Puentenuevo (Llanes): “El Camin Encantau” (El Camino Encantado)

“El Camin Encantau” es una ruta de senderismo denominada así porque a lo largo de su recorrido aparecen unas cuantas figuras talladas en madera de la rica mitología asturiana. Está situada en el valle de Ardisana en el concejo de Llanes y transcurre en su mayor parte por senderos y caminos muy agradables de transitar además de pasar por varios de sus encantadores y pequeños pueblos. La senda está perfectamente señalizada, apenas tiene desniveles y recorre en torno a 10,50 km por lo que se puede considerar un fácil y muy entretenido paseo.
Comenzamos nuestra caminata en el lugar de inicio de la ruta que está en Puentenuevo y dispone de un aparcamiento que facilita el acercamiento al “Camin Encantau” y en cuya entrada ya encontramos algunas pequeñas figuras talladas de la mitología asturiana. La senda comienza al lado del río San Miguel y avanza un tramo paralela al rio. Cruzamos una carretera para seguir avanzando. Por esta parte hay que subir durante un rato, lo que nos permite apreciar la belleza de este valle desde la altura. Llegamos a Gomezan, una pequeña aldea, donde nos encontramos con “Somiciu”, personaje misterioso. Seguimos avanzando por el camino que en varios tramos transcurre entre árboles que lo hacen muy bonito y agradable de recorrer y alcanzamos La Maletería, otro pequeño poblado del valle. Y por aquí anda el temible, ¿o no?, “Hombre del Saco”. En el camino hemos visto cómo nos vigilaba “El Pataricu” con su único ojo. Y el siguiente pueblo por el que pasamos es Ardisana y nos encontramos con su iglesia de Santa Eulalia y su cementerio que nos llama la atención por lo grande que es para un pueblo tan pequeño. Luego nos enteramos de que es el camposanto de todo el valle. En este pueblo han añadido recientemente una bonita figura tallada y decorada con llamativos colores y desconocemos qué personaje es porque aún no han puesto su nombre. Y aquí nos saluda “ El Tiu Pachu” que estaba muy cerca de las estupendas casas de este pueblo. Y en un rato nos da un susto “El Culebre”, esa temible serpiente alada.
Llegamos a un estupendo merendero con buenas y cómodas mesas de madera y en una de ellas pasamos un buen rato reponiendo fuerzas y premiándonos con estupendas viandas.
Retomamos el camino, saludamos a “La Llavandera” y llegamos a la “Cruz de los Garabiales”, donde nos enteramos del porqué del tamaño del cementerio de Ardisana.
Alcanzamos el último pueblo de nuestro recorrido, Riocaliente, donde encontramos los tres últimos personajes mitológicos del camino: “El Musgosu”, señor de los bosques, “La Manona”, que pone orden, y “La Castañera” para reponer fuerzas. Y vemos alguno de los muchos hórreos de este pueblo, y apreciamos algunas bonitas, bien conservadas y cuidadas casas que hay por todo el valle.
Y aquí finaliza la ruta, nos queda volver por la estrecha carretera local al inicio de la misma. No tiene mucho tráfico pero son estos dos km los menos placenteros de este entretenido, ilustrativo e interesante recorrido.