Los 10.000 del Soplao 2018, (ruta a pie)

19 de Mayo de 2018

Los 10.000 del Soplao
IBP Index :
https://www.ibpindex.com/ibpindex/ibp_analisis_completo.php?REF=37363241831773&LAN=es

Vuelta al Infierno Cántabro. No queda ni la más mínima duda, que esta aglomeración de pruebas, es lo más parecido a un infierno en lo estrictamente deportivo. Cualquiera de sus diversas disciplinas pueden ponerte a prueba y exprimirte hasta unos límites, que quizá no te imaginas antes de vivir la aventura.

En esta decimosegunda edición del Soplao, Alicia y yo repetimos ruta a pie, y Fran y Juan, nos acompañan cambiando de la modalidad de bike, que ya hicieron el año anterior, a la de zapatilla y mochila.

Tras la recogida de dorsales el día previo, cena, noche más o menos movida para unos o para otros, llega la hora... Impresionante día que nos brinda la comunidad cántabra. Sol para exportar, que se agradece, pero que también pasa su factura.

Tras aparcar a más de un km de la salida, que al ir no importa, pero que al volver si,...hacemos un poco de tiempo tomando el último café, y mirando pasar a los de la btt, que ya van disparados a su particular lucha. Y claro, sin prisas, con esa tranquilidad que nos caracteriza,..llegamos a la salida, y allí estamos bien situados,....bien situados al final de la fila. Lo de que los últimos serán los primeros, habrá que borrarlo de la biblia, porque aparte de no cumplirse en esta ocasión, nos va a penalizar el resto del día : nos vamos a comer todos los "tapones" de la prueba, y no nos vamos a comer prácticamente nada en los avituallamientos. Lo que son las cosas....

Y tras la salida de las demás disciplinas, a excepción de la ruta adaptada, nos toca a nosotros. Salimos contentos y con ganas. La gente, a buen ritmo por la carretera hacia Carrejo. Pasado este pueblo, giro a derechas y empieza la fiesta. Primeras rampas hormigonadas por zona de bosque, con mucha humedad; dan pasó posteriormente a la pista de tierra y piedra, que nos lleva sin descanso a las zonas más altas y expuestas al sol, de la Sierra del Escudo,..cima Canto Redondo (668 mts).
Las vistas a ambas vertientes desde el cresterío, una maravilla. Poco a poco nos aproximamos al temido cortafuegos que nos lleva hacia Ruente,...bajada de la que se escucha hablar habitualmente en este evento.

Este descenso, tiene una inclinación respetable, y en días húmedos puede ser un auténtico tobogán. A pesar de tener una soga en el tramo superior, para ayudarse, soy de los que opino que es más seguro bajar por la zona derecha, mucho menos castigada por el paso de los participantes, y en la que es más difícil patinar. Esto, lógicamente es una apreciación particular que a mi me ha funcionado en las dos ediciones que he realizado. Luego, cada uno elige su trazado y su manera de bajar,...que entre otras cosas, se ven muchas y variadas.

Al final del cortafuegos, acceso escalonado a la pista, con cuatro escalones y medio gramo de barro. No se si es motivo suficiente o no, pero el tapón es de escándalo. Más de un cuarto de hora para pasar un tramo de cinco metros,..que en fin,...cada uno tendrá su opinión al respecto...
Pasamos una zona de praderías, y antes de llegar a la otra pista por la que podemos ver pasar a los bikers, otro tapón por los mismos motivos,...un poco de barro y agua.

Alcanzamos la carretera, reponemos agua en la fuente, y atravesamos Ruente por su mítico puente, sobre el arroyo de la Fuentona. A la salida, avituallamiento líquido, en el que ni tan siquiera paramos.

Salimos de Ruente, (aprox, km 10). Nuevamente hacia arriba, por una pista muy expuesta al sol, que va trazando varias lazadas. Al menos, se mueve un poco el aire, cosa que agradecemos bastante en el polvoriento camino. Después, la cosa cambia cuando nos internamos en la zona boscosa: fresco bosque mixto de haya y roble, con alguna bajada pronunciada, donde para no variar, nuevos tapones. Es bastante desquiciante las frecuentes paradas por el barro. Progresivamente vamos perdiendo altura hasta llegar al punto controlado de la Campa de Ucieda, (km 19,5). Allí toca avituallamiento,...y como decía al inicio,...si sales tarde, a pesar de haber remontado posiciones, cuando llegas a este punto, encuentras lo justo. Y es que para colmo, es avituallamiento compartido con el sector de las dos ruedas.

Tras parar lo justo, salimos de la campa. La primera subida es dura de verdad: de las zonas más duras de todo el recorrido. Superado este primer tramo, compartimos parte de la subida del Moral con los ciclistas, hasta que al final nos desviamos de la pista por la izquierda, para adentrarnos de lleno en el Parque Natural del Saja-Besaya.

Este tramo, es una maravilla. Bosques de haya, roble, acebos, avellanos,...en un día como hoy, nos protegen del calor. Estos tramos de arbolado, se alternan con la eterna senda despejada, que va recorriendo las vaguadas y los barrancos. Numerosos puentes de madera, nos facilitan el avance sobre estos puntos.

Después de un buen tramo de sube bajas, llegamos a otro punto de control de tiempos, y de corte en este caso, situado en la zona de Brañazarza, (aprox km 33). No queda ni agua en el avituallamiento líquido, (aunque en realidad, no nos corresponde en nuestra modalidad). Mal, muy mal.

De nuevo aquí el trazado se endurece moderadamente, y para colmo, es otra vez muy expuesto al fuerte calor, que aquí nos pega, pero bien. Cogemos bastante altura en poco tramo. A nuestra izquierda podemos observar las temidas laderas del Toral, ese otro punto mítico de esta prueba. Siempre en continua subida, nos vamos aproximando al último tramo. Un verdadero muro, dividido en tres partes, podríamos decir. La primera, la más dura y la más extensa. Superada ésta, lo demás se hace más fácil, y en seguida hacemos cumbre, (890 mts). Dicen que llegado a este punto, el Soplao, casi está hecho !!. Aproximadamente estamos ya en el km 37.

Apenas paramos. Y es que el aire sopla arriba con fuerza,... y con la sudada que llevamos de la subida, no interesa estar ahí más que lo justo para reponer agua en un avituallamiento extra. Foto rápida de rigor, y avanzamos por la cresta, en progresivo descenso, salvo algún pequeño repecho sin importancia. Las rodillas y los pies, empiezan a molestar considerablemente, pero oteamos el avituallamiento en la lejanía. Ese, es de los huevos fritos, salchichas y calimocho. Desde el alto, nos separan de este punto de control, unos tres kms largos. No hacemos fila, ya que llevamos bocadillos aún,...pero no perdonamos el refrigerio.
Y es que con unos 40 kilómetros en los pies, lo mejor es que los parones sean breves,...que luego cuesta mucho arrancar.

Tras el bocadillo y el calimocho a velocidad relámpago, seguimos perdiendo altura, por una zona incómoda, por las numerosas roderas.. Avanzamos hasta alcanzar la pista en la umbría, y suavemente volvemos a ganar altura. Un vez en cota superior, de nuevo la vega del Saja ante nosotros. Buena panorámicas del valle con Cabezón de la Sal al fondo.
Solo nos queda bajar por la pista engravillada, y dar un pequeño rodeo por una última senda, muy rota, empedrada, con barro, incomoda para pies y rodillas a estas alturas del día...
Finalmente desembocamos en Luzmela, y desde ahí, recorremos los últimos cuatro o cinco kms por el paseo junto al río y el parque hasta llegar a la carretera de acceso.

La entrada en meta es como siempre emotiva. Siempre hay gente animando, aplaudiendo, felicitándote por el reto conseguido...y es que el espíritu de este pueblo con el evento es insuperable !!.

La dificultad de la prueba reside sobre todo en la longitud del recorrido, que al tener bastante senda, castiga mucho los pies y rodillas. El desnivel positivo acumulado, no es tan exagerado, pero el calor soportado hoy, también penaliza.

En cuanto a la organización, pienso que en una prueba tan numerosa y tan consolidada como esta, se debería de cuidar más los avituallamientos. No es de recibo que por que no vayas en cabeza, apenas te quede nada o muy poquito para reponer, si eres de los últimos.
Este año el avituallamiento líquido de Brañazarza, (que aunque consciente de que no nos corresponde realmente),..una pesadilla. No me gustó el que no habría agua, pero mucho menos el trato de alguno de los voluntarios, y como a mí, a muchos otros participantes. Así no !!
Creo que se debería tener en cuenta que el tramo entre la campa de Ucieda y el alto del Toral, es excesivamente largo para no tener algo de apoyo a modo de líquido, entre dichos puntos.
Aclarar, que el otro 99% de voluntarios, organización, y todos los que rodean el evento, hacen una labor de diez. Mi agradecimiento a todos ellos. No se puede juzgar a todos ellos, ni mucho menos, por la tontería de algunos.

Y por último mi equipo,..que decir de mi equipo. Grandes, enormes !!
Mis incondicionales Alicia, Juan y Fran, siempre ahí, dispuestos a darlo todo, a ayudarte en los momentos malos, dispuestos a sufrir, a saber estar, y a conseguir que una prueba como esta, sea al final una gran aventura y un reto más fácil de conseguir. Es necesario teneros al lado. Así que ya sabéis, cuando queráis, donde queráis !!!

Tiempo real en movimiento
12 h 33'