Les Piques V.G. desde Taus

Conducimos por la carretera C-14, hace unos minutos que hemos pasado Organya, a la altura del kilómetro 172, tomamos a la izquierda una carretera vecinal, la LV- 5134 después de 28 km, varios pueblos y un sinfín de curvas, que remontan el curso del río de la Guardia, aparcamos en la parte alta del pueblecito de Taus, junto a la fuente de las Basses.

Iniciamos la ruta de la ascensión de Les Piques 1971 m de altura, por un camino suavemente ascendente hasta encontrarnos con una puerta metálica, desviándonos a la izquierda por una cañada. La señalización la componen unas rayas pintadas en las rocas de color amarillo, pasamos por las ruinas de la Borda del Tretó, que se encuentra junto a la cima de una colina, l'Olivida, una borda es una cabaña aislada, que servia a los pastores para guardar ganado y de cobijo, nos enfilamos hacia las laderas de las Roques Agudes de 1828 m, montaña que coronamos sin mucha dificultad para continuar entre caminos, senderos y regueros del ganado, hasta llegar al Coll Estremer, inicio de la ascensión a la cima de Les Piques, nuestro objetivo, al ser una cima del reto de la Feec.

A medida que progresamos un fuerte y frío viento, nos golpea la cara, teniéndonos que proteger con el para vientos de sus ráfagas. En la cima observamos un conjunto de rocas, sobre las que han instalado el vértice geodésico, pintado recientemente de blanco con unas letras de color rojo, que hacen saber, a los visitantes que están en Les Piques y también, unos números con su altura. Estaremos solamente el tiempo necesario, para realizar unas fotografías que inmortalicen esta excursión.

El descenso lo realizamos localizando un sendero local, también con señalización de color amarillo y algunas estacas, clavadas en lugares estratégicos. Nos entretenemos en subir las pequeñas colinas que vemos y visitando las barracas de pastores que hay por la ruta. En el Coll de las Iglesias, visitamos la capilla de la Mare de Deu de la Guía, un pequeño templo de una sola nave, con un campanario de espadaña, se tienen referencias de esta capilla, desde el año 1758. El siguiente trayecto lo realizamos sobre una pista para desviarnos poco después y subir el Serrat de Peçaplana, colina sin ningún interés, situada un poco antes del vecindario Els Castells.

Documentado en el 1094, actualmente hay una docena de casas derruidas con aspecto fantasmagórico. Olvidadas, desgastadas o muertas por el paso de los años. Pasadas estás viviendas nos acercamos por un sendero a su río, Els Castells, donde disfrutamos junto a un antiguo molino, de un salto de agua, con bastante agua. Continuaremos por una senda sombría, resguardada por un boj verde y lustroso, qué nos conducirá hasta el Coll de la Sirena, desde donde descenderemos sigilosamente hacia el pueblo de Taus.

Un paseo por sus calles laberínticas, con múltiples escaleras, su iglesia de San Juliá, con una puerta dovelada de madera vieja, a cada paso descubrimos rincones idílicos y curiosidades, como la Plaza de la Turbina, con un bonito pozo, así, hasta llegar de nuevo al lugar donde tenemos nuestro vehículo. Hemos andado juntos María Rosa , Belén y Julián