Los Galachos del Alto Alfambra

En la ribera del Alfambra entre Jorcas y la desembocadura del río Seco hay dos grandes curvas casi cerradas orladas de chopos cabeceros fuera del cauce actual del río, en un tramo bastante rectilíneo del Alfambra.
Deben ser dos meandros abandonados por el rio, lo que se conoceria como Galachos si estuviéramos en el Ebro.
Estos árboles estarian plantados en el antiguo cauce, y varios episodios de crecida lo rectificarían alcorzando los meandros.
La última gran crecida del Alfambra fue en octubre de 2018.
Visitarlos es una buena excusa para recorrer los diferentes tramos del GR 199 a lo largo del río Alfambra, así como alguno de sus afluentes. En este caso completaremos el recorrido por el Barranco del Regajo, el Río Seco y el Barranco de San Salvador.
Partimos del ayuntamiento de Jorcas y recorremos el pueblo hacia la Fuente Baja en búsqueda del GR 199.
El sendero sale entre la fuente y el pabellón donde hay un mural dedicado a Labordeta.
La senda sigue el curso del Regajo, pasando entre pequeños huertos cerrados con muros de piedra cubiertos por la hiedra. Los chopos van a ser nuestros compañeros, en la mayoría de los casos se trata de robustos y vetustos ejemplares trasmochos, los conocidos como chopos cabeceros.
Dejamos una balsa a la izquierda poco antes de cruzar la carretera y después llegamos a un merendero en la fuente de los Yermos.
Al poco, el sendero comienza a transitar una zona de bancales de secano cercados por muros de piedra seca.. En el primer campo que queda a la izquierda del camino destaca un chopo de grandes dimensiones al que nos acercamos.
El sendero sigue paralelo a la ribera del Regajo. A nuestra izquierda, bonitos sauces trasmochos jalonan el curso del agua. A la derecha, pastizales y bancales de secano.
Nos sorprende una pequeña majada, con su corral diminuto, su pajar y su cubierta construida con las vigas de los chopos cabeceros.
En un desvío se toma el camino de la izquierda que acerca a la desembocadura del Regajo en el río Alfambra. En esta zona, la elevada humedad edafica permite la existencia de unos prados frescos a la sombra de enormes chopos y sauces.
En seguida llegaremos a un paraje muy hermoso justo en la confluencia con el Barranco de Santa Agueda. El río trazaba un cerrado meandro ahora abandonado que pasaba muy cerca del Molino de Ababuj y que concluye en el azud de la acequia del Molinar, en el que se forma una pequeña cascada. Se sale a una pista asfaltada para descender hacia el cauce por un camino que atraviesa una arboleda de grandes chopos cabeceros.
A la izquierda vemos el otro meandro abandonado bien delimitado por los viejos árboles que, en su día, acompañaron al antiguo cauce.
Poco más tarde llegamos a la desembocadura del río Seco y buscamos un lugar para vadear el río Alfambra.
Lo remontamos siguiendo el PR TE 45, sorteando los ejemplares de chopos aislados hasta alcanzar el camino de Ababuj a Jorcas tras pasar junto a una fuente a la sombra de una alineación de chopos cabeceros.
Lo tomamos a la izquierda siguiendo un pequeño tramo el barranco de los Navarros. Tras abandonar el barranco junto a un corral, continuamos por los Salobrales y el Prado del Pleito hasta el Río Alfambra que cruzaremos como podamos en la desembocadura del Regajo.
Aquí retomamos el GR 199 que seguiremos ahora hacia el sur, pasando por el Molino de Jorcas antes de alcanzar el barranco de San Salvador.
Aquí abandonamos la compañía del Alfambra para remontar junto al barranco por antiguos caminos hasta la Fuente del Salvador.
Cerca de la fuente pasaba el camino de Jorcas a Allepuz que atravesaba la Pedriza. Intentaremos seguirlo más o menos para volver a Jorcas cruzando la pétrea y desolada a la vez que subyugante Pedriza.
Una vez en la cresta vamos recto para encontrarnos con los meandros encajados del Barranco del Regajo.
Después de asomarnos al barranco bajamos a su cauce para seguirlo hasta Jorcas. Cuando llegamos a un salto que corta el paso, lo salvamos por una repisa en el lado izquierdo.
Antes de acabar haremos un pequeño recorrido por la parte alta de Jorcas.
En esta ruta hemos alternado sotos fluviales con segmentos bastante áridos, casi esteparios.
Hoy en nuestro recorrido hemos disfrutado de los últimos estertores del otoño en la Arboleda Singular del Chopo Cabecero.
Con esta ruta completamos el triptico de los Trasmochos o de los GiGanTes y Cabezudos, por las vegas del Guadalope y el Alfambra.