LEÓN: Peña Larga y Peña Grachera desde Piedrafita de Babia

Ruta circular desde Las Murias pasando por:
- Peña larga (2.6 km)
- Peña El Puñín (4.5 km)
- Peña Grachera (5.9 km)
- Lago de Babia (9.3 km)


Estupenda ruta por la tierra de Babia, llena de atractivas montañas para todos los gustos, con Alberto y Maribel en esta ocasión.

Salimos en realidad sin haber llegado a Piedrafita de Babia, dejando el coche al lado de la carretera, y prácticamente desde el principio comenzamos a subir por la larga cresta rocosa que lleva a la primera cumbre del día, Peña Larga. Y en efecto es larga de narices, son casi 3 kilómetros de subida nada complicada, es toda de caminar p’arriba. Sólo decir que hay unos metros de echar la mano con una buena caída a la derecha a la que no hay por qué asomarse, estamos bien protegidos; y si pica el gusanillo del vértigo hay buena alternativa bajando unos metros a la izquierda y subiendo paralelos a la cresta. Muy entretenida; ningún problema.

Seguimos por la cresta rocosa bajando un poco y, sin llegar al final, tomamos una canalina a la derecha para bajar hasta la Laguna Grande, que se sitúa entre las dos cimas del día y que es un sitio guapo para hacer una paradina.

Desde la laguna hasta la cima de Peña Grachera tenemos una subida importante, de 500 metros de desnivel en algo más de 2 kilómetros pasando por la Peña el Puñín, y la verdad es que no se hizo especialmente larga. Comida en la cima de Peña Grachera disfrutando de las vistas que hemos tenido a lo largo del día, sobre todo de parte de Somiedo destacando el Cornón, Penouta, Peñas del Nuncio, Putracón, Peña Salgada…

Y aunque la idea inicial era llegarnos a la impresionante Peña la Crespa, la verdad es que habíamos hecho el día y decidimos volver. Seguimos unos metros por la cresta y nos encontramos con unas terrazas naturales, a modo de las típicas fajas pirenaicas en miniatura (eso sí), que pedían pasar por ellas. Así que hicimos un zigzag inicial y luego fuimos bajando por donde mejor nos pareció hasta el extremo sur de la Laguna Grande. Aunque no es un descenso complicado, sí que hay algo de matorral y el terreno es pedregoso, con lo que es un tramo un poco incómodo.

Tras un par de fotos en la laguna, donde muere una carretera comarcal, volvemos por ésta al bonito pueblo de Lago de Babia (un kilómetro más o menos), donde encontramos un sorprendente conjunto de pinturas murales. Poco después del pueblo tomamos una pista que nos lleva de vuelta al coche.

Ruta chula y entretenida, en una zona que admite mogollón de posibilidades.