LOS JARDINES DE ARAFO PARTE I: (GAMBUESA , AÑAVINGO Y DE LA PIEDRA GORDA) 21.02.2021
near Arafo, Canarias (España)
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Itinerary description
Esta vez nos tocó Arafo para visitar los barrancos de Añavingo y Gambuesa junto con el de La Piedra Gorda.
El nombre de este barranco (Piedra Gorda) se debe a una enorme piedra que hay en él.
Pego información de la página del Ayuntamiento de Arafo y la del Gestor del Patrimonio Cultural que está muy interesante.
"La Piedra del Barranco proviene del Barranco de Añavingo que llegó hasta aquí probablemente debido a un colosal desprendimiento barranco arriba en épocas remotas. Desde este curioso lugar, donde hay unas hermosas perspectivas hacia la cumbre parte un antiguo camino real de cumbre (Camino del Barranco de La Piedra) que se usaba principalmente para comunicar el pueblo con el Monte de los Frailes y con las galerías próximas.
Se encuentra circundada por un espacio público interesante, paisajísticamente hablando porque desde aquí se divisa la totalidad de la cadena montañosa que pertenece al municipio de Arafo como la Montaña de Ayosa , el Risco de Ayesa, el Pico del Valle y el profundo tajo del Barranco de las Gambuesas .Se accede a través de las calles Andrés Orozco Batista y La vera. Es una enorme roca fonolítica que constituye uno de los hitos morfológicos más representativos del municipio de Arafo, pues presenta una forma característica, similar a la de un cráneo humano, que se encuentra unida al suelo por su parte más estrecha. Según los expertos, no se trata de una bomba volcánica o tapón de cráter ya que diversos análisis han detectado cristales que no corresponden con la esa morfología sino que se trata de un mineral compuesto básicamente por feldespato y silicato de alúmina. En los márgenes del terreno se encuentran numerosos bancales de piedra seca y tosca amarilla y en el cauce del barranco de localizan diversos lajiales. La vegetación natural de la zona se caracteriza por la presencia de variados endemismos. El lugar se encuentra además muy relacionado con la tradición musical del municipio puesto que en los aledaños de la piedra aprendieron a marchar los niños que formaron la primera banda de música, el año 1860."
El inicio de la ruta es en el Barranco de la Piedra Grande en el municipio de Arafo. Para llegar aquí hay que dirigirse al pueblo de Arafo hasta el ayuntamiento para después coger la calle Libertad, subir por esta y doblar a la derecha por Manuel Herrera, y luego a la izquierda por Andrés Orozco Batista que te lleva directamente al comienzo de esta ruta. Ahí dejaremos el coche.
Una vez aquí cogeremos a la izquierda por una pista que se adentra en el barranco, que después se convierte en sendero pasando por las Galerías de Rio, por donde pasa el canal de Araya y la del Paso. En esta hay que tener cuidado porque hay que subir por la escombrera y esta resbaladizo por tener mucha piedra suelta.
Una vez rebasada la Galería del Paso, hay que girar a la izquierda por una pista hasta que más o menos comienza el asfalto, y en la curva está La Gambuesa. Te adentras en él por un sendero definido hasta llegar a un salto. La salida del este barranco lo hicimos por un camino que queda a la izquierda, a unos escasos 200 metros antes de llegar a la pista asfaltada, en fuerte pendiente hasta llegar al canal de aguas de Santa Cruz, que cogeremos a la derecha y caminaremos junto a él unos 700 metros aproximadamente, que nos llevara directamente al Barranco de Añavingo para recorrerlo hasta la capillita de San Agustín .
De aquí solo queda desandar el camino, coger por la pista pasando por la Galería Lomo Cambado (atención a la bocamina sale aire caliente y gases) hasta llegar a la pista que habíamos cogido a la izquierda en el principio y segur desandado el camino hasta los coches.
UN POCO DE HISTORIA. Texto copiado del Ayuntamiento de Arafo.
EL MILAGRO DE SAN AGUSTÍN
EL AGUA, EL MILAGRO DE SAN AGUSTÍN Y SUS CELEBRACIONES
Una vez incorporada Tenerife a la Corona de Castilla, se procedió al reparto de su suelo entre personas que de una u otra manera participaron en la conquista, con el objetivo de explotarlo agrícolamente. Paralelamente, se llevó a cabo también un necesario e ingente trabajo de aprovechamiento de las corrientes de agua que manaban en la isla. La zona de Arafo no fue ajena a este hecho y en 1503 el Adelantado Alonso Fernández de Lugo cedió una importante data de tierra y aguas a Gonzalo de Mejías, que a su vez la traspasó seis años después al convento agustino del Espíritu Santo, con sede en La Laguna. A partir de entonces, este cenobio se convirtió en el principal propietario del lugar y en consecuencia, se comenzaron a canalizar las numerosas fuentes que corrían por los barrancos de Añavingo y de Arafo o de Binchelche.
Los agustinos empezaron a obtener beneficios de las tierras de Arafo, lo que favoreció el surgimiento de una incipiente comunidad rural. Por rudimentarias atarjeas llevaron el preciado líquido hasta los plantíos y establecieron sucesivos contratos con particulares para ampliar los rendimientos de sus posesiones. Así, introdujeron los cultivos de cereales, hortalizas y frutales entre los que destacaron naranjos, perales, almendros, higueras y sobre todo vides.
A lo largo del siglo XVII se produjo un aumento de las sementeras, con las que se cubría en parte las demandas de grano que provenían de las haciendas vitícolas de otras partes de la isla. Prosperidad agrícola que se advierte cuando en 1600 el mencionado convento agustino del Espíritu Santo dio en censo enfiteútico sus tierras y aguas a Juan Martín y Mateo Hernández por una renta anual de doce doblas de oro, renta que fue aumentada a dieciocho doblas y media en 1622. Posteriormente, nuevas transmisiones y donaciones de tierras siguieron favoreciendo al monasterio.
No obstante, esa bonanza se vio alterada en 1705 al producirse un catastrófico y terrible incidente: la erupción del volcán de Las Arenas o volcán de Arafo, situado en la caldera de Pedro Gil. La devastadora colada no destruyó el pueblo porque discurrió por las entrañas del barranco de Arafo, colmatándolo por completo y arruinando importantes fuentes de agua y tierras de labor. Los lugareños huyeron hacia Candelaria y una vez terminado el fenómeno, reconstruyeron la aldea, trasladándola más al norte, en torno a la ermita de San Juan Degollado, aunque sólo se podían aprovisionar del único naciente que quedaba, el de Añavingo. Algunos años más tarde, la desgracia volvió a aparecer en la comunidad, cuando hacia 1745 ó 1746 se desmoronó un risco de tierra en aquel barranco, ocultando por completo la corriente de agua. Desde ese instante se trató de recuperarla con escuadras de hombres que trabajaron infructuosamente, pues no lograron hacerla manar. Debido a esta falta, el pueblo padeció una gran angustia y los residentes en Arafo tuvieron que acudir a Güímar en busca del preciado líquido. Además, supuso una disminución en los ingresos de la ermita, pues no podía rematar el agua de su propiedad.
Ante la imposibilidad humana de lograr el desescombramiento del naciente, Juan Hernández Santiago en representación de varios vecinos propuso a Pedro de Castro, capellán de la ermita, llevar una imagen de San Agustín hasta el fondo del barranco de Añavingo. Tras hacerle un novenario se sacó en procesión el 21 de septiembre de 1751, entre plegarias y oraciones, en un día caluroso y despejado, dejándola en la angostura, con su luz encendida aprovechando el abrigo de una pequeña cueva.
A las pocas horas comenzaron a formarse espesos nubarrones y esa misma noche cayó un gran temporal. A la mañana siguiente, el impulsor de la rogativa Juan Hernández Santiago, preocupado por la imagen, acudió a comprobar su estado y cual fue su asombro cuando vio no sólo que se encontraba perfectamente, con su luz encendida, sino que también el agua perdida de Añavingo manaba de nuevo, en el lugar conocido como “Saltadero de los Maestrantes”. Este episodio fue acogido en el pueblo como un milagro, y llenos de fervor acudieron a buscar al santo africano, que fue devuelto a la ermita con toda veneración el 9 de octubre de 1751.
Debido a la resonancia del suceso entre la colectividad local, se decidió luego excavar un nicho y dejar una pequeña efigie del Obispo de Hipona, que se ha bajado en sucesivas ocasiones hasta la iglesia parroquial, como por ejemplo en 1871, como acción de gracias tras haber superado una epidemia de viruela que afectó a Arafo o también a comienzos del pasado siglo. A las primeras celebraciones acudían los pastores con sus lanzas y varias personas hacían sonar los bucios, entre las vivas de los concurrentes. Las calles principales se adornaban con ramas de haya, brezo, aceviño o laurel y se hacían dos arcos decorados con banderitas, uno en el lavadero y otro en la “esquina de Inocencia”. A la altura de los chorros del tanque se preparaba un altar y se oficiaba la misa con acompañamiento de la banda de música. También era habitual que el molinero Antonio Marrero García, recitara unas loas al santo desde el balcón de la casa del antiguo molino, además, al ser cañero de la Comunidad Añavingo, se encargaba del cuidado de la imagen y de encenderle su luz.
En la fiesta, que siempre coincidía con la estación de verano, participaba casi todo el vecindario, pues era mucha la devoción que despertaba San Agustín; la mayor parte esperaba al santo en la “Canal Alta” y recogían ramas de la frondosa vegetación del barranco. Llevaban comida y bebida que a veces se cargaba en burros y mulos y era habitual el convite entre los asistentes. La pequeña imagen era repintada por el recordado artista local Andrés Rodríguez Fariña.
En 1945 se celebró otra bajada, que contó con la participación de la banda de música “Nivaria”. En los años cincuenta se mantuvo el festejo, aunque nunca tuvo una periodicidad definida. Durante la década de los setenta y ochenta se celebraron varias bajadas, organizadas por el Casino “Unión y Progreso” y por comisiones vecinales. Las bodegas de la zona se abrían para los romeros y también se habilitaban asaderos de sardinas en puntos estratégicos. Las últimas se realizaron en 1984, el 11 de agosto de 1989, el 7 de agosto de 1993 y el 9 de agosto de 1997, éstas como promesa de los vecinos de la Cruz del Valle.
GAMBUESA:
Gambuesa es una de las pocas palabras de origen guanche utilizadas para la actividad pastoril que que hoy en dia se siguen utilizando en varias islas cono Fuerteventura y Gran Canaria.
Las gambuesas son los corrales colectivos en medio del campo donde se recoge a las cabras que andan guaniles después de una “apañada” para control de los cabritos que hayan nacido en el periodo de libertad.
DICHO ESTO:
Las rutas que subo las describo según lo vivido en cada una de ellos poniendo waypoint y descripción de lo que yo considero importante y relevante.
Los GPS no son exactos, suelen tener errores de cálculo en metros que pueden confundir, y ni que decir de los móviles estos son peores.
Puede resultar que lo que para mí es fácil para otras personas sea difícil o viceversa. Miren la fecha de realización tanto las que yo publico como otras. El paso del tiempo modifica el entorno. No se limiten a una sola ruta, mirando varias pueden acumular más información.
Estudiar muy bien los senderos que van a seguir (perfil, longitud, duración del trayecto, climatología, etc...…) y utilizar el sentido común ante cualquier dificultad.
En cuanto a la duración de las rutas depende mucho del paso al que se vaya. Yo me lo tomo con mucha calma para disfrutar cada segundo de lo que me ofrece la naturaleza.
Cada uno realiza esta actividad bajo su responsabilidad.
El nombre de este barranco (Piedra Gorda) se debe a una enorme piedra que hay en él.
Pego información de la página del Ayuntamiento de Arafo y la del Gestor del Patrimonio Cultural que está muy interesante.
"La Piedra del Barranco proviene del Barranco de Añavingo que llegó hasta aquí probablemente debido a un colosal desprendimiento barranco arriba en épocas remotas. Desde este curioso lugar, donde hay unas hermosas perspectivas hacia la cumbre parte un antiguo camino real de cumbre (Camino del Barranco de La Piedra) que se usaba principalmente para comunicar el pueblo con el Monte de los Frailes y con las galerías próximas.
Se encuentra circundada por un espacio público interesante, paisajísticamente hablando porque desde aquí se divisa la totalidad de la cadena montañosa que pertenece al municipio de Arafo como la Montaña de Ayosa , el Risco de Ayesa, el Pico del Valle y el profundo tajo del Barranco de las Gambuesas .Se accede a través de las calles Andrés Orozco Batista y La vera. Es una enorme roca fonolítica que constituye uno de los hitos morfológicos más representativos del municipio de Arafo, pues presenta una forma característica, similar a la de un cráneo humano, que se encuentra unida al suelo por su parte más estrecha. Según los expertos, no se trata de una bomba volcánica o tapón de cráter ya que diversos análisis han detectado cristales que no corresponden con la esa morfología sino que se trata de un mineral compuesto básicamente por feldespato y silicato de alúmina. En los márgenes del terreno se encuentran numerosos bancales de piedra seca y tosca amarilla y en el cauce del barranco de localizan diversos lajiales. La vegetación natural de la zona se caracteriza por la presencia de variados endemismos. El lugar se encuentra además muy relacionado con la tradición musical del municipio puesto que en los aledaños de la piedra aprendieron a marchar los niños que formaron la primera banda de música, el año 1860."
El inicio de la ruta es en el Barranco de la Piedra Grande en el municipio de Arafo. Para llegar aquí hay que dirigirse al pueblo de Arafo hasta el ayuntamiento para después coger la calle Libertad, subir por esta y doblar a la derecha por Manuel Herrera, y luego a la izquierda por Andrés Orozco Batista que te lleva directamente al comienzo de esta ruta. Ahí dejaremos el coche.
Una vez aquí cogeremos a la izquierda por una pista que se adentra en el barranco, que después se convierte en sendero pasando por las Galerías de Rio, por donde pasa el canal de Araya y la del Paso. En esta hay que tener cuidado porque hay que subir por la escombrera y esta resbaladizo por tener mucha piedra suelta.
Una vez rebasada la Galería del Paso, hay que girar a la izquierda por una pista hasta que más o menos comienza el asfalto, y en la curva está La Gambuesa. Te adentras en él por un sendero definido hasta llegar a un salto. La salida del este barranco lo hicimos por un camino que queda a la izquierda, a unos escasos 200 metros antes de llegar a la pista asfaltada, en fuerte pendiente hasta llegar al canal de aguas de Santa Cruz, que cogeremos a la derecha y caminaremos junto a él unos 700 metros aproximadamente, que nos llevara directamente al Barranco de Añavingo para recorrerlo hasta la capillita de San Agustín .
De aquí solo queda desandar el camino, coger por la pista pasando por la Galería Lomo Cambado (atención a la bocamina sale aire caliente y gases) hasta llegar a la pista que habíamos cogido a la izquierda en el principio y segur desandado el camino hasta los coches.
UN POCO DE HISTORIA. Texto copiado del Ayuntamiento de Arafo.
EL MILAGRO DE SAN AGUSTÍN
EL AGUA, EL MILAGRO DE SAN AGUSTÍN Y SUS CELEBRACIONES
Una vez incorporada Tenerife a la Corona de Castilla, se procedió al reparto de su suelo entre personas que de una u otra manera participaron en la conquista, con el objetivo de explotarlo agrícolamente. Paralelamente, se llevó a cabo también un necesario e ingente trabajo de aprovechamiento de las corrientes de agua que manaban en la isla. La zona de Arafo no fue ajena a este hecho y en 1503 el Adelantado Alonso Fernández de Lugo cedió una importante data de tierra y aguas a Gonzalo de Mejías, que a su vez la traspasó seis años después al convento agustino del Espíritu Santo, con sede en La Laguna. A partir de entonces, este cenobio se convirtió en el principal propietario del lugar y en consecuencia, se comenzaron a canalizar las numerosas fuentes que corrían por los barrancos de Añavingo y de Arafo o de Binchelche.
Los agustinos empezaron a obtener beneficios de las tierras de Arafo, lo que favoreció el surgimiento de una incipiente comunidad rural. Por rudimentarias atarjeas llevaron el preciado líquido hasta los plantíos y establecieron sucesivos contratos con particulares para ampliar los rendimientos de sus posesiones. Así, introdujeron los cultivos de cereales, hortalizas y frutales entre los que destacaron naranjos, perales, almendros, higueras y sobre todo vides.
A lo largo del siglo XVII se produjo un aumento de las sementeras, con las que se cubría en parte las demandas de grano que provenían de las haciendas vitícolas de otras partes de la isla. Prosperidad agrícola que se advierte cuando en 1600 el mencionado convento agustino del Espíritu Santo dio en censo enfiteútico sus tierras y aguas a Juan Martín y Mateo Hernández por una renta anual de doce doblas de oro, renta que fue aumentada a dieciocho doblas y media en 1622. Posteriormente, nuevas transmisiones y donaciones de tierras siguieron favoreciendo al monasterio.
No obstante, esa bonanza se vio alterada en 1705 al producirse un catastrófico y terrible incidente: la erupción del volcán de Las Arenas o volcán de Arafo, situado en la caldera de Pedro Gil. La devastadora colada no destruyó el pueblo porque discurrió por las entrañas del barranco de Arafo, colmatándolo por completo y arruinando importantes fuentes de agua y tierras de labor. Los lugareños huyeron hacia Candelaria y una vez terminado el fenómeno, reconstruyeron la aldea, trasladándola más al norte, en torno a la ermita de San Juan Degollado, aunque sólo se podían aprovisionar del único naciente que quedaba, el de Añavingo. Algunos años más tarde, la desgracia volvió a aparecer en la comunidad, cuando hacia 1745 ó 1746 se desmoronó un risco de tierra en aquel barranco, ocultando por completo la corriente de agua. Desde ese instante se trató de recuperarla con escuadras de hombres que trabajaron infructuosamente, pues no lograron hacerla manar. Debido a esta falta, el pueblo padeció una gran angustia y los residentes en Arafo tuvieron que acudir a Güímar en busca del preciado líquido. Además, supuso una disminución en los ingresos de la ermita, pues no podía rematar el agua de su propiedad.
Ante la imposibilidad humana de lograr el desescombramiento del naciente, Juan Hernández Santiago en representación de varios vecinos propuso a Pedro de Castro, capellán de la ermita, llevar una imagen de San Agustín hasta el fondo del barranco de Añavingo. Tras hacerle un novenario se sacó en procesión el 21 de septiembre de 1751, entre plegarias y oraciones, en un día caluroso y despejado, dejándola en la angostura, con su luz encendida aprovechando el abrigo de una pequeña cueva.
A las pocas horas comenzaron a formarse espesos nubarrones y esa misma noche cayó un gran temporal. A la mañana siguiente, el impulsor de la rogativa Juan Hernández Santiago, preocupado por la imagen, acudió a comprobar su estado y cual fue su asombro cuando vio no sólo que se encontraba perfectamente, con su luz encendida, sino que también el agua perdida de Añavingo manaba de nuevo, en el lugar conocido como “Saltadero de los Maestrantes”. Este episodio fue acogido en el pueblo como un milagro, y llenos de fervor acudieron a buscar al santo africano, que fue devuelto a la ermita con toda veneración el 9 de octubre de 1751.
Debido a la resonancia del suceso entre la colectividad local, se decidió luego excavar un nicho y dejar una pequeña efigie del Obispo de Hipona, que se ha bajado en sucesivas ocasiones hasta la iglesia parroquial, como por ejemplo en 1871, como acción de gracias tras haber superado una epidemia de viruela que afectó a Arafo o también a comienzos del pasado siglo. A las primeras celebraciones acudían los pastores con sus lanzas y varias personas hacían sonar los bucios, entre las vivas de los concurrentes. Las calles principales se adornaban con ramas de haya, brezo, aceviño o laurel y se hacían dos arcos decorados con banderitas, uno en el lavadero y otro en la “esquina de Inocencia”. A la altura de los chorros del tanque se preparaba un altar y se oficiaba la misa con acompañamiento de la banda de música. También era habitual que el molinero Antonio Marrero García, recitara unas loas al santo desde el balcón de la casa del antiguo molino, además, al ser cañero de la Comunidad Añavingo, se encargaba del cuidado de la imagen y de encenderle su luz.
En la fiesta, que siempre coincidía con la estación de verano, participaba casi todo el vecindario, pues era mucha la devoción que despertaba San Agustín; la mayor parte esperaba al santo en la “Canal Alta” y recogían ramas de la frondosa vegetación del barranco. Llevaban comida y bebida que a veces se cargaba en burros y mulos y era habitual el convite entre los asistentes. La pequeña imagen era repintada por el recordado artista local Andrés Rodríguez Fariña.
En 1945 se celebró otra bajada, que contó con la participación de la banda de música “Nivaria”. En los años cincuenta se mantuvo el festejo, aunque nunca tuvo una periodicidad definida. Durante la década de los setenta y ochenta se celebraron varias bajadas, organizadas por el Casino “Unión y Progreso” y por comisiones vecinales. Las bodegas de la zona se abrían para los romeros y también se habilitaban asaderos de sardinas en puntos estratégicos. Las últimas se realizaron en 1984, el 11 de agosto de 1989, el 7 de agosto de 1993 y el 9 de agosto de 1997, éstas como promesa de los vecinos de la Cruz del Valle.
GAMBUESA:
Gambuesa es una de las pocas palabras de origen guanche utilizadas para la actividad pastoril que que hoy en dia se siguen utilizando en varias islas cono Fuerteventura y Gran Canaria.
Las gambuesas son los corrales colectivos en medio del campo donde se recoge a las cabras que andan guaniles después de una “apañada” para control de los cabritos que hayan nacido en el periodo de libertad.
DICHO ESTO:
Las rutas que subo las describo según lo vivido en cada una de ellos poniendo waypoint y descripción de lo que yo considero importante y relevante.
Los GPS no son exactos, suelen tener errores de cálculo en metros que pueden confundir, y ni que decir de los móviles estos son peores.
Puede resultar que lo que para mí es fácil para otras personas sea difícil o viceversa. Miren la fecha de realización tanto las que yo publico como otras. El paso del tiempo modifica el entorno. No se limiten a una sola ruta, mirando varias pueden acumular más información.
Estudiar muy bien los senderos que van a seguir (perfil, longitud, duración del trayecto, climatología, etc...…) y utilizar el sentido común ante cualquier dificultad.
En cuanto a la duración de las rutas depende mucho del paso al que se vaya. Yo me lo tomo con mucha calma para disfrutar cada segundo de lo que me ofrece la naturaleza.
Cada uno realiza esta actividad bajo su responsabilidad.
Waypoints
Intersection
2,176 ft
A PARTIR DE AQUI DESANDAR EL CAMINO HACIA EL INICIO
Intersection
2,235 ft
DERECHA
Photo
0 ft
SE ESTRECHA EL BARRANCO
HAY UNA ESPECIE DE PUERTA EN EL CUAL HAN ABIERTO UN LADO PARA PODER PASAR. AQUI EL BARRANCO SE ESTRECHA PARA VOLVER A ABRIRSE.
Intersection
0 ft
IZQUIERDA ABANDONAR EL BARRANCO Y SUBIR
Intersection
2,173 ft
IZQUIERDA POR PISTA
Intersection
0 ft
SEGUIR DE FRENTE Y BAJAR
Intersection
0 ft
SEGUIR POR EL CAUCE
Photo
2,110 ft
TERRENO RESBALADIZO ESCOMBERA GALERIA
HAY QUE PASAR POR LA DERECHA DE LA ESCOMBRERA. TIENE MUCHA PIEDRA SUELTA EXTREMAR LA PRECAUCION.
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Easy to follow
Scenery
Moderate
Encantadora, guay, maravillosa ruta.
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Scenery
Moderate
Muy bonita la caminata