Ligos-Cuevas de Ayllón-Ligos

1.- FICHA TÉCNICA:

Distancia total: 11,29 km
Fecha de realización: 19/Septiembre/2022
Fecha de subida: 19/Septiembre/2022
Grado de dificultad: Fácil
Índice IBP: 36 HKG
Tiempo total: 3:23:09 h
Tiempo en movimiento: 3:23:09 h
Tiempo parado: 0:00:00 h
Altitud al inicio/al final: 993 m / 993 m
Altitud mínima/máxima: 993 m / 1116m
Señalización: Parcial
Posible con BTT: No

2.- ACCESO AL INICIO DE LA RUTA

El comienzo de la ruta está situado en el pueblo de Ligos (Soria), en la calle Real, a pocos metros de la iglesia de San Juan Bautista, la iglesia parroquial de la villa. Es una iglesia románica de una sola nave, del siglo XII, declarada Bien de Interés Cultural en 1995. Su portada tiene 5 arquivoltas con varios tipos de motivos ornamentales. En su ábside se abre una bonita ventana bajo un arco de medio punto. Tiene una espadaña de construcción posterior.
Para llegar hasta dicho punto, la forma más sencilla, es utilizar la carretera N 110 (Soria a Plasencia). De ella sale, en las proximidades de Ayllón (Segovia), la carretera SG 135, qué en unos 7 km, nos lleva hasta Ligos.
Las coordenadas del aparcamiento en sistema sexagesimal o GSM, son 41°24'29.1"N 3°19'03.5"W. En sistema decimal o GD, son 41.408070, -3.317650.
Otra alternativa que tenemos para llegar al punto de inicio, es la de utilizar la función “¿Cómo llegar al punto de inicio?” que tiene Wikiloc a nuestra disposición. Al abrir la ruta que queremos hacer, justo a continuación de las características técnicas de la misma (distancia, dificultad, fecha, etc.) aparece dentro de un recuadro la mencionada pregunta. Al picar en dicha opción, desde tu ubicación, estés donde estés, aparecerá en Google Maps, el trayecto que se ha de realizar para acceder al punto de partida de la ruta.

3.- INFORMACION GENERAL SOBRE LA RUTA

3.1.- CARACTERISTICAS GENERALES:

Es una agradable, tranquila y corta ruta circular entre los pueblos de Ligos y Cuevas de Ayllón, Ambos están unidos por el cauce del río Pedro y alrededor del cual gira toda la ruta.
Se puede hacer cómodamente en una mañana o en una tarde, pero para disfrutar de la ruta y del cañón fluvial y sus bonitos roquedos, si nos olvidamos del reloj y nos lo tomamos con calma haciendo las paradas que sean necesarias para disfrutar visualmente de lo que nos ofrece el valle fluvial del río Pedro y las zonas cerealistas que atravesaremos, le sacaremos más jugo a la ruta. Hay que disfrutar del caminar y al caminar. No consiste, a mi forma de ver y entender el senderismo, en hacer la ruta en el menor tiempo posible y sin disfrutar del entorno, con la única finalidad de tener una “muesca” más en nuestro curriculum como senderista.
Su recorrido tiene dos partes claramente diferenciadas. Una primera parte en la que caminaremos mayoritariamente por una amplia zona cerealista salpicada por algún barranco y alguna zona con cárcavas, en nuestro avance hacia Cuevas de Ayllón; y una segunda parte en la que la carretera SO-135 y el valle del río Pedro serán nuestros ejes de avance en nuestro regreso hacia Ligos.
La primera parte, un terreno abierto y despejado, mayoritariamente formado por parcelas dedicadas al cultivo de cereal, puede resultar algo monótona, sobre todo una vez efectuada la siega que deja toda esta zona convertida en una rastrojera. La segunda parte, si quitamos el kilómetro de descenso por la carretera hasta Cuevas de Ayllón, es la parte más interesante del recorrido, si tenemos en cuenta la vegetación, el encajonamiento del río Pedro, el curso meandriforme del mismo y alguno de los escarpados paredones calizos que lo delimitan, como por ejemplo los riscos del Alto de la Pedriza.
Dadas las características fisiográficas de estas dos partes, como era de esperar, el avance por ambas varía. En la primera parte, una zona cerealista por excelencia, el caminar es cómodo y se puede decir que algo monótono en cuanto al paisaje a observar. Las anchas pistas agrícolas por las que caminaremos, entre campos dedicados al cultivo de gramíneas hacen fácil la progresión. En la segunda parte, caminaremos 1 km por la carretera SO-135 antes de cruzar el pueblo de Cuevas de Ayllón y entrar de lleno en el valle del río Pedro, que nace en el Manadero, en el término municipal de Pedro, al pie del Cerro del Espino, en la Sierra de Pela y a pocos kilómetros de Cuevas de Ayllón. Este valle, repleto de choperas de repoblación y una abundante vegetación de galería de río, le da a nuestro caminar un puntito de aventura, junto con su cauce meandriforme, qué al discurrir en algunas zonas del mismo, pegado a una de sus paredes, nos “obliga” a veces a buscar cómo cruzarlo. No es difícil dicho cruce utilizando alguno de los rústicos “puentes de troncos” que encontraremos, aunque hay que tener en cuenta el caudal de agua del río en el momento que vayamos a hacer la ruta. Existen varias opciones de salida del fondo del valle por el lado izquierdo hidrográfico mayoritariamente, que evita los posibles problemas, en caso de un cierto caudal o que tengamos que abandonar por otra razón el valle fluvial. Aproximadamente a mitad de camino entre Cuevas de Ayllón y Ligos, hay un cartel con una marca amarilla y blanca de pequeño recorrido, con la leyenda de “Puente”. En nuestro caso no la seguimos, por lo que desconozco su fiabilidad (el cartel y la marca de PR, en muy buen estado, parecen de reciente colocación).
Se puede realizar en cualquier época del año. Pero teniendo presente por donde vamos a caminar, la altitud a la que vamos a movernos y el clima de la provincia de Soria, a mi juicio, el momento idóneo para hacerla son los meses de la época cálida, especialmente mayo y junio, cuando la floración está en su apogeo y aún no se ha efectuado la siega en las parcelas cerealistas, por lo que toda la zona cerealista que atravesaremos, tendrá el verde de sus trigos y cebadas como color mayoritario. El otoño, cuando las hojas de las altas y frondosas choperas que llenan el cañón del río Pedro estén amarillas, el paisaje tendrá un colorido que bien merece también una visita a la zona, aunque el amarillo de los rastrojos sea el color más abundante en la zona cerealista.
En nuestro caso, hicimos este recorrido el 19/Septiembre/2022, en una espléndida mañana de finales de verano, en la que los chopos aún conservaban sus copas verdes y una posible tormenta se estaba gestando en la cercana Sierra de Pela, lo que nos hizo acortar el recorrido previsto y acelerar un poco nuestra marcha, sobre todo ya casi al final de la ruta. Conseguimos acabarla antes de que las primeras gotas de la tormenta cayeran. No pudimos disfrutar todo lo que esperábamos de nuestro caminar por la zona. Quizás, algún otro día podamos realizarla de nuevo sin la amenaza de una tormenta y a ser posible en primavera.
Se puede decir que en las tres cuartas partes del recorrido no hay sombra. Solo cuando entramos en el interior de las choperas ya en las cercanías de Ligos, podremos disfrutar de una buena sombra. Por esto, es aconsejable protección solar y un sombrero o gorra (aunque esto es aplicable no solo al verano). No hay fuente de agua tratada en todo el recorrido, salvo en el cruce de Cuevas de Ayllón, por lo que es necesaria el llevarla en cantidad suficiente.
El recorrido no está señalizado, salvo un tramo entre Cuevas de Ayllón y Ligos, en el que se pueden ver algunas marcas amarillas y blancas de PR bastante decoloradas por el paso del tiempo y por su escaso o nulo mantenimiento. Desconozco a que PR pertenecen.
Físicamente no es exigente. Solo tiene una subida entre el cruce del río Pedro a la salida del pueblo de Ligos, hasta llegar a la carretera SO-135. La pendiente media en este tramo es de alrededor del 3,3 %. Teniendo en cuenta todo esto, se puede catalogar a este circuito como fácil (el índice IBP es de 35 HKG).
Desconozco si esta ruta está muy frecuentada habitualmente, aunque me inclino a creer que no lo está, lo que hace difícil el encontrarse con alguna otra persona, traduciéndose en un caminar solitario, incluidas casi la salida y llegada al pueblo de Ligos y el cruce del pueblo de Cuevas de Ayllón.

3.2.- GEOLOGÍA DE LA ZONA:

Hace alrededor de 95 millones de años, el mar que cubría toda esta parte de la provincia de Soria, se retiró y dejo al descubierto un sustrato rocoso, que comenzó a ser sometido a procesos de erosión, principalmente por ríos y arroyos. Durante el Cretácico Superior, esta red fluvial fue también depositando en sus cauces y valles fluviales, grandes cantidades de arcillas y arenas silíceas, que cubrieron gran parte de la superficie de esta zona.
Hace unos 85 millones de años, volvió a subir el nivel del mar y toda la zona quedo cubierta por un mar de aguas templadas y poco profundas. En este mar, la vida marina, tanto animales invertebrados como vertebrados, alcanzó un gran desarrollo. Durante varios millones de años, los restos de dichos animales, fueron depositándose en el fondo del mar, sobre las arenas y arcillas existentes. Cuando estos sedimentos se fueron compactando y transformando en rocas, dieron lugar a las abundantes calizas, dolomías y margas que hoy en día encontramos en el piedemonte carbonatico.
Hace unos 65 millones de años el mar se retiró definitivamente y esta zona quedó emergida. Todos los sedimentos carbonatados, transformados ya en rocas, estaban depositados en estratos o capas más o menos horizontales, aunque posteriormente iban a ser alterados tanto por movimientos tectónicos como por procesos erosivos.
La sierra de Pela es una de las sierras que hace de unión entre el Sistema Central y el sistema Ibérico, y es la sierra de menor altitud del Sistema Central. Su vertiente norte pertenece a la cuenca del río Duero y se extiende casi linealmente de oeste a este entre las provincias de Segovia, Soria y Guadalajara. Es una sierra con picos que superan por poco los 1.500 m de altitud y se puede decir que es un páramo elevado sobre calizas, margas y dolomías que va perdiendo altitud a medida que nos aproximamos hacia el río Duero. Están atravesadas por los ríos Pedro, Tiermes, Caracena y Talegones principalmente, que han erosionado apreciablemente la zona carbonática, formando sinuosos valles fluviales u hoces con dirección al cercano Duero.
El río Pedro, tiene su nacimiento en el acuífero de la Sierra de Pela, en unas fuentes denominadas el Manadero, donde calculan que brotan entre 50 y 200 litros por segundo. Es muy probable que de este mismo acuífero también proceda el agua que en Grado del Pico (Segovia) da origen al cercano río Aguisejo. Lo más llamativo a lo largo del valle fluvial del río Pedro en su cuenca alta, es la existencia de lo que llaman “las peñas,” unas formaciones rocosas de areniscas rojas, bastante erosionadas, que se ven a lo largo de su valle fluvial hasta Cuevas de Ayllón.

3.3.- VEGETACIÓN DE LA ZONA:

La cubierta vegetal arbórea de toda la zona es escasa, sobre todo si tenemos en cuenta que está incluida en una zona eminentemente dedicada al cultivo del cereal
Esta escasa vegetación arbórea se encuentra en las colinas al sur de la carretera SO-135, en algunas laderas de barrancos y en el valle del río Pedro. La vegetación arbórea de colinas y barrancos está constituida por un bosque mixto de encinas y sabinas, en el que las encinas son mayoritarias. Veremos también algún bosquete y ejemplares sueltos de encinas y de sabinas en diferentes zonas de nuestro recorrido, como por ejemplo en el vallejo del arroyo de Valdecarbón, a orillas de la carretera SO-135, zonas altas de las laderas del valle del río Pedro, etc.
El sustrato arbustivo está formado por jaras, retamas, algún retoño de sabinas, artemisias, zarzas, escaramujos y plantas aromáticas (espliego, tomillos, salvias, etc.), como especies más conocidas.
El resto de la cubierta vegetal que veamos, va a estar constituido por cereales, trigo y cebada mayoritariamente, entre los que vamos a caminar una vez cruzado el río Pedro por primera vez.
Mención aparte merece la cubierta vegetal del cañón del río Pedro, donde la humedad edáfica es alta. Los chopos ocupan mayoritariamente el fondo del cañón, en el que también veremos una cubierta herbácea abundante y un espeso y abundante estrato arbustivo en alguna de sus zonas, que llegan a dificultar el paso. Así mismo a lo largo de todo nuestro recorrido por dicho valle, veremos restos de antiguas huertas, hoy en día abandonadas, con frutales asilvestrados, entre los que vides, ciruelos, nogales y manzanos son los más abundantes.

4.- ITINERARIO:

Dejamos el coche aparcado en la calle Real de Ligos, a pocos metros de la iglesia parroquial de San Juan Bautista.
Casi seguro que cuando lleguemos a Ligos, la iglesia estará cerrada, pero bien merece la pena que le echemos un vistazo al menos por fuera, ya que es una iglesia románica del siglo XII, declarada BIC desde el año 1995. Es de una sola nave y en su ábside, con interesantes canecillos, hay una bonita ventana con un arco de medio punto. Quizás lo más sobresaliente sea su portada con 5 arquivoltas con aros, tallos y ramas con espinas.
Comenzamos a caminar, y por la primera calle a la derecha, nos dirigimos hacia la calle de los Riscos, para asomarnos a su mirador sobre el valle del río Pedro. Dejado atrás el mirador, salimos del pueblo hacia el camino de Torraño, que nos lleva al lado del frontón y que va a discurrir paralelo al valle del río Pedro. Durante 1 km aproximadamente avanzamos por dicho camino antes de bajar al fondo del valle, en busca del vado por el que cruzar el río Pedro y empezar a caminar por la zona cerealista. El vado, en estas fechas, se cruza por un “paso” de piedras y palos con facilidad.
Nos esperan unos 4 km de caminar, en general en ascenso, aunque con ligeras subidas y bajadas, así como zonas más o menos llanas. La pendiente media en estos 4 km es de alrededor del 3%. Son de fácil caminar.
Llegados a la carretera SO-135, el punto más alto de todo nuestro recorrido con sus 1.117 m de altitud, nuestra idea era cruzar dicha carretera y seguir por la pista que continúa ascendiendo por el encinar frente a nosotros, para hacer el recorrido algo más largo y completo. Pero la amenaza de tormenta que se veía crecer y acercarse desde la cercana Sierra de Pela, nos “disuadió” de hacerla. Optamos por bajar por la carretera hasta Cuevas de Ayllón y regresar a Ligos por el valle del río Pedro. Lo más digno de contemplar en esta bajada por la carretera, son los cortados rojizos de arenisca de La Solana, situados a la derecha de la carretera y que se continúan casi con el lado derecho del cañón del río Pedro.
Cruzado el río Pedro, por el puente de la carretera, seguimos un camino paralelo al curso del río durante unos 200 m, antes de girar hacia la iglesia de San Juan Bautista (igual denominación que la del cercano Ligos) situada en las afueras del pueblo.
Dejada atrás la iglesia, el camino se separa un poco del valle fluvial para volver a introducirse en él en la base del Cerro del Cuervo. Durante unos 500 m el sendero discurrirá por la zona más estrecha del cañón, siguiendo una senda entre vegetación algo cerrada y a escasos metros del curso fluvial. Quizás sea la parte más “salvaje” de nuestro caminar a la vera del río.
El cañón se abre frente a los cortados del Alto de la Pedriza y la senda por la que transitábamos, se ensancha y discurre a la vera de la pared izquierda del cañón inicialmente, para luego ir hacia el centro del valle fluvial, en busca de un nuevo cruce del río Pedro, que no llega a los 2 metros de anchura en esta zona del cañón. Gracias a un par de troncos de chopo, en un punto de aguas someras por la fecha que hicimos el recorrido, cruzamos por tercera vez el río Pedro.
Entramos en una frondosa chopera de repoblación y en una zona en la que el cañón vuelve a estrecharse, quizás la parte más estrecha de todo el cañón fluvial, con nuestra senda entre el cauce del río y la pared derecha del cañón.
Pasaremos delante de una pequeña cueva de suelo arenoso a ras de suelo y llegaremos a una pequeña presa, por debajo de la cual hay otro puente de troncos y ramas de chopo, esta vez incluso con barandilla, que nos permitirá volver a cruzar por cuarta y última vez, el río Pedro y situarnos en la orilla en la que está el caserío de Ligos.
Durante 1 km aproximadamente, caminaremos por la orilla del río y cruzaremos zonas que en otros tiempos debieron ser huertas y zonas cultivadas. Veremos varios ciruelos abandonados y asilvestrados, que por la fecha en la que hicimos la ruta, tenían una buena carga de ciruelas, de pequeño tamaño y de no buen sabor, a causa de la falta de cuidados durante mucho tiempo. También se verán frecuentes nogales con diferentes tamaños, hecho que también se puede ver a lo largo de todo el trayecto entre Cuevas de Ayllón y Ligos.
Llegaremos a unas casas en el fondo del valle, situadas a los pies del pueblo, alguna de ellas abandonada y parcialmente derruida, antes de subir hasta el pueblo, donde habíamos aparcado nuestros vehículos.

Todo aquel que utilice total o parcialmente la ruta aquí descrita, así como su correspondiente track para GPS y la información complementaria que lo acompaña, lo hace bajo su responsabilidad. Por los riesgos que toda actividad en la naturaleza conlleva, queda igualmente bajo la responsabilidad de quien lo utilice, el tomar las medidas de seguridad adecuadas para realizar el itinerario descrito, que va a depender de las condiciones meteorológicas, del estado y preparación física de quien lo vaya a realizar y del grado de conocimientos técnicos del que use dicho track. La información que has leído, es de carácter informativo y orientativo.