Loras y megalitos de Sedano y su Gredilla. Desde Sedano.

Ruta circular con mucha arqueología y prehistoria por el valle de Sedano.

Partimos desde la plaza del ayuntamiento de Sedano.
Hoy hemos madrugado para evitar el calor del mediodía.
El silencio es la nota dominante en las calles de los diferentes barrios que este poblado contiene.
Tan solo se escucha tímidamente el horno de la panadería, cuya dependienta me ha demostrado que está fuertemente avinagrada.
Ella lo achaca a su castellanismo.

Nos encaminamos hacia el norte por la carretera descubriendo buenas casas de hidalgos hasta llegar a la popular casona donde veraneaba el ínclito escritor vallisoletano Don Miguel Delibes.
Una pequeña cascada en un rincón idílico junto al recién inaugurado banco con su estatua y un autillo son la guinda a tan refrescante zona , ya a las afueras de Sedano dirección Covanera.

Seguimos por la carretera y enseguida giramos a la derecha por las últimas casas del barrio más apartado pero no menos interesante.
Una calleja de ahí nos recibe con sus mejores galas.
Una estética zona ajardinada junto a pequeñas huertas nos despiden para posteriormente encajarnos en El Vallejo.

Se trata de un barranco que vamos a atacar por un camino repleto de plantas mediterráneas como espliego, tomillo y enebros.

Vamos ascendiendo y descubrimos bancales creados para nivelar el terreno y poder así utilizarlo para huertas.

Llegamos a la cabecera del torrente y de ahí podemos comprobar perfectamente lo que hemos subido y cómo se organiza el terreno.
El último tramo para llegar al páramo no lo realizamos por el camino, sino que optamos por seguir las trochas de un sendero poco marcado pero sin pérdida hasta situarnos frente a la Fuente del Rey.
Unas peñas lastrosas revelan que el agua surge de ahí arriba para luego horadar el barranco que hemos recorrido.

Llegamos por fin al camino de la lora páramo que vamos a seguir por la derecha hasta llegar a un cruce de caminos.
Dejamos el borde del torrente y giramos a la izquierda para llegar rápidamente a lo que presumiblemente parece un túmulo.

Aquí se intuyen numerosas huellas de vida prehistórica en las rocas, unas diseminadas y otras amontonadas, haciéndonos disparar la imaginación de lo que pudo existir hace 5000 años.

Ese túmulo se encuentra casi bajo la línea de alta tensión que discurre con buenas torres.
Poco más al sur se localiza el dolmen de Ciella.
Resulta poco edificante comprobar que tan sólo perduran unas piedras amontonadas en lo que fue un enterramiento de la era neolítica.

Volvemos unos metros para atrás y giramos al este para dirigirnos a las loras de los barrancos que encajonan al pueblo de Gredilla de Sedano.

Fuente Mostajo es un rincón lateral del arroyo de Valdecastilla que sirve de abrevadero para el ganado del lugar.

Lo cruzamos casi por su cabecera y recorremos el borde del lado este.
Así llegamos a Los Peñazos.
Unas peñas en forma de proa salen al encuentro del vallejo que ha horadado el río Gredilla.
Seguimos bordeando las loras y hazas para llegar a las antenas.
Nos situamos en ese momento justo sobre Gredilla.

El Alto del Cobajo nos guía hasta lo tres arces que deslumbran entre tanta piedra y polvo en estas parameras.
El alto de Tresbarrios podría nombrarse como el de tres arces.
Los sorteamos y cruzamos entre antiguas tenadas y huertas el barranco que va a ir abriéndose hasta morir en la misma Gredilla.
Vamos a descenderlo por el camino marcado hasta llegar a un promontorio que nos va a permitir situarnos después de descenderlo entre lastras sobre la maravillosa iglesia románica De San Pedro y San Pablo.
Tenemos Gredilla sobre nosotros.

Desde este balcón natural seguimos el borde hasta dar con un peculiar portillo que nos lleva a un rincón ruinoso de este precioso pueblo.

Recorremos Gredilla con la indispensable parada en su magnífica iglesia de San Pedro y San Pablo.

Al otro lado del río Gredilla se encuentra la carretera hacia Sedano.
Nosotros giramos a la izquierda y por el camino que sube hacia la Loma nos encaminamos a Sedano a caballo entre las riberas del río Sedanillo o Moradillo y el Gredilla.

Así hasta descender a la necrópolis de Sedano, que antecede a la gran iglesia de Santa Maria la Mayor.



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