-LEON- BRAÑA DE RABANAL “Valles de Babia y Luna”

Babia es una comarca leonesa situada al noroeste de esta inabarcable provincia, que incluye dos municipios, Babia de Suso o de Arriba y Babia de Yuso o de Abajo. Babia está drenada por los ríos Sil, Torrestío y Luna. La abundancia de agua y sus verdes praderas han determinado desde siempre su principal riqueza, la ganadería.

Tierra de tradición pastoril y marcada por la trashumancia, actualmente siguen subiendo rebaños de merinas a los puertos, que se arriendan toda la temporada y que comparten los pastizales con el ganado vacuno y también con el equino, en especial la raza Hispano-Bretona, siendo Babia el referente estatal de esta clase de caballo.

Los Valles de de Babia y Luna" son Reserva de la Biosfera.

Las brañas se sitúan en zonas altas de montaña , se enclavan entre bosques de robles y abedules, además de tener acebos, tejos, fresnos, etc. Los prados y pastizales se combinan con setos de sauces, saúcos y rosales silvestres junto con muros rocosos.

Están compuestas por cabanas, cuyos dueños son los brañeiros o ganaderos En ellas, el ganado pasta durante los meses estivales, una vez que las nieves desaparecían. Primero pastaban en las zonas más altas, dejando las praderas cercanas a las cabañas para la siega y así guardar esta hierba seca para almacenarla hasta el invierno. Llegado el mes de septiembre el ganado se llevaba más cerca de las cabañas. Los brañeros ordeñaban a sus ganados por las mañanas y por las noches. Por la mañana la leche se llevaba fresca al pueblo, sin embargo la leche que se recogía por la noche se guardaba en las “otseras” para que se mantuviese fresca. En el tiempo libre trabajaban la madera para hacer aperos de labranza y organizaban calechos (reuniones nocturnas). La vuelta al pueblo se hacía en los meses de octubre o noviembre, al aparecer las primeras nieves

La cabaña tradicional es de forma rectangular, hecha de piedra y trabada con mortero arcilloso.Antiguamente se hacían con paja de centeno pero posteriormente se sustituyó por losas de pizarra. Solían ser bajas, pues su función era albergar el ganado y ser un pequeño hogar con un sitio para sentarse, una cama y una alacena.

Delante de la cabaña está el corral o “corrietsu”, cerrado mediante un muro de piedra. En él dormía el ganado Es habitual encontrarnos con unas cavidades realizadas sobre fuentes o manantiales cubiertas de losas o “chabanas“. A estos huecos se les llaman “otseras” y mantenían la leche fresca antes de bajarla al pueblo.

LA RUTA:

Ruta por tierras leonesas, comenzando a caminar junto al río Luna, que da nombre a la comarca.
Tras dejar atrás el puente que cruza el río Luna seguiremos por una pista que nos llevará hasta el bosque de las Regueras y poco después hasta el Campar de Bostacha (1.212 m), unos pastizales de altura, que nos dará paso hacia la otra vertiente, por donde descenderemos hasta adentrarnos en el Valle de la Viecha donde, en su cabecera, se encuentra la Braña de Rabanal, una zona de montaña donde el ganado aprovecha los pastos tardíos en época estival.

Tras el descanso en este bonito rincón, continuaremos siempre en descenso hasta nuestro punto de partida, junto al río Luna, completando así una bonita travesía circular.