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Los Peloteos-Cortijo Pallarín-Tablate- Ermita de las Angustias-Puente Nazarí de Tablate

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Trail stats

Distance
9.06 mi
Elevation gain
2,064 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
2,064 ft
Max elevation
3,492 ft
TrailRank 
55
Min elevation
1,765 ft
Trail type
Loop
Time
4 hours 43 minutes
Coordinates
2549
Uploaded
February 26, 2021
Recorded
February 2021
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near Tablate, Andalucía (España)

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Itinerary description


Esta ruta comienza en las inmediaciones de Peloteos (llamado popularmente Los Peloteos); es una localidad perteneciente al municipio de Lecrín, en la provincia de Granada. Está situada en la parte suroriental de la comarca del Valle de Lecrín. Cerca de esta localidad se encuentran los núcleos de Béznar, Talará, Mondújar, Murchas, Chite, Lanjarón, Pinos del Valle e Ízbor.

La ruta discurre por el Barranco de Tablate un largo cañón que, tras casi ocultarse en un profundo desfiladero, desemboca en el Río Ízbor, el pueblo deshabitado y en ruinas (fantasma) de Tablate y el histórico Puente Nazarí de Tablate.

Tras aparcar justo donde comienza este track, comenzaremos un largo y continuo ascenso. En Primer lugar subiremos por un carril hormigonado que discurre por cuidadas y mimadas huertas ancestrales, heredadas de los moriscos, con naranjos, mandarinos y limoneros, donde el olor casi se hace embriagador, salpicados por almendros y olivos.

Pronto llegaremos a las inmediaciones del misterioso y legendario BARRANCO DE TABLATE, del que podremos disfrutar y hacernos una idea desde un mirador natural señalizado con waypoint. Desde él podremos apreciar el tamaño y la angostura del barranco y los cinco puentes, de distintas épocas, que lo atraviesan.

El agudo chiar de un cernícalo rebota en las paredes del desfiladero y asciende hacia los bordes de los tajos. El sonido llega hasta las mesetas de tomillos y esparto, que bajo las laderas inferiores del suroeste de Sierra Nevada muy cerca de las lomas de Lanjarón, dominan el gran Valle de Lecrín, la antesala de la depresión de Granada.

Durante todo el recorrido disfrutaremos continuamente de unas impresionantes vistas del Valle de Lecrín, El Pantano de Beznar, Pinos del Valle, El Cristo del Zapato, La sierra de las Albuñuelas y los numerosos parques eólicos de la zona.

Continuando con el largo ascenso, subiremos, ya por pista de tierra, por la CUESTA DEL CEPO; la vegetación ha tornado de cuidadas huertas a secano, con plantas aromáticas, esparto, zarzas, espinos y arbustos de porte bajo. Poco después llegaremos al cauce del ARROYO DE TABLATE, que cruzaremos sin dificultad por un puente junto a una pequeña y pintoresca cascada y unas tuberías que encauzan el agua para distribuirla cuidadosamente mediante acequias a las huertas por las que pasabamos en la parte más baja del barranco.

Posteriormente debemos de estar atentos para desviarnos de la pista por una estrecha senda que asciende de una forma radical. Este sendero está bastante deteriorado por trialeras y es bastante exigente, sobre todo si hace calor.

El siguiente punto reseñable es EL CORTIJO DE PALLARÍN, que se encuentra en un estado ruinoso, pero que nos puede hacer una idea de cómo tenía que ser la vida en estos parajes no hace demasiado tiempo. En las inmediaciones del cortijo veremos una alberca vacía y una surgencia de agua junto a un gran castaño. Junto a la surgencia tomaremos una pista forestal que asciende, más suavemente, por los parajes de la CUEVA DE LOS VAQUEROS, que veremos a la izquierda y muy arriba, y LA HAZA DE LOS HOYOS.

Comenzaremos el descenso por la pista que enlaza con el trazado del Sendero Forestal-Peñuela. Este sendero debe su nombre al antiguo camino que utilizaban los guardas forestales para acceder a las zonas altas de la sierra, cuando funcionaban las casas forestales de Tello y Soportújar. Estos recintos se construyeron a mediados del siglo XX, en el marco de un ambicioso proyecto de repoblación forestal destinado a estabilizar y proteger a estas escarpadas laderas de la erosión y las escorrentías. Este sendero se ha rescatado y acondicionado para uso turístico recreativo. Evidentemente la flora ha vuelto a cambiar, sumergiéndonos en unos bosques de pinos de reforestación.

Aquí tomaremos una derivación, evitable por no tener demasiado interés, que nos conducirá hasta la HAZA DE LA MUJER, por encima de Lanjarón. Nosotros pensábamos que desde la Haza de la Mujer variamos Lanjarón, pero no es así. Lo que si se ve con gran claridad es el fértil valle del Río Lanjarón y la impresionante Sierra de la Contraviesa.

Desandaremos este último tramo y proseguiremos por pista forestal hasta el paraje de la HAZA DE LA PALOMA; en este punto nos desviaremos a la izquierda por un precioso y sinuoso sendero que, en continuo descenso, nos hará llegar a un ancho camino. Este largo camino desciende serpenteantemente por el paraje de las LAGUNILLAS. En el último tramo ya podremos tener unas buenas panorámicas de uno de los buques insignia de esta ruta, el pueblo fantasma de Tablate.

Llegaremos a la carretera de Lanjarón A-348, la cruzaremos y iniciaremos un corto ascenso que se dirige entre altas y esbeltas palmeras a las ruinas de la legendaria pedanía de Tablate.


TABLATE: EL FORTÍN DE ABEN HUMEYA
La aldea de Tablate se desmorona tras medio siglo de olvido entre olivos y retamas

Imágenes de esplendor y muerte se dibujan en el aire de un paraje donde una derruida iglesia mudéjar cohabita con los fantasmas de la ancestral torre nazarí

La aldea de Tablate está ubicada sobre el profundo abismo que el escritor Antonio Enrique califica como “espantable tajo de Tabulate, vertedero de tanta sangre en innumerables lances de guerra”. El viejo poblado habitado hasta la mitad del siglo XX, mantiene su vocación de puerta de la Alpujarra, de frontera natural entre dos territorios separados por una inexpugnable angostura, con un milenario puente de piedra de casi un centenar de metros de caída, único acceso entre la Abuxarra y Granada.

Las derruidas casas mantienen muros que se alzan entre los matorrales y cuentan su propia historia, episodios fundamentales en el devenir de los siglos, porque Tablate, la vieja alquería morisca, había sido fortín de defensa de los caminos hacia Lanjarón, Órgiva y las altas tierras, defensa de único y angosto puente originario de madera y piedra sobre el que se decidió el final de la rebelión de los moriscos y la derrota de Aben Humeya.

La aldea se mantiene oculta a la vista, ya que los caminos que la rodean pasan bajo las lomas y los árboles ocultan sus casas. Hoy las copas de unas palmeras que se recortan sobre las aspas de modernos molinos de viento delatan su presencia solo a quien observa más allá de la línea de las carreteras que desde el oeste de Tablate discurren hacia la Costa y al este, serpentean hacia Lanjarón. Un estrecho camino entre olivos, en la confluencia que desde esa vía se dirige hacia la antigua N-323 y la ermita de las Angustias, marca la entrada hacia la aldea abandonada. En la corta subida, aún se aprecian los trabajos realizados por quienes de forma esporádica habitaron las antiguas casas hace solo dos décadas, y los arreglos realizados por el pastor que en los años cincuenta fue el último vecino de Tablate.
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Las hiedras aferradas a los muros desvencijados pintan de verde un paisaje de ocres y cal sucia, de estrechas callejas en las que se aprecian algún resto de empedrado que accede al que durante 500 años fue el centro de la vida de los agricultores y pastores que allí habitaron, la iglesia de Santiago, levantada poco después de la conquista del Reino de Granada sobre los restos de las viviendas de la guarnición de soldados árabes que servían de vigía del puente de Tabulate. El templo está semiderruido, conserva su torre mudéjar y sus sobrios muros, que guardaron un artesonado ahora expoliado, como la totalidad de los objetos que el Arzobispado de Granada dejó en el templo después de retirar los elementos de culto. Los trazos, borrados por el tiempo, de una pintura mural, recuerdan el retablo sobre el que se levanta el altar. El techo del tempo ha caído para dejar paso a la lluvia, el viento, y los pájaros. El arco de entrada, sellado con cemento y gavillas, ha sido horadado por expoliadores, pero la historia perdura, vive aún dentro y fuera de sus paredes.


El 27 de diciembre de 1568, en Béznar, el hijo de un noble del Reino de Granada, Hernando de Válor y Córdoba, Muhammad ibn Umayya, fue proclamado Rey de los Moriscos. La rebelión de los habitantes árabes de gran parte de la geografía sureste del antiguo territorio nazarí, estaba en sus inicios.


El nuevo rey, nieto de un descendiente de los Omeyas, encabezó una sublevación que no contó con el apoyo de los conversos de la capital y acabó siendo literalmente aplastada a lo largo de la que se conoció como la Guerra de las Alpujarras, que en solo dos años (1568 a 1570) concentran los episodios más cruentos y sangrientos de la historia del sureste ibérico. Tras ser designado monarca, Hernando, convertido en Aben Humeya, partió hacia Cádiar, donde sería coronado bajo un gran olivo que aún se conserva, pero a pocas horas de iniciar su viaje, tras pasar el puente de Tablate, él y sus seguidores hicieron de la aldea, recuperada de manos cristianas, y a cargo de una nueva guarnición de vigías, su improvisado cuartel durante unos días, a la espera de noticias de la capital que nunca llegaron.


Las piedras de la torre nazarí que se alza en el extremo noreste de Tablate, hablan de jornadas de alegría y esperanzas truncadas, ya que el día 10 de enero de 1569, solo dos semanas después de la marcha de Aben Humeya, las tropas del Marqués de Mondéjar, lograron atravesar el puente a pesar de que los seguidores del rey de Válor habían destruido su estructura. Comenzaba la reconquista de la Alpujarra y el declive de un morisco converso que fue asesinado por su lugarteniente Abu Aboo.


Tablate recuperó sus alquerías, cortijos y apriscos, recuperaron la torre sobre su iglesia destruida; se convertía de nuevo en cruce de caminos desde la ciudad a la Alpujarra y la Costa, era el cambio de paisaje entre la depresión de Dúrcal, las colinas de aglomerados de la cuenca del río Grande (Guadalfeo) y el curso del Ízbor, y el camino obligado de la sinuosa carretera a la costa, que necesitó de un nuevo puente sobre el barranco de Tabulate. El poblado, en sus últimos años, vio nacer, pasar y morir, el cable de Motril, el ferrocarril aéreo que durante la primera mitad del siglo XX conectó la ciudad con el mar, y que murió de abandono, como él mismo.


En la zona más alta de Tablate, un olivo centenario aferra su viejo tronco al muro de la torre nazarí, abraza con sus ramas las piedras en un intento de sustentar la historia, conocedor del abandono que se cierne sobre el antiguo poblado, la alquería donde se decidió el futuro de la Alpujarra.

Siguiendo con el recorrido nos dirigimos en un primer lugar a la Venta de las Angustias.

LA VENTA DE LAS ANGUSTIAS

La Venta de las Angustias, situada a escasa distancia de Tablate, en la bifurcación de la antigua carretera de Motril y La Alpujarra. Era lugar de parada obligada para las diligencias y autobuses que cubrían las líneas de la costa y La Alpujarra. Se conocía como venta de Tablate o de Luis Padilla, y así la citan Pedro Antonio de Alarcón y Juan Valera, pero la proximidad de la ermita acabó imponiéndose en su nombre.

En esta venta siempre parábamos para hacer un descanso en los casi eternos viajes que cuando éramos pequeños íbamos en autobús a la playa. Al variar la carretera de la Costa y después la de la Alpujarra quedó abandonada aunque estuvo utilizada un tiempo como puticlub.


Seguiremos caminando por la vieja N-323, sin apenas tráfico,y pasaremos junto a la pared cortada a modo de trinchera en la roca, que llega desde el antiguo cruce de acceso a la carretera de Lanjarón hasta la ermita. En esa pared se observa lo que los geólogos conocen como Serie del Mioceno del barranco de Tablate, con conglomerados de bloques de rocas metamórficas del Tortoniense, que muestran la tierra de hace 10 millones de años. A un centenar de metros llegaremos a:


LA ERMITA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS

La ermita de la Virgen de las Angustias, al lado del puente del siglo XIX y ocupando parte del antiguo camino. Fue edificada en 1862, según consta en una placa colocada tras ser restaurada en 1957 por el Moto Club de Granada, pero ya en 1805 constaba de la existencia de una ermita con la misma advocación en el lugar.

Lugar de devoción de todas las Alpujarras y el Valle de Lecrín. Se encuentra en buenas condiciones. Fue por devoción popular, al construir la nueva carretera a Motril. Antiguamente se hacía una romería desde el pueblo de Tablate hasta ella.

Y junto a la ermita encontramos los cinco puentes que cruzan el barranco de Tablate.

PUENTE DE TABLATE: LA PUERTA DE LOS MORISCOS

Olvidado entre los tajos del barranco, el puente de Tablate marca aún la entrada de la Alpujarra y el último bastión nazarí del Reino de Granada. Escenario de batallas, paso de arrieros, conquistadores y ejércitos, recuerda que durante siglos fue la conexión de la ciudad con la vieja Abuxarra.

La vista se pierde entre la oscuridad y la maraña de zarzales y matorral que puebla la drástica pendiente que forma el curso del barranco de Tablate. Solo se percibe el sonido de los pájaros y el agua que se intuye en la profundidad del abismo situado a un centenar de metros más abajo. Caminar por la estrecha calzada bordeada por pretiles de cantos rodados, es franquear la verdadera puerta de la Alpujarra, la ruta de los moriscos, el paso estratégico para el control de un territorio cuyo nombre en árabe significa ‘indomable’.

Cinco siglos después de las primeras referencias históricas de esta puerta obligada en el Camino Real de la Alpujarra, sobre el largo y profundo barranco de Tablate hay cinco puentes, dos de ellos son los modernos viaductos de la A-44, con 174 metros de longitud, uno para cada dirección en la autovía de la Costa, y otros tres que se ubican un centenar de metros más arriba junto al puente nazarí, el construido a finales del siglo XIX para salvar el barranco en la carretera a Motril, junto a la ermita de las Angustias, que evitó el paso por la vieja construcción árabe, y otro más moderno que pasa justo sobre él, a una altura de 30 metros, que es la nueva carretera hacia Lanjarón y entrada a la Alpujarra.

El puente nazarí está oculto, pero la construcción de la autovía permitió que el Ministerio de Fomento acometiese su restauración en el año 2003 y que pueda ser un elemento histórico para disfrutar y conocer uno de los lugares trascendentales en la historia de la Granada medieval, encuadrado en un paisaje donde la biodiversidad de ribera, tajos y roquedos, se hace patente con una simple mirada. Se oyen los cernícalos, anidan aviones roqueros. Hay parejas de chollaba negra que con su cola blanca se sitúan en los salientes rocosos y los cables de tendidos eléctricos, y zorros, que se mueven entre los cortados por pasos que ya fueron utilizados por pobladores prehistóricos hace más de cuatro milenios.

MIL BATALLAS


El puente de Tablate casi no se ve desde la antigua carretera de Motril, pero una parada a la entrada del puente de las Angustias en dirección sur nos permitirá, si miramos a la izquierda, contemplar desde arriba la estructura histórica que se convirtió en la clave de la conquista de ese territorio en el año 1491, poco antes de la caída de Granada, y ocho años más tarde, en 1499, fue semidestruido por los moriscos sublevados en la cora alpujarreña para evitar el paso de las tropas de los Reyes Católicos, aunque no lo consiguieron. La reina Isabel II ordenó su reconstrucción, pero con la segunda revuelta de los de los moriscos, la gran guerra de la Alpujarra, en 1569 volvió a ser destruido por los rebeldes alpujarreños, aunque no evitaron que el marqués de Mondéjar lo reconstruyese provisionalmente y las tropas castellanas de Felipe II lograsen cruzar el barranco y acabar con los moriscos liderados por Aben Humeya.

Desde que se construyó la antigua N-323, la carretera de la Motril, y durante casi un siglo, el puente de Tablate no fue más que una estructura ruinosa de la que solo se conservaban sus pilares, contrafuertes y el arco que ya solo sustentaba la tierra que en su día soportó la calzada. Era observado con interés por quienes circulaban camino de la playa y la Alpujarra. Seguía allá bajo, entre la vegetación, sin desvelar que en otros tiempos fue un punto clave en la guerra que puso fin a los últimos vestigios del Reino de Granada, y el camino sin retorno para los vencidos.

Pedro Antonio de Alarcón, tras su literato viaje alpujarreño de 1872, describía así su impresión del lugar:

"El terreno se angostó al poco rato, formando una profunda garganta, y minutos después pasamos el imponente y sombrío Puente de Tablate, cuyo único, brevísimo ojo, tiene nada menos que ciento cincuenta pies de profundidad. El Tablate, más que río, es un impetuoso torrente que se precipita de la Sierra en el Río Grande, abriendo un hondísimo tajo vertical, tan pintoresco como horrible. Aquella cortadura del único camino medio transitable que conduce a la Alpujarra es una de las principales defensas de este país, su llave estratégica, el toso de aquel ingente castillo de montañas".

Evidentemente, la existencia de un puente en Tablate debe de ser muy antigua, ya que toda ruta posible de Granada a la Costa o a la Alpujarra ha de hacerse forzosamente a través del Valle de Lecrín -paso natural por donde el Neolítico penetró en Andalucía Oriental- y siempre ha existido allí el problema del barranco. Pero no ha habido uno solamente, sino muchísimos puentes sucesivos en lo que hoy llamamos Puente de Tablate: "Quemados unos -dice Alarcón-, volados otros, y todos cubiertos de sangre de fenicios, cartagineses, romanos, godos, árabes, moriscos, austríacos o franceses, y, por supuesto, de españoles de todos los siglos". Porque Tablate, por su condición estratégica y clave, ha sido a lo largo de la Historia escenario de numerosas acciones de combates importantes batallas, en las que siempre hubo que subordinar el plan de campaña al perpetuo fenómeno topográfico.

FÁBRICA

Situado a unos cien metros sobre el lecho del barranco, con anchura de 2,80 metros y longitud de 19 metros, está formado por un arco de medio punto hecho de mampostería, con restos en algunas partes de tapial calicastrado, y cantería en los rebordes exteriores.

Los estribos, de alturas diferentes, se apoyan en salientes del terreno aprovechando la angostura del barranco. En la fábrica se pueden diferenciar elementos constructivos de cinco periodos diferentes que irían desde época nazarita (1238-1492), en la base de los estribos, hasta 1796, fecha de la última reforma, documentada por un grafito en el enfoscado interior de un pretil, pasando por la reconstrucción llevada a cabo tras la Guerra de los Moriscos. Coincidiendo con las reformas, el nivel de paso fue elevado al menos en dos ocasiones.

Sin duda, el hecho más llamativo ocurrido en Tablate fue el protagonizado por un fraile franciscano en la fecha antes señalada, durante la guerra contra los moriscos. Sucedió que, a los 17 días de la coronación de Abén-Humeya y encontrándose ya éste en el corazón de la Alpujarra con la mitad del reino granadino alzada en su favor, el 10 de enero del 1569 llegó a la vista del puente el Marqués de Mondéjar con un cuerpo de ejército de 2.000 infantes y 400 caballos. Los rebeldes, en número de 3.500, según narran las crónicas de Diego Hurtado de Mendoza, habían roto el puente y se atrincheraron al otro lado del barranco, en la seguridad de que sería imposible atravesar por allí. Para su sorpresa, sin embargo, según cuenta el historiador, y así lo transcribe Alarcón, surgió entonces el arrojo religioso:

"Dio entonces ejemplo a los soldados y terror a los moriscos, un fraile francisco llamado Fray Cristóbal Molina, el cual, con un crucifijo en la mano izquierda, una espada en la derecha, los hábitos cogidos en la cinta y una rodela a la espalda, llegó al paso, se apoyó en un madero, saltó, y, cuanto todos esperaban verle caer, se admiraron de contemplarle salvo en la orilla opuesta. Siguiéronle dos soldados animosos: uno cayó y murió en lo hondo; el otro fue más afortunado. Recompusieron éstos los maderos al abrigo del fuego de los arcabuceros, facilitaron el paso a otros, y últimamente, rechazados los moros y consolidado el puente con tablones y piedras, pasó toda la división con caballos, carros y artillería, y se alojó en Tablate".

LAS BALLENAS

Retornando al punto de inicio y final de esta interesante ruta dejaremos a la izquierda unas formaciones geológicas conocidas popularmente como las Ballenas. Cuando había que pasar obligatoriamente por esta carretera para ir a la playa, y éramos pequeños, siempre estábamos pendientes en este punto para ver las susodichas ballenas y que nos hacían creer en fantasías. También recordamos otros puntos como "la curva del coño", la bruja del túnel de Izbor, los pestiños de Beznar... sin duda el viaje a la playa, que ahora dura unos escasos 30 m., antes era toda una odisea... que tiempos.

Waypoints

PictographWaypoint Altitude 1,856 ft
Photo of01.- Inicio en Los Peloteos Photo of01.- Inicio en Los Peloteos Photo of01.- Inicio en Los Peloteos

01.- Inicio en Los Peloteos

PictographPanorama Altitude 2,094 ft
Photo of02.- Mirador del Barranco de Tablate Photo of02.- Mirador del Barranco de Tablate Photo of02.- Mirador del Barranco de Tablate

02.- Mirador del Barranco de Tablate

PictographIntersection Altitude 2,237 ft
Photo of03.- Desvío derecha y orquídeas abejeras Photo of03.- Desvío derecha y orquídeas abejeras Photo of03.- Desvío derecha y orquídeas abejeras

03.- Desvío derecha y orquídeas abejeras

PictographWaypoint Altitude 2,641 ft
Photo of04.- Cuesta del Cepo Photo of04.- Cuesta del Cepo

04.- Cuesta del Cepo

PictographIntersection Altitude 2,615 ft
Photo of05.- Desvío derecha

05.- Desvío derecha

PictographRiver Altitude 2,570 ft
Photo of06.- Barranco y arroyo de Tablate Photo of06.- Barranco y arroyo de Tablate

06.- Barranco y arroyo de Tablate

PictographWaterfall Altitude 2,606 ft
Photo of07.- Tubería de acequia y cascada

07.- Tubería de acequia y cascada

PictographIntersection Altitude 2,636 ft
Photo of08.-Desvío derecha por Senda Photo of08.-Desvío derecha por Senda

08.-Desvío derecha por Senda

PictographRuins Altitude 3,269 ft
Photo of09.- Cortijo de Pallarín Photo of09.- Cortijo de Pallarín Photo of09.- Cortijo de Pallarín

09.- Cortijo de Pallarín

PictographWaypoint Altitude 3,347 ft
Photo of10.- Aljibe Photo of10.- Aljibe

10.- Aljibe

PictographWaypoint Altitude 3,363 ft
Photo of11.- Surgencias bajo castaño y enlace con pista forestal Photo of11.- Surgencias bajo castaño y enlace con pista forestal

11.- Surgencias bajo castaño y enlace con pista forestal

PictographWaypoint Altitude 3,427 ft
Photo of12.- Haza de los Hoyos Photo of12.- Haza de los Hoyos

12.- Haza de los Hoyos

PictographIntersection Altitude 3,490 ft
Photo of13.- Derecha por sendero forestal Peñuela

13.- Derecha por sendero forestal Peñuela

PictographIntersection Altitude 3,397 ft
Photo of14.- Izquierda para Haza de la Mujer. Evitable

14.- Izquierda para Haza de la Mujer. Evitable

PictographPanorama Altitude 3,250 ft
Photo of15.- Haza de la Mujer

15.- Haza de la Mujer

PictographWaypoint Altitude 3,197 ft
Photo of16.- Loma de Calvo

16.- Loma de Calvo

PictographIntersection Altitude 2,968 ft
Photo of17.- Izquierda por sendero. Haza de la Paloma

17.- Izquierda por sendero. Haza de la Paloma

PictographIntersection Altitude 2,767 ft
Photo of18.- Intersección con camino

18.- Intersección con camino

PictographWaypoint Altitude 2,659 ft
Photo of19.- Las Lagunillas Photo of19.- Las Lagunillas Photo of19.- Las Lagunillas

19.- Las Lagunillas

PictographIntersection Altitude 2,178 ft
Photo of20.- Panorámica de Tablate Photo of20.- Panorámica de Tablate

20.- Panorámica de Tablate

PictographIntersection Altitude 1,902 ft
Photo of21.- A-348 Carretera de Lanjarón

21.- A-348 Carretera de Lanjarón

PictographRuins Altitude 1,942 ft
Photo of22.- Tablate , el pueblo fantasma Photo of22.- Tablate , el pueblo fantasma Photo of22.- Tablate , el pueblo fantasma

22.- Tablate , el pueblo fantasma

PictographRuins Altitude 1,939 ft
Photo of23.- Tablate Photo of23.- Tablate Photo of23.- Tablate

23.- Tablate

PictographWaypoint Altitude 1,794 ft
Photo of24.- Antigua Venta de las Angustias

24.- Antigua Venta de las Angustias

PictographReligious site Altitude 1,803 ft
Photo of25.- Ermita de las Angustias

25.- Ermita de las Angustias

PictographBridge Altitude 1,735 ft
Photo of26.- Puente de Isabel II Photo of26.- Puente de Isabel II

26.- Puente de Isabel II

PictographBridge Altitude 1,794 ft
Photo of27.- Puente Nazarí Tablate Photo of27.- Puente Nazarí Tablate Photo of27.- Puente Nazarí Tablate

27.- Puente Nazarí Tablate

PictographGeocache Altitude 1,856 ft
Photo of28.- A la Izquierda Ballenas. Colada Del Camino de Granada Photo of28.- A la Izquierda Ballenas. Colada Del Camino de Granada

28.- A la Izquierda Ballenas. Colada Del Camino de Granada

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