Lo Mejor de Blanca con Cima del Solan por la atractiva cara Norte: Virgen Blanca,Castillo,Monumentos,Rio y Mirador Alto de Bayna

Parquing

Aparcamiento para unos 4 coches aproximadamente

Canteras

Refugio libre y Canteras

Waypoint

Intersección

Al llegar a las crestas cuerda, pequeña traza por la izquierda

Waypoint

Canal de subida. La señal es una mancha grande blanca

Panorámica

Panorámica

Panorámica

Panorámica

Canal subida

Paso de entrada al Collado cima

Pequeño Kjeragbolten

Pequeño Kjeragbolten

Cuerda cimera

Cima del Solan

Impresionantes formaciones

Panorámica crestas y mini Preikestolen

Sobre espectacular Mini Preikestolen

Espectacular Mini Preikestolen

Waypoint

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Intersección

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Intersección

Vamos, que es más cómodo ir por la cresta

Intersección derecha hacia la virgen Blanca

La Virgen Blanca de la Sierra del Solan

Todo aquel que visite Blanca verá, en lo más alto de la Sierra del Solán, la figura en piedra artificial de la Virgen Blanca. Su historia se remonta al año 1983 en que un grupo de blanqueños, que había realizado los Cursillos de Cristiandad, tiene la idea de que una imagen de la Virgen presidía el pueblo; expusieron la idea al párroco, D. Roberto Sánchez Muñoz, que les ofreció su apoyo, así como el alcalde, D. Valero Martínez Palazón. El primer paso fue buscar quién podía hacer una talla de un tamaño que permitiera su vista desde cualquier punto y, tras diversas gestiones, llegaron a ponerse en contacto con el catedrático y escultor D. Anastasio Martínez Valcárcel, que acogió con entusiasmo y predisposición la idea. Sin pérdida de tiempo puso manos a la obra para elaborar un boceto que a los promotores de la idea les encantó, por lo que en abril de 1984 se firmó el contrato. El modelado de la figura en arcilla, precisó una tonelada, fue realizado durante los meses de julio a septiembre del citado año y la fundición, en piedra artificial, entre noviembre de 1984 y febrero de 1985. Algunos datos de la escultura son: Altura, 3,60 m (sin pedestal); peso, 2.500 kg; precio, 500.000 pesetas (3.000 €). Para obtener el dinero se recurrió a realizar una rifa en combinación con el sorteo de la ONCE, de 1.000 papeletas y con un TV color de 22” como premio, que le tocó a Pilar Turpín, siendo las ganancias mínimas. No se desanimaron y volvieron a realizar otro sorteo, en combinación con la lotería nacional de Navidad de 1983, siendo esta vez el premio un Seat Panda, cada papeleta llevaba cuatro números y el precio de venta era de 100 pesetas. La cantidad que se obtuvo de este sorteo fue de 6.150 pesetas y, como no tocó, la papeleta del número agraciado con el “gordo” de Navidad, el número 53.288, quedó sin vender, ya había dinero para todos los gastos, y la Virgen presidiría el municipio. Una vez finalizada la obra, el transporte del taller del escultor a Blanca lo realizó Pedro Molina Miñano “El Sacristán” y la subida de las cuatro partes de la escultura al lugar convenido, monte arriba, lo realizó Luis Candel Molina “El Jaro”, con un tractor de cadenas de su propiedad, siendo el equipo de albañiles de Antonio Box García el encargado de realizar la peana, montar el andamiaje y, mediante poleas, izar las partes en que estaba dividida la escultura y ensamblarlas. Tras quince días de duros y difíciles trabajos, dirigidos y supervisados por el autor de la escultura y transcurridos dieciocho meses desde el primer contacto con el escultor, en mayo de 1985, quedó colocada y, debido al color de la piedra utilizada, decidieron llamarla Virgen Blanca. El alcalde dispuso la colocación de un pararrayos próximo a la escultura así como que se llevase una línea eléctrica para su alumbrado durante la noche. Para dar gracias por el éxito, el cura párroco celebró una Misa de Acción de Gracias. Fue bendecida el 28 de mayo de 1992 por el párroco de entonces, D. Jesús Ruiz Gómez, instaurando la costumbre de que a últimos de mayo, mes de María, mes de las flores, se celebre una misa a sus pies. Si vienes a Blanca no dejes de subir a ella, hoy tiene acceso por carretera de tierra y buen sendero desde el castillo; las vistas que se contemplan de allí bien merece la pena. FUENTE: https://www.facebook.com//pfbid034y9csTc8NYYwnAYbJCX5FEVXWWd1E8CQVHbDXNYvdJZGVYfGneQfeysUCHHR5E2Zl?notif_id=1667918421827930¬if_t=feedback_reaction_generic&ref=notif

Panorámica

Mirador de la Bandera de España

Hay que salirse del camino con cuidado

Castillo de Blanca

Castillo de Blanca Guardián de la zona norte del Valle de Ricote Restaurado en 2006, el castillo está declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento. Se emplaza a unos 220 metros de altura en un espolón rocoso de la Sierra del Solán, sobre el paraje de Las Excanales, en la margen izquierda del Río Segura. Fue edificado en los siglos centrales de la Edad Media con el propósito de proteger a la población asentada en torno a la Peña Negra y fiscalizar la producción agropecuaria de la zona septentrional del Valle de Ricote (Favaran, al-Darrax, ...), donde debió darse una unidad administrativa (hisn) en los últimos siglos del periodo andalusí (siglos XII y XIII). Los restos más visibles y emblemáticos del castillo corresponden al recinto de la alcazaba o celloquia, área menor que se distingue por los tres rotundos torreones alineados que refuerzan su flanco oriental, el más accesible. Estos torreones fueron edificados entre 1180 y 1210, según se desprende de la datación por Carbono-14 de diferentes fragmentos de las agujas de sus tapias. Están fechados, por tanto, en la etapa de ocupación almohade del sureste (1172-1228). En cuanto a la muralla del recinto exterior, el albacar, se halla muy perdida y es difícil de distinguir entre la vegetación. En los años 2004 y 2005 se realizaron sendas intervenciones arqueológicas en el recinto exterior, que revelaron la existencia de una torre en el punto más elevado del área fortificada. Desde esta torre se prolongan dos muros paralelos y perpendiculares a ella que bajan hasta el cantil rocoso existente en el lado norte. Al borde del precipicio existiría otra torre, según interpretación de los arqueólogos que lo excavaron. Estas estructuras constituían el cierre noroeste de la fortificación. El resto del recinto utilizaría la propia orografía como elemento de protección natural. En 1285, con posterioridad a la conquista castellana del emirato de Murcia, se creará la encomienda santiaguista de Ricote, formada por los castillos de Negra, La Peña de Oxox y Ricote, así como por alquerías de mudéjares asociadas a estas fortalezas. Será en el transcurso del siglo XIV, entre 1315 y 1382, cuando la población de Negra pase a denominarse «Blanca», registrándose documentalmente este nuevo topónimo en la última fecha. El cambio pudo estar en relación con las connotaciones negativas del nombre original. De un siglo después, finales de 1448, cabe subrayar el asedio del castillo durante varios días por el comendador de Segura Rodrigo Manrique, tras saquear todos los lugares del Valle de Ricote. La última información documental de hábitat en esta fortaleza se constata en 1544.

Castillo de Blanca

Castillo de Blanca Guardián de la zona norte del Valle de Ricote Restaurado en 2006, el castillo está declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento. Se emplaza a unos 220 metros de altura en un espolón rocoso de la Sierra del Solán, sobre el paraje de Las Excanales, en la margen izquierda del Río Segura. Fue edificado en los siglos centrales de la Edad Media con el propósito de proteger a la población asentada en torno a la Peña Negra y fiscalizar la producción agropecuaria de la zona septentrional del Valle de Ricote (Favaran, al-Darrax, ...), donde debió darse una unidad administrativa (hisn) en los últimos siglos del periodo andalusí (siglos XII y XIII). Los restos más visibles y emblemáticos del castillo corresponden al recinto de la alcazaba o celloquia, área menor que se distingue por los tres rotundos torreones alineados que refuerzan su flanco oriental, el más accesible. Estos torreones fueron edificados entre 1180 y 1210, según se desprende de la datación por Carbono-14 de diferentes fragmentos de las agujas de sus tapias. Están fechados, por tanto, en la etapa de ocupación almohade del sureste (1172-1228). En cuanto a la muralla del recinto exterior, el albacar, se halla muy perdida y es difícil de distinguir entre la vegetación. En los años 2004 y 2005 se realizaron sendas intervenciones arqueológicas en el recinto exterior, que revelaron la existencia de una torre en el punto más elevado del área fortificada. Desde esta torre se prolongan dos muros paralelos y perpendiculares a ella que bajan hasta el cantil rocoso existente en el lado norte. Al borde del precipicio existiría otra torre, según interpretación de los arqueólogos que lo excavaron. Estas estructuras constituían el cierre noroeste de la fortificación. El resto del recinto utilizaría la propia orografía como elemento de protección natural. En 1285, con posterioridad a la conquista castellana del emirato de Murcia, se creará la encomienda santiaguista de Ricote, formada por los castillos de Negra, La Peña de Oxox y Ricote, así como por alquerías de mudéjares asociadas a estas fortalezas. Será en el transcurso del siglo XIV, entre 1315 y 1382, cuando la población de Negra pase a denominarse «Blanca», registrándose documentalmente este nuevo topónimo en la última fecha. El cambio pudo estar en relación con las connotaciones negativas del nombre original. De un siglo después, finales de 1448, cabe subrayar el asedio del castillo durante varios días por el comendador de Segura Rodrigo Manrique, tras saquear todos los lugares del Valle de Ricote. La última información documental de hábitat en esta fortaleza se constata en 1544.

La Peña Negra

Peña Negra Geoforma que dio nombre a la población de Blanca Si hay una geoforma que se identifique con Blanca ésta es la Peña Negra. Una masa pétrea de color muy oscuro, prácticamente negra, que constituye el núcleo a partir del cual nace el caserío más antiguo de esta población. En mitad de la ladera sur de la Sierra del Solán, bajo el intricado laberinto de calles, yacen los materiales tríasicos de la facies keuper originados en un mar somero hace más de 200 Ma. Un poco más antiguos, pero también del periodo Triásico, son los estratos de caliza que forman el espectacular farallón, junto al Segura, sobre el que se asienta el castillo. Es también en este periodo geológico cuando una serie de episodios distensivos de la corteza terrestre, mediante un conjunto de fallas, permitieron la intrusión de magmas básicos que ascendieron, desde el manto terrestre, sin llegar a emerger en superficie. El enfriamiento relativamente lento de estos magmas dio lugar a rocas duras, de intenso color oscuro. Son las diabasas y ofitas, rocas llamadas subvólcanicas que aparecieron en superficie cuando la erosión eliminó los materiales que las cubrían. Constituyen las rocas ígneas más abundantes en la Región de Murcia y aquí conforman la característica Peña Negra.

Plaza Mayor con Iglesia,Ayuntamiento y estatuas y bonitas callejuelas

Iglesia de San Juan Evangelista. De mezquita mudéjar a iglesia morisca. La iglesia parroquial de Blanca se ubica en el mismo suelo de la mezquita mudéjar, que fue transformada en templo cristiano en 1501 (inicio del periodo morisco, 1501-1613). En el año 1507, la primitiva iglesia ya tenía la advocación de San Juan. Por entonces, estaba hecha a dos naves sobre dos pilares de yeso, con una cubierta a dos aguas de madera, caña y teja, disponiendo de un altar con imágenes pintadas en papel. Por quedarse pequeño, el cuerpo principal será ensanchado, añadiéndole la capilla y la torre, como se constata en la primera mitad del siglo XVI; ampliación que continuará con posterioridad. Por amenazar ruina a finales del siglo XVII, el primitivo templo sería derribado para su nueva construcción, tal como se registra en 1701. La nueva iglesia comenzará a ser edificada hasta alcanzar la configuración que hoy tiene en el propio siglo XVIII. De un estilo barroco modesto y austero, tiene planta rectangular, con tres naves cubiertas con bóvedas. Encima de la puerta principal de acceso está esculpida la cruz de la Orden de Santiago, a quien pertenecía la Encomienda del Valle de Ricote.

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Lavadero de la Excanales y bonitos murales de la villa de al lado

"Punto de socialización de las blanqueñas de antaño El lavadero público fue construido en el año 1936, aprovechando el agua de la Acequia Principal de Blanca. Tras la Guerra Civil (1936-1939) se edificó su cubierta a demanda de las blanqueñas, quienes lo utilizaron hasta finales de la década de 1960, constituyendo un importante punto socialización vecinal. A principios de la siguiente década, cuando el piragüismo irrumpió en Blanca, se convirtió en la casa de las piraguas del club San Fernando. El lavadero fue restaurado en el año 2003; actuación que no contempló su recuperación funcional." https://patrimoniodelahuertadeblanca.blogspot.com/p/5-lavadero-de-las-excanales.html?m=1

Bajamos al río por pasarela del Puente

Playa Fluvial del Segura

Subimos escaleras para ir a ver murales y Museo Pedro Cano

Múrales chulisimos

Fundación/Museo de Pedro Cano

Pedro Cano nació en Blanca y empezó a pintar a los once años. Al cumplir diecinueve se trasladó a Madrid e ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, donde tuvo, entre otros, a profesores como Antonio López García y Juan Barjola. En 1969 consiguió una beca por oposición para pasar tres años en la Academia de España en Roma. Pasada esta temporada se trasladó a Anguillara, un pequeño pueblo a las afueras de Roma, donde sigue viviendo habitualmente cuando está en Italia. Ha expuesto en numerosas salas públicas y privadas en Europa y América y posee obra en el Museo Vaticano, en la Galleria degli Uffizi en Florencia y en el Meadows Museum en Dallas. Durante los años 80 vivió durante cinco años en Nueva York, aunque nunca ha dejado de regresar a menudo a su pueblo en la provincia de Murcia. De Pedro Cano han escrito personalidades como Alfonso Pérez Sánchez, Maurizio Calvesi, Predrag Matvejevich, Juan Manuel Bonet y Lorenza Trucchi.

Río y Huerta de Blanca

El municipio de Blanca posee un rico patrimonio hidráulico asociado a su fértil huerta, fruto de un pasado eminentemente agrícola. Conocer e interpretar los bienes tradicionales que han hecho posible este bello espacio es lo que ofrece este itinerario encuadrado en el paisaje cultural del Valle de Ricote. Desde el periodo andalusí (Edad Media), el agricultor blanqueño ha sabido combinar agua, tierra, luz, calor y especies vegetales para dar sentido a la extensa Huerta de Blanca y a su pueblo. Durante los últimos diez siglos, los sotos de las dos márgenes del Río Segura han sido irrigados por distintos sistemas hidráulicos que lo han sangrado, llegando a alcanzar las vertientes altas del valle. Azudes, acequias, acueductos, minas, norias, ceñas y motores hidráulicos son los bienes que han permitido forjar este rincón del paraíso de la zona norte del Valle de Ricote. El patrimonio hidráulico de la Huerta de Blanca posibilita interpretar la evolución de su paisaje histórico ¿Te atreves a descubrirlo?

Río y Huerta de Blanca

La desaparecida Noria del Campillo se localizaba en el lugar que hoy ocupa el edificio de La Turbina, en la desembocadura del Barranco del Zapatero (Alto Palomo). Documentalmente, estuvo elevando agua del Rio Segura desde el siglo XVI hasta el momento de su sustitución por la turbina hidráulica (1892), aunque el artilugio se puede remontar a la Edad Media, como prueba la toponimia medieval de su espacio irrigado, En el periodo morisco era conocida como «Noria de Serrano», posibilitando irrigar los parajes de Chorochola (topónimo olvidado) y Buyla (Bulila). Era en este último espacio donde se encontraba la mayor superficie de huerta, tradicionalmente conocida como «Huerta de Buyla». De la noria fluvial aún se conserva el sector izquierdo de la estructura que sustentaba la rueda, así como los canales de recogida; sección que fue reutilizada para edificar una de las paredes del inmueble de La Turbina. Los restos de su acueducto también se pueden visualizar en el exterior de este edifico. La rueda de madera, de unos 10,5 metros de diametro, era impulsada con el agua del río por medio de un azud (Presa de Blanca). El agua elevada era recogida en unos canales que comunicaban con el acueducto. Desde éste se iniciaba la acequia de distribución del agua hacia los parajes de la margen derecha del río entre Alto Palomo y El Ramble (El Solvente); cana de distribución que se ha conservado con el nombre «Acequia del Medio», perteneciente a la Comunidad de Regantes del Heredamiento Refundido de La Noria y El Campillo. En el año 1870, su espacio hidráulico constaba de 100,6 tahúllas (11,25 hectáreas) La Noria del Campillo y la cercana Noria de Corona (Cañada Hidalgo, Abarán) constituyen dos ejemplos de norias fluviales cuyos restos se conservan en la Región de Murcia Además, son las dos ruedas de corriente más antiguas del Valle de Ricote. Gracias a ellas se pudo poner en producción los sotos de la margen derecha del río en la zona norte de la comarca, Conforman, en definitiva, un importante legado de la cultura morisca.

Río Segura por el Parque de las Cuevas

Expansión del regadío hacia las vertientes altas del valle a finales del siglo XIX El 5 de junio de 1892, el Heredamiento Refundido de La Noria y El Campillo puso en funcionamiento la turbina hidráulica en la margen derecha del Río Segura. Su instalación aprovechó parte de la estructura de la Noria del Campillo, rueda que fue suplantada por el nuevo artilugio. La turbina movía dos bombas centrifugas por medio de correas. Con la bomba baja se impulsaba agua a la Acequia del Medio (anterior «Acequión de la Noria») y con la alta se aportaba agua a la nueva Acequia de Arriba, que consiguió salvar los barrancos del Zapatero y del Pantano a través de dos acueductos. La instalación de la turbina hidráulica tuvo como objetivo mejorar y ampliar el regadío de la Huerta del Campillo. Por un lado, se anularon la Noria del Campillo, el tramo final de la Acequia de Charrara y la Presa del Pantano. A cambio, se consiguió elevar agua a las cotas más altas de El Campillo por medio de la construcción de la Acequia de Arriba. Al heredamiento también le pertenecía la Acequia de Abajo (Acequia de los Sotos), que partía de la presa ubicada en el río (Presa de Blanca) y que estaba funcionando desde antes de la construcción de La Turbina. En 1973, el espacio hidráulico de la Huerta del Campillo era de unas 85 hectáreas (760,3 tahúllas), donde se incluían áreas irrigadas con contramotores (labor desempeñada con ceñas con anterioridad). En el año 1979, el agua del Trasvase Tajo-Segura inundó el Embalse del Azud de Ojós y con ello, la totalidad de la extensión irrigada con la Acequia de Abajo (22,36 ha - 200 tahúllas). Este hecho supuso la desaparición de esta acequia y de la presa, así como el abandono de la turbina hidráulica. Fue el momento de la construcción del vigente Motor «Noria y Campillo».

Cruzamos Puente para subir Mirador Alto de Bayna

Senda subida Mirador Alto de Bayna

Intersección

Mirador Alto de Bayna

"Reconocido en El Viajero, suplemento del periódico El País, como uno de los miradores más bonitos de la región y de la península, se trata de una plataforma construida en el año 2004 que se alza desde un risco y en su extremo queda suspendida en el aire, a varias decenas de metros sobre el Río Segura, que pasa justo por debajo. Rodeado de montañas repletas de pinos, crea un paisaje cautivador de la población de Blanca y un sinfín de casitas con sus huertos y aperos de labranza. Desde el mirador es fácil contemplar amaneceres y atardeceres espectaculares, o muchas de las aves acuáticas como garzas, ánades y otras que habitan ese ecosistema, así como incluso jabalíes que se acercan al río bajando desde campos próximos. Es un lugar es bucólico para tener una vista panorámica y espectacular del corazón del valle de Ricote. Con Blanca a un lado y el embalse del Azud de Ojós a otro el mirador es uno de los mejores puntos para contemplar ambos lugares." https://www.turismoregiondemurcia.es/es/lugar_de_interes/mirador-alto-de-bayna-8984/