Llanos y Umbría del Chorrillo- Umbría y Fuente del Polvorite- Fuente y Cresta de la Mora. P.N Sierra de Huétor
near El Molinillo, Andalucía (España)
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Itinerary description
PARQUE NATUTAL SIERRA DE HUÉTOR:
En el centro de la provincia de Granada, y a escasos 20 kilómetros de la capital, se encuentra el Parque Natural Sierra de Huétor. Un conjunto de sierras de media altura, donde se alternan estrechos barrancos, arroyos, tajos y calares que forman un relieve complejo debido a la naturaleza caliza del terreno que determina la abundancia de formaciones kársticas. En ellas, el agua se filtra hasta las entrañas de la montaña originando galerías y cuevas donde se acumula, como ocurre en la conocida Cueva del Agua. Posteriormente, emanará en forma de manantiales como sucede en Fuente Grande. Dos de los ríos que recorren estos parajes son el Darro y el Fardes, donde en este último existe trucha común y se ha convertido en un lugar de reunión para los aficionados a la pesca deportiva.
Uno de los principales atractivos de este parque natural es su facilidad de acceso, así como las numerosas pistas forestales que lo recorren, haciendo de él uno de los espacios naturales más visitados de la geografía granadina.
Pinares, encinares, quejigales, zonas de matorral y bosques de ribera componen un valioso mosaico donde encuentran abrigo una gran variedad de especies, muchas de ellas de un gran interés de conservación, como raros endemismos botánicos o especies emblemáticas y amenazadas como la cabra montés o el águila real.
DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO:
Esta ruta se inicia muy cerca de la salida 264 de la autovía A-92 Venta el Molinillo, las Mimbres. En el inicio en la vía de servicio de dicha autovía encontraremos aparcamiento para varios vehículos.
Una vez aparcados, iniciaremos nuestra andadura por la vía de servicio durante 200 m. después nos desviaremos a la derecha por una pista forestal que se sumerge un frondoso bosque de pinos silvestres, laricios y resineros. alternado con algunos ejemplares de cedros del Atlas de repoblación. En primavera y bajo los altos árboles veremos multitud de florecillas que llamarán nuestra atención: diente de león, lino azul, piornos, gamones, gayombas, hierba de Ballesteros, orquídeas, peonías… todo un espectáculo multicolor bajo el manto verde que conforma el bosque.
El camino se interna en el bosque donde aparece una zona rupícola kárstica en la que sorprende el canto de pinzones, colirrojos y el sonido suave y metálico de pequeños agateadores, pajarillos que corretean arriba y abajo de los troncos de los árboles en busca de larvas. La vista se llena con las varas de flores blancas de Asphodelus (Gamones), que un poco más arriba compiten con guillomos y agracejos.
En la BIFURCACIÓN DE LOS FABUARES, tomaremos la pista de la izquierda; dejando a la derecha el CERRO SANTO VICO. Algo después llagaremos a los Llanos del Chorrillo, unos verdes prados en donde se abren las panorámicas pudiendo observar las cimas de la Sierra de Huétor y Sierra Arana. El paso entre estas dos sierras crea un corredor bioclimático con valles, prados y arroyos originados en el Mioceno.
La vegetación ribereña convive con el matorral del borde de bosque en un espacio donde aún es posible contemplar especies amenazadas junto a endrinos y rosales.
Un manto de pequeñas margaritas y tréboles cubre la suave pendiente que asciende desde los pinares del Puerto de la Mora hacia el interior del Parque Natural de la Sierra de Huétor. Son prados efímeros, suelos blandos y ricos, húmedos en la primavera, que en el estío aún conservan parte de su diversidad vegetal. Un pequeño altiplano, una meseta que a modo de plataforma geobiológica sirve de conexión con los grandes picachos, cortados y cerros de Sierra Arana, la última frontera natural del reino de Granada.
De inmediato aparece la primera de las vaguadas que lleva hasta uno de los grandes prados, la meseta de las flores, bordeada de encinas y quejigos bajo los que crecen heléboros, la marihuana de los tontos, madreselvas, zarzales y alguna orquídea tan difícil de ver como la Cephalanthera longifolia, que convive con agracejos y majuelos. Aparecen los primeros rosales silvestres. Es un paraje donde conviven una gran parte de las rosáceas que se dan en los montes de Andalucía Oriental, lo que hace que, en el verano, las flores se adueñen también del paisaje que ya comienza a agostar.
Se los conoce como los PRADOS DEL CHORRILLO, donde se encuentra el centenario, y ahora restaurado, CORTIJO DEL CHORRILLO, que lleva el nombre de la pequeña fuentecilla-abrevadero que daba de beber a hombres y ganados que recorrían los caminos y cañadas que, desde Alfacar, Víznar, Cogollos Vega, Deifontes e Iznalloz se internaban en el corazón de las sierras, hacia Pradonegro, el Molinillo, y los cortijos situados bajo las faldas del Majalijar.
El cortijo del Chorrillo es una finca agrícola y ganadera ancestral, de propiedad privada, que aún continúa en explotación. En esa curva, en la que se detecta el piso supramediterráneo con la presencia de piorno azul, surge la vereda que convierte este recorrido en un paseo circular por diversos ecosistemas. El sendero cruza un espacio de ribera con el cauce de un arroyo seco; los endrinos se mezclan con los rosales, mimbreras y zarzamoras, donde es posible contemplar el vuelo de la mariposa Zerynthia rumina, de colores negro amarillo y rojo, que alterna entre encinas y frutales silvestres ribereños. La umbría alberga fresnos, álamos y zarzales, hasta confluir junto al cauce del arroyo de las Perdices, seco tras los inviernos poco lluviosos que junto al de Pradonegro formarán más abajo el Fardes, uno de los grandes ríos de la provincia de Granada.
Es un territorio fronterizo, con valles, barrancos y cauces, riscos y llanos, generados por la afloración de las cordilleras béticas y los sedimentos que durante el Mioceno dejaron los movimientos de placas geológicas que diez millones de años antes, desde el mar de Alborán, iniciaron su camino entre las sierras costeras malagueñas y la cara norte de Sierra Nevada, prados y montañas convertidos en ventanas tectónicas por las que afloran tierras que mantienen las características de territorios biogeológicos similares a la Almijarra, Alhama, e incluso kársticos como el Torcal o las mesetas del noroeste de Almería.
Desde la primavera hasta bien entrado el verano, los prados, las vaguadas, barrancos y bordes de bosque, muestran sus ecosistemas con abundancia de flores y la biodiversidad que les rodea y vive de ellas, sobre todo insectos que se convierten la base de una larga y compleja cadena alimentaria que va desde las aves a los grandes mamíferos. La Sierra de Huétor está considerada como uno de los espacios naturales más idóneos para la observación de especies vegetales mediterráneas. En esta zona conviven dos pisos bioclimáticos, los llamados meso y supramediterráneo, que oscilan entre 600 y 1.900 metros de altitud. La presencia de poblaciones de Retama, junto a la abundancia de esparto y romero, señala la existencia del primero de ellos, mientras los agracejos, piorno azul y endrino de Sierra Nevada, que crecen en las vaguadas y riberas, marcan la presencia del segundo de los pisos bioclimáticos, considerado como próximo a la alta montaña.
Desde el Cortijo del Chorrillo, ascenderemos por la senda que enlaza con el CARRIL DEL COLLADO DEL CIGARRÓN y que se adentra de nuevo en el bosque hasta alcanzar el COLLADO DEL CIGARRÓN.
Después de un corto descenso encontraremos otra bifurcación; tomaremos el carril de la izquierda que atraviesa un frondoso Barranco que proviene del Puntal de la Mora. Unas decenas de metros más y nos desviaremos momentáneamente a la derecha para dirigirnos a la FUENTE DE POLVORITE. A pocos metros hay una pequeña balsa alambrada, donde mana abundante caudal de agua y por bajo, varios abrevaderos para el ganado.
En esta ladera se inicia el nacimiento del Arroyo de Polvorite, afluente base del río Darro, llamándonos la atención en la confluencia de los carriles, la presencia de un gran PINO CON CINCO TRONCOS, ideal para hacer una foto.
Después de un pequeño descanso regresamos al carril para continuar la marcha, en ascenso. A la izquierda discurre el Barranco de la Mora y a la derecha el Barranco de Polvorite. Siguiendo el camino, llegaremos a otra intersección en el COLLADO DE LOS POLLOS; aquí tomaremos la pista que en descenso se interna en un precioso pinar. El descenso termina al cruzar el BARRANCO DE LA MORA; aquí encontraremos una majada, desprovista de pinos y rodeada por una alambrada. En el lado opuesto está situada la FUENTE DE LA MORA, con un excelente caño de agua cristalina y a su pie varios pilones para abrevadero del ganado, muchos renacuajos y mariposas. Esta fuente abastecía a la fuente que hay en el Puerto de La Mora en tiempos en que no existía la autovía y también estaba el Kiosco "El Goro" en el Puerto de La Mora.
Esta zona es concurrida por variadas especies de aves: tórtolas, arrendajos, jilgueros, pinzones, torcaces, hurracas, alcotanes, gavilanes y otras que acuden a beber y a bañarse. En los lugares embarrados se observan numerosos "revolcaderos" de jabalíes.
Nuestro recorrido continua con un tramo campo a través, en el que tendremos que estar atentos al GPS. El tramo consiste en un ascenso hasta el COLLADO DE LA MORA, en el que pasaremos por una pintoresca CUEVA. Continuaremos el ascenso por una zona con mucho INTERÉS GEOLÓGICO donde encontraremos CANUTOS, VENTANAS Y DOLINAS. Tras coronar el mencionado collado, bordearemos un tajo y un roquedo, desde donde obtendremos unas fantásticas panorámicas de las cumbres de la Sierra de Huétor y Arana: Majalijar, Peña de la Cruz, Cabeza de Caballo y Jinestral.
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Proseguiremos con un intrincado y serpenteante descenso (sin sendero claro), donde tendremos que extremas las precauciones, y que terminará al llegar a la UMBRÍA DEL CHORRILLO, junto a un ARROYO DEL CHORRILLO que tendremos que cruzar. Proseguiremos por un sendero que discurre en paralelo al Arroyo hasta enlazar con el camino de ida en los Prados del Chorrillo. Es el último tramo de un recorrido circular donde los bordes de bosque sorprenden con las flores grandes y amarillas de Adonis vernalis, una especie catalogada como vulnerable a la extinción y que tiene en la sierra de Huétor uno de sus principales lugares de observación.
Proseguiremos a la izquierda por una pista que se vuelve a sumergir en el magnífico bosque y justo antes de llegar a la vía de servicio podremos disfrutar de un frondoso Cedral. Una vez en la vía de servicio la tomaremos a la izquierda para llegar al punto de inicio y final de esta interesante, relajante y muy recomendable ruta.
En el centro de la provincia de Granada, y a escasos 20 kilómetros de la capital, se encuentra el Parque Natural Sierra de Huétor. Un conjunto de sierras de media altura, donde se alternan estrechos barrancos, arroyos, tajos y calares que forman un relieve complejo debido a la naturaleza caliza del terreno que determina la abundancia de formaciones kársticas. En ellas, el agua se filtra hasta las entrañas de la montaña originando galerías y cuevas donde se acumula, como ocurre en la conocida Cueva del Agua. Posteriormente, emanará en forma de manantiales como sucede en Fuente Grande. Dos de los ríos que recorren estos parajes son el Darro y el Fardes, donde en este último existe trucha común y se ha convertido en un lugar de reunión para los aficionados a la pesca deportiva.
Uno de los principales atractivos de este parque natural es su facilidad de acceso, así como las numerosas pistas forestales que lo recorren, haciendo de él uno de los espacios naturales más visitados de la geografía granadina.
Pinares, encinares, quejigales, zonas de matorral y bosques de ribera componen un valioso mosaico donde encuentran abrigo una gran variedad de especies, muchas de ellas de un gran interés de conservación, como raros endemismos botánicos o especies emblemáticas y amenazadas como la cabra montés o el águila real.
DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO:
Esta ruta se inicia muy cerca de la salida 264 de la autovía A-92 Venta el Molinillo, las Mimbres. En el inicio en la vía de servicio de dicha autovía encontraremos aparcamiento para varios vehículos.
Una vez aparcados, iniciaremos nuestra andadura por la vía de servicio durante 200 m. después nos desviaremos a la derecha por una pista forestal que se sumerge un frondoso bosque de pinos silvestres, laricios y resineros. alternado con algunos ejemplares de cedros del Atlas de repoblación. En primavera y bajo los altos árboles veremos multitud de florecillas que llamarán nuestra atención: diente de león, lino azul, piornos, gamones, gayombas, hierba de Ballesteros, orquídeas, peonías… todo un espectáculo multicolor bajo el manto verde que conforma el bosque.
El camino se interna en el bosque donde aparece una zona rupícola kárstica en la que sorprende el canto de pinzones, colirrojos y el sonido suave y metálico de pequeños agateadores, pajarillos que corretean arriba y abajo de los troncos de los árboles en busca de larvas. La vista se llena con las varas de flores blancas de Asphodelus (Gamones), que un poco más arriba compiten con guillomos y agracejos.
En la BIFURCACIÓN DE LOS FABUARES, tomaremos la pista de la izquierda; dejando a la derecha el CERRO SANTO VICO. Algo después llagaremos a los Llanos del Chorrillo, unos verdes prados en donde se abren las panorámicas pudiendo observar las cimas de la Sierra de Huétor y Sierra Arana. El paso entre estas dos sierras crea un corredor bioclimático con valles, prados y arroyos originados en el Mioceno.
La vegetación ribereña convive con el matorral del borde de bosque en un espacio donde aún es posible contemplar especies amenazadas junto a endrinos y rosales.
Un manto de pequeñas margaritas y tréboles cubre la suave pendiente que asciende desde los pinares del Puerto de la Mora hacia el interior del Parque Natural de la Sierra de Huétor. Son prados efímeros, suelos blandos y ricos, húmedos en la primavera, que en el estío aún conservan parte de su diversidad vegetal. Un pequeño altiplano, una meseta que a modo de plataforma geobiológica sirve de conexión con los grandes picachos, cortados y cerros de Sierra Arana, la última frontera natural del reino de Granada.
De inmediato aparece la primera de las vaguadas que lleva hasta uno de los grandes prados, la meseta de las flores, bordeada de encinas y quejigos bajo los que crecen heléboros, la marihuana de los tontos, madreselvas, zarzales y alguna orquídea tan difícil de ver como la Cephalanthera longifolia, que convive con agracejos y majuelos. Aparecen los primeros rosales silvestres. Es un paraje donde conviven una gran parte de las rosáceas que se dan en los montes de Andalucía Oriental, lo que hace que, en el verano, las flores se adueñen también del paisaje que ya comienza a agostar.
Se los conoce como los PRADOS DEL CHORRILLO, donde se encuentra el centenario, y ahora restaurado, CORTIJO DEL CHORRILLO, que lleva el nombre de la pequeña fuentecilla-abrevadero que daba de beber a hombres y ganados que recorrían los caminos y cañadas que, desde Alfacar, Víznar, Cogollos Vega, Deifontes e Iznalloz se internaban en el corazón de las sierras, hacia Pradonegro, el Molinillo, y los cortijos situados bajo las faldas del Majalijar.
El cortijo del Chorrillo es una finca agrícola y ganadera ancestral, de propiedad privada, que aún continúa en explotación. En esa curva, en la que se detecta el piso supramediterráneo con la presencia de piorno azul, surge la vereda que convierte este recorrido en un paseo circular por diversos ecosistemas. El sendero cruza un espacio de ribera con el cauce de un arroyo seco; los endrinos se mezclan con los rosales, mimbreras y zarzamoras, donde es posible contemplar el vuelo de la mariposa Zerynthia rumina, de colores negro amarillo y rojo, que alterna entre encinas y frutales silvestres ribereños. La umbría alberga fresnos, álamos y zarzales, hasta confluir junto al cauce del arroyo de las Perdices, seco tras los inviernos poco lluviosos que junto al de Pradonegro formarán más abajo el Fardes, uno de los grandes ríos de la provincia de Granada.
Es un territorio fronterizo, con valles, barrancos y cauces, riscos y llanos, generados por la afloración de las cordilleras béticas y los sedimentos que durante el Mioceno dejaron los movimientos de placas geológicas que diez millones de años antes, desde el mar de Alborán, iniciaron su camino entre las sierras costeras malagueñas y la cara norte de Sierra Nevada, prados y montañas convertidos en ventanas tectónicas por las que afloran tierras que mantienen las características de territorios biogeológicos similares a la Almijarra, Alhama, e incluso kársticos como el Torcal o las mesetas del noroeste de Almería.
Desde la primavera hasta bien entrado el verano, los prados, las vaguadas, barrancos y bordes de bosque, muestran sus ecosistemas con abundancia de flores y la biodiversidad que les rodea y vive de ellas, sobre todo insectos que se convierten la base de una larga y compleja cadena alimentaria que va desde las aves a los grandes mamíferos. La Sierra de Huétor está considerada como uno de los espacios naturales más idóneos para la observación de especies vegetales mediterráneas. En esta zona conviven dos pisos bioclimáticos, los llamados meso y supramediterráneo, que oscilan entre 600 y 1.900 metros de altitud. La presencia de poblaciones de Retama, junto a la abundancia de esparto y romero, señala la existencia del primero de ellos, mientras los agracejos, piorno azul y endrino de Sierra Nevada, que crecen en las vaguadas y riberas, marcan la presencia del segundo de los pisos bioclimáticos, considerado como próximo a la alta montaña.
Desde el Cortijo del Chorrillo, ascenderemos por la senda que enlaza con el CARRIL DEL COLLADO DEL CIGARRÓN y que se adentra de nuevo en el bosque hasta alcanzar el COLLADO DEL CIGARRÓN.
Después de un corto descenso encontraremos otra bifurcación; tomaremos el carril de la izquierda que atraviesa un frondoso Barranco que proviene del Puntal de la Mora. Unas decenas de metros más y nos desviaremos momentáneamente a la derecha para dirigirnos a la FUENTE DE POLVORITE. A pocos metros hay una pequeña balsa alambrada, donde mana abundante caudal de agua y por bajo, varios abrevaderos para el ganado.
En esta ladera se inicia el nacimiento del Arroyo de Polvorite, afluente base del río Darro, llamándonos la atención en la confluencia de los carriles, la presencia de un gran PINO CON CINCO TRONCOS, ideal para hacer una foto.
Después de un pequeño descanso regresamos al carril para continuar la marcha, en ascenso. A la izquierda discurre el Barranco de la Mora y a la derecha el Barranco de Polvorite. Siguiendo el camino, llegaremos a otra intersección en el COLLADO DE LOS POLLOS; aquí tomaremos la pista que en descenso se interna en un precioso pinar. El descenso termina al cruzar el BARRANCO DE LA MORA; aquí encontraremos una majada, desprovista de pinos y rodeada por una alambrada. En el lado opuesto está situada la FUENTE DE LA MORA, con un excelente caño de agua cristalina y a su pie varios pilones para abrevadero del ganado, muchos renacuajos y mariposas. Esta fuente abastecía a la fuente que hay en el Puerto de La Mora en tiempos en que no existía la autovía y también estaba el Kiosco "El Goro" en el Puerto de La Mora.
Esta zona es concurrida por variadas especies de aves: tórtolas, arrendajos, jilgueros, pinzones, torcaces, hurracas, alcotanes, gavilanes y otras que acuden a beber y a bañarse. En los lugares embarrados se observan numerosos "revolcaderos" de jabalíes.
Nuestro recorrido continua con un tramo campo a través, en el que tendremos que estar atentos al GPS. El tramo consiste en un ascenso hasta el COLLADO DE LA MORA, en el que pasaremos por una pintoresca CUEVA. Continuaremos el ascenso por una zona con mucho INTERÉS GEOLÓGICO donde encontraremos CANUTOS, VENTANAS Y DOLINAS. Tras coronar el mencionado collado, bordearemos un tajo y un roquedo, desde donde obtendremos unas fantásticas panorámicas de las cumbres de la Sierra de Huétor y Arana: Majalijar, Peña de la Cruz, Cabeza de Caballo y Jinestral.
.
Proseguiremos con un intrincado y serpenteante descenso (sin sendero claro), donde tendremos que extremas las precauciones, y que terminará al llegar a la UMBRÍA DEL CHORRILLO, junto a un ARROYO DEL CHORRILLO que tendremos que cruzar. Proseguiremos por un sendero que discurre en paralelo al Arroyo hasta enlazar con el camino de ida en los Prados del Chorrillo. Es el último tramo de un recorrido circular donde los bordes de bosque sorprenden con las flores grandes y amarillas de Adonis vernalis, una especie catalogada como vulnerable a la extinción y que tiene en la sierra de Huétor uno de sus principales lugares de observación.
Proseguiremos a la izquierda por una pista que se vuelve a sumergir en el magnífico bosque y justo antes de llegar a la vía de servicio podremos disfrutar de un frondoso Cedral. Una vez en la vía de servicio la tomaremos a la izquierda para llegar al punto de inicio y final de esta interesante, relajante y muy recomendable ruta.
Waypoints
Mountain pass
5,156 ft
Collado de la Mora. Vistas a Majalijar, Peña de la Cruz, Cabeza de Caballo y Jinestral
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