LEÓN: Ruta de las trincheras de Gordón; Peña Muezca, Miezca y Fontañán

Estupendo paseo en solitario, otra vez pasado el puerto Pajares saliendo desde Pola de Gordón.

La ruta de las trincheras está en general bien marcada con piedras pintadas de azul, y se va siguiendo un sendero bueno con tramos de pista ancha, no tiene mucha pérdida. Sin embargo, al poco de empezar el día me desvié por lo que parecía una alternativa pero me metí en un robledal lleno de hojas en el suelo que sólo dejaban intuir algún tramo de sendero, así que se me hizo bastante incómodo. Recomiendo seguir el camino marcado de azul, jeje.

Una vez que salí del robledal ya no solté la pista. Aunque iba a hacer una circular simple, parecía asequible subir a Peña la Muezca. Esto supone unos 5 kilómetros entre ir y volver, lo que fue algo más de lo que pensaba. Pero en efecto, el camino es fácil y la recompensa mola. Hay un último tramo de sendero entre escobas que nos lleva a un gran pedrero que conforma la cima, y sobre el que se asienta una compleja fortificación vestigio de la Guerra. Las vistas son amplias y chulas, dominando el valle del Bernesga y llegando a divisar desde Peña Ubiña, Fontanes y Siegalavá hasta Picos a lo lejos, y más a la derecha la montaña palentina destacando el imponente Espigüete. Y más allá de eso… la inmensa planicie de la Meseta.

Vuelta sobre mis pasos en rápida bajada hasta la Collada Urdiales. Se me olvidaba mencionar, por cierto, que parte del camino coincide con el Camino Olvidado de Santiago (del que no tenía noticia hasta ahora). Desde la collada se sigue bien un sendero… Debe haber otro que vaya más directo a la loma, y en mi caso tuve que subir unos metros dejando el camino para llegar a Peña Miezca, donde hay otros buenos restos de fortificaciones, cabañas y trincheras, así como vistas igualmente chulas (pese a que las Ubiñas ya nos las tapa el primer pico del día, La Muezca.

Otros 2 kilómetros de sendero y llegamos al Fontañán, pico donde se encuentra otra impresionante trinchera, esta construida en parte con hormigón a diferencia de las anteriores, que sólo aprovechaban las rocas de la zona. Desde aquí se baja por sendero igualmente marcado con puntos azules, y sólo hay que ir algo pendiente del GPS en las bifurcaciones. Se pasa por otro robledal espectacular en medio del otoño, para terminar en un tramo de carretera final de kilómetro y medio antes de completar el círculo.

Ruta fácil por ser únicamente de caminar, aunque con La Muezca se me fue un poco y tanto la distancia como el desnivel terminaron siendo más que respetables. Buenas vistas, bosques otoñales preciosos y recorrido interesante por los vestigios de esa animalada que fue la Guerra Civil. No quiero imaginar lo que era estar allí arriba chupando frío como campeones a 1800 metros de altitud. No encontré fuentes más que una cerca del final.