Leza (Hospital)-Recilla-Cervera-Peña Artesilla-Punta Roja-Castillo de Vallehermosa-Pipaón

Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 120:

Comienzo en la parada de bus del hospital de Leza, situado a escasos 1,5km del pueblo. Para llegar hasta aquí, he cogido el bus de la línea 9 de Alavabus, que va desde Vitoria hasta Logroño.
Podéis echar un vistazo a los horarios aquí:

Horarios Línea 9 Alavabus

Si miro hacia el Norte, tengo prácticamente a mis pies la larga y escarpada sierra de Toloño o de Cantabria, en este caso la parte central que es la mas elevada de todo el macizo, con los "5 dedos" de la cresta del Cruz del Castillo-Larrasa y el Palomares por un lado, y el Recilla y Cervera, objetivos de hoy, a la izquierda.

Para llegar hasta allí, avanzo unos metros por carretera para luego desviarme a la derecha y caminar durante 5km por pistas que alternan la tierra/piedra con el asfalto.
Al principio el camino es mayormente llano, con lo cual puedo avanzar a muy buen ritmo y ganar tiempo de cara a lo que me vendría después.

Pero es al llegar hasta una especie de depósito cuando la cosa se pone interesante, ya que comienza el verdadero ascenso. Los primeros 500m de subida son descomunales, realmente duros por la brutal pendiente y por lo incómodo del terreno, ya que hay mucha piedra suelta. Pero tras superar esta rampa y llegar a una caseta, la pendiente vuelve a allanarse, pero solo por un instante.

Luego, giro a la izquierda, y vuelvo a ascender por un sendero que va en largos zig-zags. Dicho camino alterna tierra y piedras, y se encuentra rodeado de arboleda.
Al ir ganando altitud, la arboleda va a menos y por tanto las vistas se van ampliando, especialmente por el lado izquierdo, donde disfruto de una panorámica de parte de la amplia llanada de la Rioja Alavesa. Por detrás, veo la silueta del Palomares.

Al llegar a la parte mas alta del sendero, tengo también a la vista mis 2 siguientes objetivos, el Cervera por la izquierda, y el Recilla por la derecha. Pero primero tengo que llegar hasta el collado o puerto de Recilla, para poder ascender a ambas cumbres.

El acceso al collado es sencillo pero algo incómodo, ya que el sendero es muy estrecho y se encuentra rodeado de un arbusto llamado boj. Toda la zona se encuentra llena de boj y otras plantas, y además de una altura considerable de casi 1m. Aun no siendo un tipo de planta que pinché demasiado, si que puede resultar muy molesto en caso de ir en pantalón corto.

Al fin llego al collado. Mi primer objetivo es la cima del Recilla, así que giro a la derecha. No hay mucha distancia hasta la cumbre, pero el acceso al mismo hay que currárselo. La primera parte es un poco lo mismo que antes, sendero estrecho con piedras y rodeado de boj. El camino está indicado con varios hitos, así que no hay pérdida.
Luego, en la parte alta, hay que superar un tramo rocoso en el que es recomendable el uso de las manos para avanzar con seguridad.

Superado este tramo, alcanzo la cima del monte Recilla (1381m, aunque el buzón marca 1301). Espectaculares vistas de 360°, pudiendo observar hacia el Este los pueblos de Lagrán, Villaverde, Villafría y Bernedo, el monte Joar (sierra de Kodes), y la primera parte de la sierra de Toloño/Cantabria, destacando sobre todo Larrasa y Palomares. Hacía el Oeste, está el monte Cervera, tapando toda la vista del resto de la sierra. Al sur, la Rioja Alavesa, con localidades como Laguardia o Leza y detrás aunque hoy no se veía por la bruma, el Pico San Lorenzo en la Sierra de la Demanda. Y al norte, mi destino, el pueblo de Pipaón,  los Montes de Vitoria y el Gorbea, entre otros, aunque hoy apenas se veía nada por culpa de la bruma.

Tras las fotos de rigor, vuelvo sobre mis pasos, con mucho cuidado de no tropezarme, hasta llegar al collado. Ahora, sigo recto, y asciendo rumbo a la cumbre del Cervera. En esta ocasión el camino es cómodo y sencillo, sin haber grandes rampas.

En pocos minutos, llego a la cima del monte Cervera (1385m). Ahora si que puedo ver la parte restante de la sierra de Toloño hacia el Oeste, como por ejemplo la mismísima cumbre que da nombre al macizo, además del Pico San León, las próximas cumbres que haré a continuación y las localidades de Peñacerrada y Payueta. Por lo demás, mismas vistas, con la diferencia de ver hacia el Éste el Recilla y el Larrasa/Palomares.

Continuo la marcha, rumbo a la tercera cumbre del día, el Peña Artesilla. A nivel general el acceso al mismo es muy cómodo y sencillo, ya que hay una senda guiada con hitos que transcurre por un cordal de roca, piedra y hierba. Sin embargo, los primeros metros de dicho cordal son un poco complejos, ya que hay que sortear un pequeño tramo rocoso, donde conviene usar las manos por seguridad.

Tras un rato de caminata, yendo en suave pendiente, llego a la cima del Peña Artesilla (1341m). Destacar aquí el precioso y original buzón cimero, y las casi nulas vistas hacia el Norte, ya que hay un monte alargado repleto de boj que tapa la panorámica. Hacía el Oeste, vista del 4° y 5° objetivo, el Punta Roja y el Castillo de Vallehermosa.

Para llegar al Punta Roja, lo primero es descender un tramo de cierta dificultad técnica, ya que hay que superar otro tramo rocoso, y luego bajar por un estrecho zig-zag repleto de piedras. Aun así, el camino vuelve a estar indicado con hitos de piedras, que ayudan a ir correctamente.

Una vez pasado ese escollo, lo que resta es coser y cantar. Me sitúo justo debajo de un paredón rocoso muy vertical, y justo enfrente está el Peña Roja. Mencionar que a la derecha desciende otro estrecho sendero que conduce al Castillo de Vallehermosa y al pueblo de Pipaón, pero antes, asciendo unos pocos metros para hacer cumbre al Punta Roja (1284m). Vista directa al Vallehermosa y al resto de la sierra de Toloño. Hacía el Este, el Peña Artesillas, y hacia el Sur, nueva perspectiva del valle de la Rioja Alavesa.

Retrocedo hasta casi la base del paredón de roca para girar esta vez a la izquierda y continuar por el estrecho sendero, de nuevo repleto de piedras, en dirección Noroeste.
A medida que avanzo, el sendero se va cubriendo más y más de vegetación, no sólo de boj, sino de más arbustos y árboles. Al igual que en las inmediaciones del collado de Recilla, la altura de la vegetación es muy elevada, pero ello no me impide el avance.

Más adelante, llego a otro cruce de caminos, en el cual si giro a la derecha iría rumbo a Pipaón, o a la izquierda para ascender al Castillo de Vallehermosa. Como voy sobrado de tiempo, decido atacar la quinta y última cumbre del día.

La pendiente es algo exigente, pero el ascenso es corto y sencillo, y no tardo mucho en hacer cima al Castillo de Vallehermosa (1259m). En lo alto existió una fortificación de la época de la última Guerras Carlista. Otra perspectiva más del valle y de lo que resta de esta sierra hacia el Oeste, como la vecina cumbre del Eskarmelo. Al norte, vuelvo a ver el pueblo de Pipaón; hacia allí voy.

Desciendo hasta el cruce de caminos, y ahora giro a la izquierda. Me adentro por un denso y bonito bosque con árboles altos. Se agradecía estar ahí en ese instante, ya que el sol pegaba fuerte y el calor empezaba a afectarme.

Para llegar a Pipaón desde el bosque, existe diferentes posibilidades, pero yo he decidido seguir aquel que está indicado con hitos de piedras. Dicho camino me lleva primero hasta el refugio de Olzate, que parece que está abandonado, y luego sigo bajando por un ancho y cómodo sendero que alterna tierra, hierba y piedra.
Al final del mismo, conecto con un sendero muy ancho, perteneciente al GR-1, que me lleva directo hasta el pequeño pueblo de Pipaón, donde concluyo esta exigente pero preciosa ruta.

Para volver a Vitoria, he tenido que reservar el día anterior un taxi comarcal, que me llevaría desde Pipaón hasta Peñacerrada (o también se podría ir hasta Ventas de Armentia), y de ahí coger de nuevo el bus de la línea 9 para ir hasta la capital alavesa. En la web de Alavabus tenéis los horarios y una pagina o teléfono donde poder hacer la reserva.

Reserva Taxi Comarcal Alavabus