectiles de artillería lanzados durante los días de lucha.
En vez de enfilar hacia la cumbre, seguimos aquí las balizas por un sinuoso sendero que nos descubrirá tres zonas de trincheras y las explicaciones, mediante paneles, de su creación y recuperación (figuras 17, 18 y 19).
Sector NO. Como ocurre con la totalidad de las trincheras de Lemoatxa, éstas fueron directamente cavadas en el suelo y protegidas mediante sacos terreros y alambradas para dificultar los ataques. En algunos casos es posible observar cómo la propia topografía del terreno se adapta a la línea defensiva y así ampliar más el campo de visión de los ocupantes de la trinchera. Figuras 20, 21, 22 y 23.
Sector NE. Desde este sector se puede tener una visión perfecta del Este, es decir, del valle que forma el río Ibaizabal. Los más de 100 metros trabajados han arrojado, además de las trincheras, un refugio para los combatientes, una posición para la instalación de una ametralladora y una apertura de comunicación a una posición avanzada. Figuras 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30 y 31.
Sector S. Primera línea atrincherada conservada. Su visión sobre el valle de Arratia es perfecta. Está excavada directamente en la tierra y sirvió como protección para los soldados al tiempo que servía como lugar desde donde disparar las armas de fuego. Sin disponer de sofisticadas tipologías constructivas, esta línea de trincheras forma parte del anillo defensivo que con una forma de herradura discurre alrededor del macizo montañoso de Lemoatxa siguiendo las cotas 335 - 340. Figuras 32 y 33.
El recorrido por las trincheras culmina en el Lemoatxa, donde todavía siguen en pie la capilla pero ya no la cruz de caliza construidas en honor a los fallecidos del ejército golpista. En este punto finaliza el ascenso total del recorrido (figuras 34, 35, 36, 37, 38 y 39).
Descendemos ya siguiendo la senda que nace bajo la ikurriña y lleva a la amplia campa donde se asienta la ermita de san Antolín (figuras 40 y 41). Desde allí, el camino baja por la izquierda por un tupido bosque, pasa junto a un viejo calero y retorna al casco urbano por el barrio Lemorieta (figuras 42, 43, 44, 45 y 46). Un paseo junto al Ibaizabal y la iglesia de santa María de Lemoa serán los últimos hitos del recorrido antes de retornar al parque '1936 urteko gudarien' (figuras 47, 48, 49 y 50).
Impresiones.
Por su ubicación y características geográficas, Lemoatxa se convirtió en una zona estratégica en la defensa de Bizkaia. Era el paso más corto y directo para dirigirse a Bilbao, a tan sólo 20 kilómetros. Además constituía el punto de encuentro de las carreteras que discurrían hacia Amorebieta y Vitoria, a través del valle de Arratia. Desde la cima se podía divisar una amplia zona de Bizkaia y por tanto controlar los movimientos del enemigo. Caminar por las trincheras nos puede hacer una idea de la crudeza que era habitar en ellas.
Espacio protegido:
Época recomendada: Todo el año.
Elementos de interés: Los tres sectores del sistema de trincheras, peña Lemoa y la ermita de san Antolín.
Tipo de camino: El recorrido está perfectamente balizado correspondiéndose con el PR-BI 56.
Servicios: Lemoa cuenta con unos cuantos bares y restaurantes.
Descripción del itinerario.
Este sendero nos acercará hasta las trincheras del monte Lemoatxa, que comenzaron a recuperarse en 2012 gracias a la colaboración entre el ayuntamiento de Lemoa y la sociedad de ciencias Aranzadi. Por su ubicación y características geográficas, el Lemoatxa se convirtió en una zona estratégica en la defensa de Bizkaia durante la guerra civil. En él se libraron cruentos combates a comienzos de junio de 1937, en los que murieron centenares de combatientes, entre ellos un joven carlista, Borja de Arteaga, sobrino y ahijado del general Mola.
El recorrido comienza a la entrada del pueblo, en el parque «1936 urteko gudarien», inconfundible por la zona de juegos y columpios que alberga y donde un panel nos ubica históricamente en la ruta que vamos a realizar (figuras 1, 2, 3, 4, 5 y 6).
Siguiendo las marcas blancas y amarillas, el trazado pasa junto a la torre de Aldape antes de dejar atrás el núcleo urbano y remonta por una pista de cemento hasta el caserío Landalde, donde nace una pista que asciende hacia la derecha, el conocido 'camino de los gudaris', por el que subían desde Lemoa al frente. Este recorre el cordal occidental de la montaña hasta el área recreativa de san Antolín (figuras 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15 y 16).
En el área de descanso podemos encontrar numerosos cráteres causados por las bombas y proyectiles de artillería lanzados durante los días de lucha.
En vez de enfilar hacia la cumbre, seguimos aquí las balizas por un sinuoso sendero que nos descubrirá tres zonas de trincheras y las explicaciones, mediante paneles, de su creación y recuperación (figuras 17, 18 y 19).
Sector NO. Como ocurre con la totalidad de las trincheras de Lemoatxa, éstas fueron directamente cavadas en el suelo y protegidas mediante sacos terreros y alambradas para dificultar los ataques. En algunos casos es posible observar cómo la propia topografía del terreno se adapta a la línea defensiva y así ampliar más el campo de visión de los ocupantes de la trinchera. Figuras 20, 21, 22 y 23.
Sector NE. Desde este sector se puede tener una visión perfecta del Este, es decir, del valle que forma el río Ibaizabal. Los más de 100 metros trabajados han arrojado, además de las trincheras, un refugio para los combatientes, una posición para la instalación de una ametralladora y una apertura de comunicación a una posición avanzada. Figuras 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30 y 31.
Sector S. Primera línea atrincherada conservada. Su visión sobre el valle de Arratia es perfecta. Está excavada directamente en la tierra y sirvió como protección para los soldados al tiempo que servía como lugar desde donde disparar las armas de fuego. Sin disponer de sofisticadas tipologías constructivas, esta línea de trincheras forma parte del anillo defensivo que con una forma de herradura discurre alrededor del macizo montañoso de Lemoatxa siguiendo las cotas 335 - 340. Figuras 32 y 33.
El recorrido por las trincheras culmina en el Lemoatxa, donde todavía siguen en pie la capilla pero ya no la cruz de caliza construidas en honor a los fallecidos del ejército golpista. En este punto finaliza el ascenso total del recorrido (figuras 34, 35, 36, 37, 38 y 39).
Descendemos ya siguiendo la senda que nace bajo la ikurriña y lleva a la amplia campa donde se asienta la ermita de san Antolín (figuras 40 y 41). Desde allí, el camino baja por la izquierda por un tupido bosque, pasa junto a un viejo calero y retorna al casco urbano por el barrio Lemorieta (figuras 42, 43, 44, 45 y 46). Un paseo junto al Ibaizabal y la iglesia de santa María de Lemoa serán los últimos hitos del recorrido antes de retornar al parque '1936 urteko gudarien' (figuras 47, 48, 49 y 50).
Impresiones.
Por su ubicación y características geográficas, Lemoatxa se convirtió en una zona estratégica en la defensa de Bizkaia. Era el paso más corto y directo para dirigirse a Bilbao, a tan sólo 20 kilómetros. Además constituía el punto de encuentro de las carreteras que discurrían hacia Amorebieta y Vitoria, a través del valle de Arratia. Desde la cima se podía divisar una amplia zona de Bizkaia y por tanto controlar los movimientos del enemigo. Caminar por las trincheras nos puede hacer una idea de la crudeza que era habitar en ellas.
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