Llananzanes - Braña de Llananzanes - Collada Rocín - San Pedro - Campanal de Riba - Llananzanes

Llananzanes - Braña de Llananzanes - Collado Rocín - San Pedro - Campanal - Llananzanes

Iniciamos la ruta en la aldea de Llananzanes hasta donde se puede llegar en coche, después de tomar un desvío en La Paraya, cruzar el río Carbayalín y subir por una estrecha carreterilla de 1 km. Junto a la escuela hay un pequeño espacio donde se puede dejar el coche.
Llananzanes, según nos informó una antigua vecina nacida en el pueblo aunque en la actualidad residente en Gijón, sólo está habitada ocasionalmente, en especial los fines de semana, como era su caso.
Cuenta con una pequeña capilla restaurada que está bajo la advocación de Santa Ana.
Rebasada Llananzanes, continuamos hacia arriba siguiendo la andadura de un milenario camino, dicen que de origen romano, que por el puerto de Piedrafita traspasa los límites asturianos y nos comunica con las tierras leonesas. Esta subida está balizada como "PR AS -265. Puerto de Piedrafita", por él va discurrir una parte de nuestra ruta.
En la parte más baja iremos acompañados por un canal de agua perteneciente a la central hidroeléctrica de La Paraya.
Desde la salida del pueblo, el camino deja dos desvíos que salen hacia atrás por la izquierda, pero al llegar a la bifurcación de Corraldoso tenemos que abandonar el PR y camino principal, para tomar el desvío de la izquierda; por el de la derecha bajaremos a la vuelta.
A partir de aquí, la pista se convierte en un sendero. La ascensión discurre por un bonito bosque de hayas, debiendo atravesar hasta en tres ocasiones arroyos/torrentes entre los que destaca el de la Carbazosa, fácilmente vadeables, especialmente en esta época del año. Pasamos por el Rasteyu, con varias cuadras y cabañas abandonadas.
Seguimos nuestro ascenso hasta desembocar en la campera y Braña de Llananzanes, que siempre nos impresionó por su extensión y por su magnífica ubicación, en cuanto a vistas se refiere. Situada bajo las caídas septentrionales del pico Loma Llagos, frente a Peña Mea y con el Estorbín de Valverde, Rañaoriu y Cantu Boya, allá lejos por la parte occidental.
Buenas praderas, cuadras y cabañas conforman la braña, si bien la mayoría de ellas en mal estado. Aquí nos encontramos con una joven que en la actualidad está acondicionando su cabaña y nos indicó que accedían hasta allí en quad, a través del bosque que los separa de la pista que sube a Piedrafita.
Subiendo hasta la parte alta de la braña nos introdujimos en el bosque siguiendo el camino marcado por el quad. Nuestra intención era salir del bosque en la collada Rocín, pero las huellas del quad nos despistaron, porque van hacia Campanal de Riba.
Retomamos el PR que sube al puerto y accedemos a la Collada Rocín para continuar luego hasta las praderas de San José, una majada que aún conserva restos del arco que sustentaba la entrada de una capilla ya inexistente, y donde dicen que hubo una antigua venta.
El descenso a Llananzanes lo haremos enteramente por la pista que sube al puerto, con una parada en Campanal de Riba, con su fuente y su peculiar cabaña enclavada entre las rocas