lorera de la trucha villuercas-Extremadura

Ruta a la lorera de la trucha
La ruta en sí es bastante larga (más de 30 km) por lo que haremos un primer tramo en vehículo y el resto a pie
Circulamos por la carretera EX-102 (Miajadas Toledo) y en el punto kilométrico 96 aproximadamente nos desviamos por la pista de tierra de Navatrasierra, justo donde el guadarranquejo desemboca en el guadarranque, la pista es ancha y tiene buen firme, circulamos con calma para disfrutar del valle encantado, remontaremos el guadarranque por su margen izquierdo y es fácil observar alguna manada de ciervos, jabalíes, águila real y muchas otras especies, a nuestra derecha nos vigila la sierra de Altamira, por la izquierda hace lo mismo la sierra de la palomera y en medio nosotros, una auténtica maravilla, pasado un túnel de pinos nuestra ruta nos invita a cruzar el guadarranque para unos cientos de metros más arriba y después de pasar por un viejo vivero abandonado volveremos a cruzar el río y toparnos con unas naves propiedad de la junta de Extremadura, llegados a una bifurcación que cogeremos a nuestra izquierda que nos conduce a una vieja quesería, una construcción con varias chimeneas la delatan, aquí se curaba el queso, justo pasando la quesería encontramos un cruce y este será nuestro aparcamiento para iniciar nuestra ruta a pie.
Si vamos cuando han caído muchas precipitaciones no podemos remontar el río, pero para eso tiene que haber llovido mucho durante un largo periodo.
Nos dirigimos a la garganta de la trucha para remontarla por su mismo cauce, este es muy ancho y se hace muy bien, incluso si aprieta el calor disponemos de charcos muy llamativos para el baño (os recuerdo que no hay sendero ni nada, es todo en estado salvaje) veremos aparte de los muchos alisos que nos acompañan en toda nuestro camino algunos loros, fresnos, madroños y algún acebo (no aconsejable realizar este camino a personas mayores y niños) no tardaremos en llegar a la zona más complicada de la ruta, el encajonamiento de la garganta al pasar por una cadena montañosa nos impide el paso y hay que hacer un rodeo por nuestra derecha, esta será nuestra primera parada para visitar el salto y charco de la trucha, una serie de cascadas que mueren en una poza muy en penumbras que dan lugar a uno de los sitios más famosos de la zona, solo hay que buscar el método de llegar a lo más profundo de las cascadas y la mejor manera es por el otro margen de la garganta, haciendo una mezcla de escalada y barranquismo pero merece la pena la visita, seguimos nuestra ruta y no tardaremos en encontrarnos con otra garganta que la tenemos que cruzar para seguir por la de la trucha, nos toparemos con una pista que utilizaremos para la vuelta, estamos en el molino de la trucha y comienza la lorera, uno de los bosques de loros mejor conservados de Europa y declarados árboles singulares de Extremadura. Cuando nos parezca suficiente la visita de la lorera iniciaremos nuestra vuelta por la pista que tenemos garganta abajo.