LIENCRES (Playa de Portio) A SOTO DE LA MARINA (Playa de San Juan de la Canal). 04 JUL 2020
near Liencres, Cantabria (España)
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Trail photos
Itinerary description
Comenzamos en el Barrio Portio de Liencres junto a la playa del mismo nombre. La ensenada (playa) de Portio es el resultado de un proceso de erosión marina. Las dos puntas de la ensenada corresponden al murallón ocre de caliza cenomaniense (90 millones de años) que tras los Urros que luego veremos, constituía la seguda línea de costa. Al fondo de la ensenada están los grises estratos de margas, que hablan de las distintas condiciones estructurales y climáticas que a lo largo de millones de años dieron lugar a estos sedimentos.
Tras admirar esta pequeña playa o ensenada comenzamos a subir por la ladera que da hacia el mar con el fin de ver la maravilla que representan las Agujas y los Urros. Cuando se alcanza el alto del murallón se pueden contemplar unas agujas que son los restos de una segunda línea de costa formada por estratos sedimentarios (90 millones de años) de procedencia continental en caliza muy resistente. Las margas arcillosas que las unían fueron fácilmente erosionadas por el oleaje. La hilera de islotes en segundo plano (Urros en toponimia local) es el resto de la segunda línea de costa, en caliza procedente de grandes espesores de arrecifes que en el Aptiense (hace más de 100 millones de años) se formaron por acumulación, en el fondo de un mar cálido y poco profundo, a partir de las conchas de organismo marinos.
Continuamos nuestra ruta hacia la derecha y a unos cien metros observamos un embudo (como si de un pozo se tratara) realizado por el oleaje que ha penetrado bajo el murallón desmenuzando y expulsando las margas en un ataque que inicia un nuevo proceso erosivo.
Las paradas hasta aquí han sido prolongadas pero han merecido la pena. Seguimos hacia delante, hacia el Barrio La Arnía. Pasamos por detrás de unas construcciones que se han metido casi en el mar.
Y aquí comienza otro espectáculo, se comienzan a vislumbrar los imponentes “farallones” que constituían estratos calizos sedimentados en el mar hace 90 millones de años, levantados casi hasta la vertical por el empuje del continente contra la placa tectónica del Cantábrico que penetra bajo el litoral. Al final hay otra playa o ensenada.
Ahora hay que salir hacia la carretera porque el caminillo estrecho entre los muros y el paredón que cae hacia el mar está impracticable.
Pasamos el citado Barrio de la Arnía y desde su playa seguimos por otro caminillo bordeando la pared que se prolonga hacia el mar, a mitad del camino han tenido que habilitar un trozo de una finca porque un desprendimiento cortó en su día el camino. Un ejemplo más de la permanente erosión de la costa.
Siguiendo hacia delante llegamos a la Cala de Covachos, antiguo valle fluvial por el que discurría el actual riachuelo que se despeña a nuestros pies. De aquel valle solo queda la pequeña ladera verde que aún se ve en la isla del Castro. Las olas rodean la isla chocando entre sí y depositando la arena que forma la playa y el tómbolo que une la isla a tierra en bajamar.
Continuamos ascendiendo a la parte superior del acantilado, para después bajar a la hermosa y cuidada playa de San Juan de la Canal. Esta playa debe su nombre a la canal por la que desemboca el arroyo Otero. La desembocadura de la canal fue en su día resguardo de embarcaciones y un caladero para la pesca de la Angula, que actualmente se está tratando de recuperar.
Tras permanecer un buen rato disfrutando de esta playa, retornamos al punto de inicio prácticamente por el mismo camino pero en sentido contrario.
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Quienquiera que haga uso y seguimiento total o parcial de este track y de su información adicional, asume la plena responsabilidad ante los riesgos propios de la práctica de la actividad, ya que esta información tiene únicamente carácter orientativo.
Tras admirar esta pequeña playa o ensenada comenzamos a subir por la ladera que da hacia el mar con el fin de ver la maravilla que representan las Agujas y los Urros. Cuando se alcanza el alto del murallón se pueden contemplar unas agujas que son los restos de una segunda línea de costa formada por estratos sedimentarios (90 millones de años) de procedencia continental en caliza muy resistente. Las margas arcillosas que las unían fueron fácilmente erosionadas por el oleaje. La hilera de islotes en segundo plano (Urros en toponimia local) es el resto de la segunda línea de costa, en caliza procedente de grandes espesores de arrecifes que en el Aptiense (hace más de 100 millones de años) se formaron por acumulación, en el fondo de un mar cálido y poco profundo, a partir de las conchas de organismo marinos.
Continuamos nuestra ruta hacia la derecha y a unos cien metros observamos un embudo (como si de un pozo se tratara) realizado por el oleaje que ha penetrado bajo el murallón desmenuzando y expulsando las margas en un ataque que inicia un nuevo proceso erosivo.
Las paradas hasta aquí han sido prolongadas pero han merecido la pena. Seguimos hacia delante, hacia el Barrio La Arnía. Pasamos por detrás de unas construcciones que se han metido casi en el mar.
Y aquí comienza otro espectáculo, se comienzan a vislumbrar los imponentes “farallones” que constituían estratos calizos sedimentados en el mar hace 90 millones de años, levantados casi hasta la vertical por el empuje del continente contra la placa tectónica del Cantábrico que penetra bajo el litoral. Al final hay otra playa o ensenada.
Ahora hay que salir hacia la carretera porque el caminillo estrecho entre los muros y el paredón que cae hacia el mar está impracticable.
Pasamos el citado Barrio de la Arnía y desde su playa seguimos por otro caminillo bordeando la pared que se prolonga hacia el mar, a mitad del camino han tenido que habilitar un trozo de una finca porque un desprendimiento cortó en su día el camino. Un ejemplo más de la permanente erosión de la costa.
Siguiendo hacia delante llegamos a la Cala de Covachos, antiguo valle fluvial por el que discurría el actual riachuelo que se despeña a nuestros pies. De aquel valle solo queda la pequeña ladera verde que aún se ve en la isla del Castro. Las olas rodean la isla chocando entre sí y depositando la arena que forma la playa y el tómbolo que une la isla a tierra en bajamar.
Continuamos ascendiendo a la parte superior del acantilado, para después bajar a la hermosa y cuidada playa de San Juan de la Canal. Esta playa debe su nombre a la canal por la que desemboca el arroyo Otero. La desembocadura de la canal fue en su día resguardo de embarcaciones y un caladero para la pesca de la Angula, que actualmente se está tratando de recuperar.
Tras permanecer un buen rato disfrutando de esta playa, retornamos al punto de inicio prácticamente por el mismo camino pero en sentido contrario.
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Quienquiera que haga uso y seguimiento total o parcial de este track y de su información adicional, asume la plena responsabilidad ante los riesgos propios de la práctica de la actividad, ya que esta información tiene únicamente carácter orientativo.
Waypoints
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Bonitas vistas