Lemoatxa desde Lemoa

Hoy toca ascender a una pequeña cima del valle de Arratia que arrastra tras de sí una historia guerrera. Alrededor de ella se libraron sangrientas batallas en la Guerra Civil en el año 1937. Estoy hablando del mítico Lemoatxa o Peña Lemona.

Como ayer domingo llovió hoy lunes he decidido salir al monte yo solo. Es el lunes de la Semana Santa y nadie me acompaña. He visto en Wikiloc esta ruta registrada por "jesusmari", al cual ya he seguido en alguna otra ocasión y he decidido seguir su itinerario, grabándola yo también, añadiéndole más fotos, aunque desviándome de ella y acortándola un poco al final. Se trata de seguir la PR–BI 56 "Lemoatxa 1937", que bien que merece la pena, porque además de su encanto naturalísimo y estético tiene el encanto de la historia, de andar por lugares de los que hemos oido hablar a nuestros padres.

Cojo el coche y me desplazo hasta Lemoa aparcando al lado del "1936 urteko Gudarien Parkea" o "Parque de los Gudaris de 1936", donde empieza la ruta junto a un parque infantil cubierto y donde existe un gran cartel informativo de la PR citada. Subo por los paseos zigzagueares del parque hasta su parte superior para llegar a un caserío donde giro a la izquierda, siguiendo después por la carretera y dejando atrás las últimas casas, saliéndome del casco urbano de Lemoa.

Hay que decir que toda la PR está muy bien señalizada con las clásicas marcas amarillas y blancas pintadas estratégicamente en cruces y desvíos, aunque para mayor seguridad he fotografiado todos esos puntos y, a falta de compañeros que me suelen señalar los desvíos, verá el lector que los he señalizado con los bastones.

Sigo adelante y llego a un cruce en el que hay que seguir hacia la izquierda. Tras unos cientos de metros encuentro otra desviación, pero aquí hay que seguir de frente y hacia arriba. Las señales blancas y amarilla nos ayudan. Hay que seguir hacia arriba hasta entrar en un pinar. Al poco llego al final de la carreterita de cemento, que acaba en un bonito caserío llamado Landalde, cuyo acceso esta cerrado con una valla.

El camino ahora sigue a la derecha convirtiéndose en un camino terroso, llegando enseguida a una señal vertical con indicadores amarillos. Uno de ellos indica a mi derecha "Lubakiak" (trincheras) a 1,8 km, y Lemoatxa a 3 km, y claro, sigo por aquí. El camino transcurre ahora durante un rato bajo un crecido pinar, para llegar a una bifurcación optando seguir por la derecha. Repito de nuevo que las señales blancoamarillas son tan frecuentes y están tan claras que se puede seguir la ruta perfectamente guiado por ellas.

Tras unos centenares de metros llego a un cruce de varios caminos, optando seguir por el que tengo más a la derecha. Siguiendo por este camino sin desvío alguno llego al cabo de un rato a una amplia pista cementada, donde encuentro unos metros mas adelante otro indicador vertical. Me indica que ahora solo tengo hasta el Lemoatxa 1,8 km, y hasta las trincheras 600 m. No hace falta ser matemático para saber que desde la señal vertical anterior he andado 1,2 km. Sigo hacia las trincheras y hacia el Lemoatxa, que están en la misma dirección tras pasar junto a un caserío para llegar enseguida a un amplio cruce de pistas, optando por seguir por el camino de mi derecha, que se convierte en una bonita senda.

A partir de ahora trazaré unos cuantos zigzags guiado permanentemente por las señales de la PR, que no tienen otro objetivo que dar a conocer las trincheras que rodearon la cima de Lemoatxa, excavadas como reducto defensivo por los gudaris vascos que luchaban en el legítimo bando republicano contra las levantiscas hordas franquistas a las órdenes del general Mola. Al poco de dejar el cruce anterior llego a un portillo verde con un cierre muy ingenioso que da acceso a un hayedo preparado como parque o zona de picnic con mesas y asadores. Lo atravieso de abajo hacia arriba, para acceder a los pocos metros hasta una pista cementada por la que voy hacia la izquierda, pasando por la entrada principal al parque, escoltada por dos columnas de piedra.

Allí mismo, a la derecha, hay un nuevo indicador vertical junto a un panel informativo de la batalla de Peña Lemona. Hay que salirse de la pista y seguir por un camino a la derecha para, a unas decenas de metros, hay que desviarse bruscamente por una senda que sale a la derecha. ¡Ojo!, este desvío se nos puede pasar por alto porque no se ven bien las señales blancoamarillas. El desvío me lleva en pocos metros al borde de una trinchera que han reexcavado junto a un nuevo panel informativo. Sigo por uno de los laterales de la trinchera para llegar enseguida a otra puertita igual que la anteriormente comentada.

Hemos entrado de nuevo en el recinto alambrado del parque para, siguiendo la senda, llegar a una tercera puerta, por la que salgo del mismo. A los pocos metros llego a una discreta cima señalada bajo las encinas con un buzón triangular situado sobre un pedestal de piedras erigido por el Ganzabal Mendi Taldea. Se trata del Aspunta, de 363 m.

El camino sigue adelante bajo el arbolado para llegar a una bifurcación, eligiendo seguir por la derecha, y tras andar un centenar de metros y trazar una curva hacia la izquierda llego a otra bifurcación, eligiendo también seguir por la derecha. Al poco se ven nuevos paneles informativos que hablan sobre la larga trinchera situada a sus pies.Aquí se aprecian muy bien unos ensanchamientos, que eran los nidos de ametralladoras. Siguiendo la senda paralela a la trinchera vemos que esta acaba con un tramo con sacos terreros.

La senda sigue de frente y tras un centenar de metros accedo por un nuevo portillo al recinto de la cima del Lemoatxa, situada apenas unas decenas de metros más arriba. Afortunadamente ya no existe en su cumbre (363 m) la horrorosa cruz de hormigón en recuerdo de la victoria fascista que se veía desde todos los sitios. Según cuenta la prensa de la época fue derribada hace no muchos años por Ernai, grupo juvenil de Sortu, aunque la corporación municipal ya había tomado por mayoría y con anterioridad el acuerdo de su derribo, no llegándose éste a efectuar oficialmente. En la cumbre existe une ermita que actualmente se encuentra en obras y una especie de plataforma de piedra donde estaba ubicada la antigua cruz, con una barandilla y unos asientos. A unos metros se encuentra su buzón.

No pierdo mas que unos segundos en hacer una foto y sigo derecho hacia abajo por un sendero empinado que bajo los árboles desciende hasta la campa de San Antolín, donde se encuentra ubicada su ermita homónima. Hay un indicador vertical. La senda sigue hacia la izquierda accediendo a un amplio camino por el que hay que seguir también a la izquierda.

El descenso por este camino es muy agradable y placentero, andando entre viejos pinos literalmente cubiertos de enredaderas. Tras un rato andando por la sombra llego a un espacio abierto que no es mas que un cortafuegos bajo la línea eléctrica, por el que vamos bajando. Llego a una intersección, de nuevo bajo el arbolado, en la que giro por el camino de la derecha hasta encontrar las primeras casas de Lemoa. Estamos en el barrio Lemorieta, por el que bajamos entre varios caseríos hasta topar con una carretera.

Vamos un poco a la izquierda para seguir de inmediato a la derecha al lado de un caserío. Hay un poste de señales. El camino vecinal que llevamos desemboca entre dos muros en una carretera de mayor circulación frente al bar Bikandi. Y aquí giramos a la derecha para coger la calle Lehendakari Agirre, por la que vamos en dirección al centro del pueblo. Sin embargo, cruzamos a la otra acera para girar enseguida a la izquierda al terminar un cercano aparcamiento público y así bajar al paseo de ribera junto al río Ibaizabal.

Seguimos por este paseo hacia el núcleo urbano pasando por un pequeño túnel y siguiendo por el mismo paseo hacia adelante. En este tramo debemos estar muy atento a las señales blancoamarillas, ya que de repente la ruta gira a la derecha tras pasar por la trasera del batzoki de Lemoa y un chalet, subiendo por un tramo de tres escaleras y acceder de nuevo a la calle Lehendakari Agirre, por la que seguimos a la izquierda hasta llegar al coche. Hemos abreviado un poco la ruta desechando la alternativa de dar un rodeo para pasar por la parroquia de Santa Maria y volver al punto de partida.

En total, esta sencilla ruta apenas llega a los ocho Km, subiendo un desnivel muy discreto: 352 m. Sin embargo es una PR especialmente bonita y totalmente recomendable, ya que transcurre por una zona de cruentas batallas que aún permanecen en el recuerdo de los más longevos del lugar. Yo solo, andando con cierta alegría, la he hecho en algo menos de dos horas, entreteniéndome únicamente en sacar alguna foto.