LLAMAS (570) (Aller)-PICO LLAMAS (1.426) (Sierra la Zorra-Circuito)

LLAMAS (570) (Aller)-PICO LLAMAS (1.426) (Sierra la Zorra-Circuito)

DATOS TÉCNICOS:

RECORRIDO: 11,33 k.
ALTURA MÁXIMA: 1.426 m.
ALTURA MÍNIMA: 570 m.
ASCENSO TOTAL: 844 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 4,18 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Marzo de 2019.

LLAMAS (570) es un lugar y parroquia del concejo de Aller, a 11 kilómetros de su capital Cabañaquinta. Se ubica al sureste del municipio, a los pies de la falda occidental de Sierra la Zorra y en la margen derecha del río Aller, que en Collanzo se une con el San Isidro. Desde esta última población se accede a Llamas a través de la AE-6 dirección sur en apenas tres kilómetros. La población era lugar de paso en la ruta del camino de Santiago que, partiendo del Puerto de Vegarada (1.555), descendía por Río Aller, pasando por Casomera y Llamas hasta Collanzo.

En la margen izquierda de dicha carretera, viniendo de Collanzo, se encuentra la iglesia parroquial de San Juan Bautista con pórtico de líneas muy simples. Los orígenes del templo se remontan al año 940, según consta en la inscripción de la piedra triangular de su fachada principal. Fue declarado monumento histórico-artístico de carácter provincial en marzo de 1963. El topónimo Llamas parece derivar del término asturiano “llamarga”, lugar de abundantes aguas y pastizales.

El pico LLAMAS (1.426), también llamado “Curuxéu”, se emplaza en la zona meridional de la Sierra la Zorra, que se extiende de norte a sur, a caballo entre las parroquias de Casomera y Llamas al poniente y la de Santibáñez de la Fuente al este. Divide asimismo los valles del Aller y de Valdecerrao, este último en el entorno de Pola del Pino. La sierra cuenta con otras cotas menores al norte, Cueto la Espina (1.122 y Pena Mayor (1.161), por las que transitaremos, más el techo de la misma en el extremo sur, pico Cueto (1.551), que ya visitamos en su día.

Aparcamos al lado de la iglesia en el poco espacio disponible junto a la misma. Un cartel en los alrededores nos informa sobre el PR–AS 264 (Llamas-Yanos), ruta que seguiremos lo largo de los dos primeros kilómetros y medio en el primer tramo de nuestro recorrido. Rumbo este nos dirigimos a la parte alta del pueblo, tomando como referencia las señales del PR. En las afueras cruzamos la Reguera de las Llamas, para continuar el itinerario dirección noreste siguiendo en ascenso sostenible una pista ganadera.

Iremos dejando atrás diversas brañas, entre ellas La Llaguna (650) y Llanos los Cerezales (825), para terminar en La Milota (874) (K. 2,5). A lo largo de este trayecto aparecerán a nuestras espaldas, al suroeste, cumbres de la Sierra del Cuadro (Cordillera). Al poniente, el P. los Pozos (1.563), Alto de la Tejera (1.560) y Sierra de Conforcos. Al norte, la Sierra de Pelúgano con el P. Formoso (1.245), seguida a la derecha por Peña Mea (1.560), Peñas Negras (1.536), la Forcada (1.556) y pico Cuchu (1.650). Todas estas cumbres reaparecerán desde diferentes perspectivas a lo largo del recorrido.

En La Milota (874), braña con fuentes, abandonamos el PR-AS 264. Brusco giro al sur por estrecha senda en subida con matorral invadiendo en ocasiones el camino. Es un recorrido transversal de un kilómetro por las faldas de Sierra la Zorra hasta un collado con pradería. Nuevo viraje al noreste en ascenso por sendero –estrategia de zigzag- para alcanzar, al cabo de 250 metros, el extremo norte del cordal (1.050) (K. 3,75), dando vistas al valle de Valdecerrao y de San Isidro, con poblaciones como Yanos (530) y Pola del Pino (590).

Se amplía la panorámica del Cordal del Retriñón al norte con Les Aberrugues (1.616), La Forá (1.644) y el propio Retriñón (1.799). Más al este se impone la puntiaguda silueta, blanca a la sazón, del Torres (2.106) con el Valverde (1.971) como escudero a su derecha. Al sur de la sierra se divisa asomando el pico Llamas, nuestro objetivo de hoy.

Iniciamos el recorrido por el cordal rumbo sur en ligero ascenso siguiendo veredas, a veces interrumpidas por brezo y tojo, que en los primeros compases no presentan especiales dificultades. Así remontamos hasta Cueto la Espina (1.122), cerro intrascendente, con majada y cabañas a su izquierda. Continuamos haciendo frente al matorral rodeando la siguiente cota, Pena Mayor (1.161), por su derecha. Nos resta sortear el siguiente obstáculo, Pico la Estrecha (1.170), último cerro antes de iniciar el ascenso al pico Llamas.

En su base encontramos un promontorio en forma de pared, rodeado de matorral y arbolado a su izquierda. Se puede afrontar trepando con precaución por esa pared de unos cinco metros, rodeándolo por la izquierda con ramas caídas que dificultan la marcha o virando a la derecha en amplio giro, que supone descender un tramo para reincorporarse de nuevo a la trayectoria en subida. Resituados en la dirección correcta, afrontamos el ascenso pindio por veredas marcadas que, a mitad de su ladera norte, se pierden entre espeso brezal y tojal. Superado con paciencia el obstáculo, quemas recientes, producidas tal vez por la mano del hombre, nos facilitan el acceso a la cima del Llamas (1.426) (K. 5,6), señalada con pequeño vértice geodésico.

A las panorámicas descritas, que se repiten amplificadas desde semejante atalaya, añadimos la imponente y cercana presencia al sur del pico CUETO (1.551) con su bosque de hayas. A su izquierda, este-sureste, Peña Melera (1.541) y Los Pandos (1.573) en segundo plano más allá de las Foces del Pino. Detrás, cotas de la Serranía de Fuentes de Invierno: Picón de las Rubias (1.956), Nogales (2.077), Jeje (2.064), Cabritera (1.913) y peña Redonda (1.837), asomando tras la silueta del Cueto. En el horizonte lejano al este, el Cornión (Picos de Europa). Por el suroeste, la Sierra del Cuadro (Cordillera) con el Estorbín de Valverde (2.144) destacado y, más al oeste, cumbres de la Vía Carisa, con la Sierra del Aramo (1.791) asomando en lontananza.

Descendemos por el sur en pocos minutos hasta un pequeño collado. Viramos al poniente para bajar a campo través por fuerte desnivel pisando tierra quemada. Poco después encontramos la vereda que desciende en zigzag hasta la Reguera Urmián (K. 7,10). La cruzamos sin problemas y continuamos por sendero en bosque mixto, a veces incómodo por la caída de ramaje. Tras unos 200 metros encontramos una cabaña derruida, donde nuevos obstáculos nos impiden continuar por la senda. Saltamos el muro de piedra y descendemos por pradería, para enseguida retomar el camino que nos devuelve a la reguera en cota más baja, volviendo a cruzarla en sentido contrario.

A partir de aquí una senda bien marcada, rumbo oeste, desciende entre arbolado, paralela a las aguas por angosto valle, aguas que forman leves cascadas en algún tramo. Cabañas a su vera y como fondo las estribaciones ya descritas al oeste-suroeste. Llegaremos, tras obstáculos que se repiten, a una cuadra con pequeña campera, donde parece que termina el camino. Basta cruzar la pradería en bajada para reencontrarlo. Trescientos metros después desembocamos en una encrucijada (K.9), por encima de la AE-6. Viramos al norte por amplia pista, paralela a la carretera, pista que al cabo de aproximadamente dos kilómetros nos dejará en el punto de partida.

Ruta de recorrido medio, con desnivel asequible, que discurre por pistas, sendas y veredas, pero que no resulta fácil por la constante presencia de matorral en algunos tramos, así como por la caída de troncos y ramas en zonas de bosque, circunstancias que conllevan un penoso esfuerzo. Si el itinerario no es un camino de rosas, la cima deviene atalaya privilegiada, que compensa con creces el afán de ese día: cordillera, cordales, sierras, valles, bosques, majadas... y el contrapunto de cumbres nevadas. ¡Cota modesta, ubicada estratégicamente!