Lobera de Barrón

Punto de partida: Barrón.
Espacio protegido:
Época recomendada: Todo el año.
Elementos de interés: Encinar, los cortados de la sierra de Árcamo y la lobera.
Tipo de camino: Senda en su mayor parte. El tramo alto de la ruta coincide con el GR 282 "Senda del Pastoreo".
Servicios: Los establecimientos más cercanos se encuentran en Nanclares de la Oca.

Descripción del itinerario.

La sierra de Árcamo desde antaño ha sido una montaña muy apreciada por sus abundantes pastos. Todo el entorno de esta sierra y la mayor parte de sus cuevas encierran abundantes yacimientos arqueológicos de diversas épocas culturales. Siempre el lobo ha sido muy abundante en esta sierra debido a la densidad del arbolado y matorral en algunas de sus zonas y a cuevas naturales que le servían de refugio y de criadero. La lucha entre el lobo y el hombre que lleva sus ganados a la sierra de Árcamo es inevitable. Así surge la construcción de la lobera de Barrón.

Desde la pequeña plaza de Barrón junto a su iglesia donde en su parte baja se encuentra una fuente, comenzamos nuestro recorrido. El primer desvío que nos internará en el bosque de encinas será hacia la derecha, dejando atrás la pequeña localidad (figuras 1, 2 y 3).

Tras pasar dos vallas que delimitan el cercado de una nave ganadera (figuras 4 y 5) comenzará una larga y prolongada ascensión entre encinas, quejigos y matorral bajo por una pista bien delimitada sin grandes atractivos (figura 6). Sobre el kilómetro 2,7 tendremos un desvío hacia la izquierda (figura 7) donde el terreno suaviza algo para seguidamente girar hacia la derecha por un pequeño pinar (figura 8). Este pinar nos dará paso a una pequeña campa que a media mañana de un frío día de diciembre se encontraba aún helada (figuras 9, 10, 11 y 12).

Llegamos a los altos de la sierra de Árcamo donde un gélido viento nos recibe. En este punto giraremos hacia la derecha pasando un muro de piedra que servía para delimitar pastos (figuras 13, 14 y 15). El camino, ya finalizado el desnivel positivo del recorrido, nos descubre los cortados de la sierra que desembocan hacia el valle de Cuartango con unas vistas vertiginosas a la vez que bellas (figuras 16, 17, 18 y 19).

Es en este terreno donde se encuentra la lobera de Barrón, que casi, casi, aparece por sorpresa. Las loberas son grandes construcciones hechas en pleno monte. Constan de dos paredes que convergen en un foso, todo ello construido con piedras sin argamasa y rematadas con piedras más grandes formando un alero para evitar el salto del lobo. El sistema para capturar al lobo consistía en la organización de grandes batidas y se trataba de acosar al animal para que entrase en la lobera, forzándole a correr hasta precipitarse en el foso (figuras de la 20 a la 30).

Tras pasar un cruce de caminos, subiremos a un pequeño collado (figuras 31 y 32) para descender por un extenso encinar. El tramo final de recorrido no tiene pérdida. Como elementos más destacados durante el descenso: el pozo de los Escaños y dos encinas centenarias antes de entrar en Barrón (figuras 33, 34, 35, 36, 37 y 38).

Impresiones.

Recorrido exigente en parte por su prolongada subida pero que se sigue sin pérdida. La sierra de Árcamo con sus cortados donde se cobija la lobera de Barrón son los dos grandes alicientes para aventurarse a realizar este recorrido.

Datos técnicos sobre la lobera de Barrón:
-Data del siglo XVI.
-Longitud de la pared derecha: 146,7 metros.
-Longitud de la pared izquierda: 155 metros.
-Altura y superficie del hoyo: 2,7/4 y 17,36 metros.
-Junto con la de Gibijo, la de Barrón, es una de las dos únicas loberas que se conservan en Álava.