Los Llanos - La Llorera, por las capillas del Monsacro.

Punto de partida: Los Llanos.
Para acercarnos al punto de partida contamos con la inestimable ayuda de Mario, que nos traslado en su todoterreno desde La Llorera, donde dejamos aparcado nuestro coche, hasta Los Llanos, a través de las carreteras locales MO-3 y MO-4.
Hoy nos encontramos con el mayor inconveniente que uno se puede encontrar para disfrutar de las rutas: la niebla. Era muy intensa y el sol sólo pudo con ella en contados momentos.
Partimos de Los Llanos por la pista conocida como "Camín el Cintu", nombre con el que se conoce en la zona, según nos informó Mario, morciniego que la recorrió innumerables veces cuando era guaje, cuidando las vacas.
La ruta, perfectamente señalizada, comienza con una indicación muy clara "a las capillas todo p'arriba". Pasamos bajo una torre de tendido eléctrico y atravesamos una portilla que hay que dejar cerrada, pues así lo exige un cartel sobre la misma.
En la actualidad se están realizando obras de acondicionamiento en la pista de subida, para mejorar el acceso rodado a los ganaderos, hormigonando los tramos con mayor desnivel.
La pista de subida, en continuo zigzag, está jalonada por pinturas en las rocas cercanas que evocan las 14 estaciones del "Vía Crucis", una de las más antiguas devociones practicadas por los católicos en todo el mundo y que representan los pasos que dio Jesús en su camino al Calvario.
En esta subida es de destacar un texu cuyo tronco está incrustado en la roca caliza.
Pasamos el collado Entrepuertas y la niebla era tan intensa, que al llegar a una bifurcación, nos hizo dudar del camino correcto.
Alcanzada la collada más alta, comenzamos a descender por la pista, tomando un desvío a la izquierda para dirigirnos a la Ermita de Santiago, donde se albergaron inicialmente las reliquias sagradas del Arca Santa, cuando los musulmanes invadieron España y las trasladaron desde Toledo a Asturias, para ser guardadas en el Monsacro, que era considerado una montaña sagrada.
Desde la ermita de Santiago, o Capilla de Arriba, es el lugar adecuado para subir al Pico de La Fayona y al Monsacro, o Cuitu Romiru, pero, ni la niebla, ni nuestras ganas, lo aconsejaban, así que nos fuimos en busca de la segunda ermita, La Magdalena o Capilla de Abajo, para lo que cruzamos el llamado "Prado del Ermitaño" donde se encuentra la laguna, tan necesaria para los ganados que en temporada pueblan los pastizales.
Obviamente no pudimos contemplar la panorámica que se divisa desde este lugar y que llega hasta la costa. Después de dar cuenta de unos bollinos de chorizo, iniciamos el descenso por la cara norte, camino de La Collá.
Comenzamos el descenso con bastante precaución debido a la humedad de las piedras y lo resbaladizo de la senda. Durante la bajada nos cruzamos con varios "deportistas" que subían corriendo camino de La Magdalena.
Al llegar a La Collá nos incorporamos a una ruta indicada como "Sancta Ovetensis". Al principio bien señalizada, pero luego sin marcas y por una senda poco definida y en malas condiciones. Tendran que mejorarla. Por esta senda regresamos hasta La Llorera, fin de nuestra ruta.
Al final Mario y Mari nos deleitaron con una comida que hicieron las delicias de nuestros paladares. Que buen final de ruta. Nuestro agradecimiento.