Les Preses Serra del Corb

Salimos del parking que hay junto al campo de futbol de Les Preses, para subir por un sendero dirección al Volcán del Raco, sendero señalizado como GR-2 y por rayas amarillas de Itinerancia, el cráter del volcán ahora es un campo de maíz, seguimos ruta hacia la casa del Raco pasando por delante de ella, siempre seguimos la señalización homologada de la Feec, entramos en la zona de la fageda, pisamos las hojas secas del suelo, las primeras que han caído de los arboles, la cara norte por donde andamos es muy húmeda, subida en colores rojizos, granas y pardos, colores típicos del otoño, paisaje triste y melancólico que antecede al frio invierno que asoma su nariz entre las montañas nevadas de los Pirineos, cruzamos varias torrenteras, secretos de duendes que nunca vemos, rincones de hadas buenas que nos rehúyen volando, pequeños paraísos de musgos verdes y altos helechos, fuentes de escasa agua, o serán lagrimas de los ángeles, que se agotan, en su angustia terrenal, bosques elíseos que se secan cada día un poco más, regalo que aceptamos de nuestra naturaleza en su resignada agonía, visitamos la ermita de Sant Miquel del Corb, de estilo románico con campanario de torre y tejado a cuatro aguas, data del 957, hermosa construcción de estas tierras sagradas, que nos atraen, como cantico de sirenas atraían a los aventureros marinos de las leyendas, como ellos, éramos atraídos por los rincónes cada vez más bellos de este bosque de hayas, y cuando nos asomamos al terraplén aquellos troncos blanquecinos se elevan hasta el cielo con las pocas ramas pobladas de hojas doradas y algún claro verde, y es ahí cuando nuestros espíritus se armonizan con las paz y el silencio y darías una vida por hacerlo eterno, a pocos metros encontramos la ermita de Sant Martí del Corb, también de estilo románico, como la anterior, con una escalera musgosa donde se accede a la entrada a través de un porche, tiene una fuente adosada a sus paredes que completan este escondrijo misterioso, en unos pocos metros, el recorrido se hace mas vertical, entramos por un sendero señalizado pero escondido al Pujant del Camp, llegados al coll dejamos a la izquierda la Roca del Lladres que hoy no ascenderemos, la amenaza de lluvia es latente y el trazado que resta un tanto pedregoso, no arriesgamos e iniciamos el retorno pasando por el Puig Rodo, en su cima vemos un circular mostrador con indicaciones de todas las montañas circundantes, en el centro una mesa redonda con una rosa de los vientos, cuando una ligera brisa fría nos acaricia la cara como aire de libertad descendemos a Les Preses pasando por el Área Recreativa de Xenacs y desde allí tomamos una senda vertical y rápida hasta el pueblo, hemos andado juntos, Belén, Rosa S, Elena, Laura, Juan A, Quimrio, Josep María, y Julián.