Los Órganos de Benitandús y el embalse del río Veo, desde Benitandús.

Una preciosa ruta siguiendo, con algunas modificaciones, la propuesta de Caminatasalas8 (referencia wikiloc 37371908), aunque la idea de volver surgió durante la caminata de la semana pasada al ver, desde los altos de La Llosa, el valle del río Veo y las llamativas formaciones de Els Orges. Repetir, tras varios años, estas maravillosas rutas de Espadán se está convirtiendo en el mantra del invierno, ayudados por una climatología relativamente cálida y seca.
Benitandús es una pequeña población (dicen que tenía 18 habitantes en 2015, pero más bien parece que ninguno sea ya permanente, o casi) de origen musulmán y situada en un valle de excepción, por cuyo fondo discurre (es un decir, porque gran parte del trayecto está seco) el río Veo. Pero, eso si, en su parte final, poco antes de que el valle se abra hacia L'Horteta y el Pla de Benarrai, una notable presa retiene las aguas venidas desde la cara norte de los picos más altos de la Sierra, en un entorno que merece una visita (el sendero está algo invadido por la vegetación pero es muy bonito y el caminante encontrará hasta una vía ferrata, si quiere complicarse un poco el paseo). Claro que, sí, durante la caminata y luego en el recuerdo, lo mejor son los Órganos, esas formaciones rocosas de imposible geometría e incomparables vistas; la altura no es grande (610 metros), pero las vistas son de las mejores de Espadán.
Dejamos el coche aparcado en la plaza, frente a la iglesia y salimos hacia la carretera CV-223, que cruzamos, para girar a la derecha y seguir por el arcén hasta el origen del sendero de los Órganos, bien marcado con señales de PR-CV 161. El camino no tiene pérdida porque está muy bien marcado, aunque siempre llevamos la ruta grabada en el GPS para evitar posibles extravíos en sitios dudosos. Al principio la ascensión es muy llevadera, pero pronto el nivel de exigencia aumenta y en algunos puntos la pendiente es muy notable (en varios hay curvas que han sido cortadas por atajos, en los que siempre seguimos la curva). En 1,5 km subiremos unos 300 metros, hasta llegar a Los Órganos, donde nos retenemos un buen rato para poder hacer fotografías, recorrer algunos pequeños senderos que nos asoman a miradores, y admirar las formas imposibles de unas rocas bellísimas. César recuerda los tiempos de locura, hace ya un montón de años, cuando buscamos salida por el precipicio; tal vez podríamos, razonamos, pero...nos lo ha prohibido el médico (¡Menos mal!).
Dejamos el lugar con cierta pena, y seguimos ascendiendo por el bien marcado sendero hacia la Cima de los Òrganos. Aquí estaremos unos 100 metros más altos, y las vistas en la distancia son excelentes, pero más abajo hemos dejado lo extraordinario. A partir de aquí seguimos, en bastante suave sube y baja, por la cordal hacia la Mallada de la Serra y El Casalet. En sorprendente ejercicio democrático, casi totalmente novedoso, ofrezco la posibilidad de seguir hacia el Pico Cassalet y el Alto de Pedralba para luego volver por el GR, pero a uno le duele el juanete, otro tiene el corazón "partío" y el resto se solidarizan, así que volvemos por El Rodenal hacia la Fuente del Alcornocal, en el barranco del mismo nombre. No es esta una bajada suave, buenas pendientes y mucha curva cortada por atajos bastante erosionados hacen que este descenso no deba ser tomado con ligereza: buen calzado, bastones y el necesario cuidado son impoortantes para evitar caidas.
Eventualmente saldremos a la carretera CV-223, donde ahora giraremos a nuestra izquierda para llegar, en unos 300 metros por el arcén de una carretera hoy con muy poco tráfico, hasta la entrada de Benitandús.
Cruzamos el puente sobre el rio (seco aquí) Veo, e inmediatamente giramos a nuestra izquierda para seguir por un camino paralelo al cauce, que luego se convierte en un bonito sendero, estrecho y parcialmente cubierto por la vegetación, en el que también hay que tener cierto cuidado (hay algunas partes donde encontraremos cuerdas y cables como ayuda para el paso por zonas aéres o cortas trepadas y destrepadas). Encontraremos un pequeño belén, escondido en el tronco de un árbol, que nos parece notable. En algunos puntos es posible dejar el sendero para bajar a la ribera (el nivel de agua está muy bajo), pero es necesario volver al sendero para continuar avanzando en algunos puntos, por lo que tal vez lo mejor sea no abandonarlo. Así llegamos a la parte final donde encontramos una vía ferrata de corta longitud, pero cuyo agresivo trazado hace necesario el uso de equipo completo para subirla. Llegamos poco después frente a la presa, donde podemos decidir seguir adelante, para luego cruzar la presa y volver por la carretera (algo más de 500 metros, sin arcenes), pero decidimos que mejor volver por el sendero que hemos utilizado para venir. Así volvemos hasta Benitandús, donde termina la grabación.
En conjunto una bellísima ruta, de cierta exigencia pero que, con cierto cuidado, consideramos realizable incluso con las generaciones posteriores, así que no sería de extrañar que esta no fuese la última vez que pasamos por un lugar tan bonito.