LOS TEJOS DE CUCAYO - COHORA 1962 m - Campamento romano de CASTRO NEGRO - Monte Casanzo (circular desde Cucayo)
near Cucayo, Cantabria (España)
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Trail photos
Itinerary description
Circular desde Cucayo siguiendo el siguiente itinerario:
- CUCAYO
- MOLINOS DE DOBRES
- INVERNALES DE RANES
- ARROYO PRADO HERNANDO
- LOS TEJOS DE CUCAYO
- PICO COHORA
- CAMPAMENTO ROMANO DE CASTRO NEGRO
- PICO CANTAGALLOS
- PICO CANTAGALLO
- MONTE CASANZO
- COLLADO CIENPASTORES
- COLLADO DE CEZURA
- CUCAYO
Este itinerario sorprende por la posibilidad de contemplar cumbres como Peña Quebrada, el Pico Lezna o el Pico Pumar desde una perspectiva cercana.
Bonitos hayedos, robledales, brañas y una preciosa tejeda de tejos centenarios.
No tiene mas complicaciones que la subida "pindia" del Monte Casanzo. El resto, sendas y caminos despejados.
CAMPAMENTO ROMANO DE CASTRO NEGRO (Regiocantabrorum)
Nos encontramos ante un yacimiento cuyo potencial podría hacer tambalear la historia que conocemos de las Guerras Cántabras hasta el día de hoy. Una nueva vertiente de investigación que, independientemente de su gran valor científico, podría acercar el mito del Monte Vindió a una realidad cada vez más palpable. Estamos hablando, como no, del campamento romano de Castro Negro. Un enclave que ha permanecido miles de años "escondido" y que a principios de este año 2017 vio finalmente la luz a nivel nacional (e internacional). Un acuartelamiento a casi 2.000 metros de altitud, donde tal vez cambió la historia de Cantabria y aún no lo sabemos. Solo las investigaciones y el tiempo lo dirán. Tenga o no relación directa con el conocido sitio del Monte Vindió, donde Lucio Anneo Floro relataba en sus textos que los cántabros pensaban que "antes subirían las olas del océano que las armas romanas", no cabe duda de que estamos ante un recinto campamental romano CLAVE para el control del territorio entre Liébana y el Norte de Palencia. No obstante, sus dimensiones, su morfología y su cercanía a otro recinto encontrado en la misma campaña de prospección arqueológica (llamado Monte "Vistrió") dan lugar a dejar volar la imaginación con buena base.
El descubrimiento del mismo lo realizó Jose Angel Hierro Gárate en 2014 gracias a la fotografía satélite y a la documentación de vuelos aéreos existente, presentándose posteriormente en el ciclo "Las Guerras Astur Cántabras" celebrado en Gijón a finales de ese mismo año. Los primeros datos preliminares del mismo aparecerían en la publicación realizada a raíz de dicho encuentro arqueológico y que fue coordinador por Jorge Camino Mayor, Jesús Francisco Torres Martínez y Eduardo Peralta Labrador, siendo este último quien con un equipo multidisciplinar dirigiría las excavaciones arqueológicas desarrolladas entre Agosto y Octubre de 2016. Cabe destacar que no sin antes pasar por un viacrucis burocrático que no les permitía llegar al campamento porque, si bien tenían permiso de la Consejería de Cultura para realiza la investigación, el servicio de Montes no les dejaba acceder en todoterreno. Esto unido a que dicha campaña se financió casi en su totalidad por capital privado (no hubo prácticamente inversión por parte de la administración), hicieron que el proyecto arqueológico "Agger" no comenzase con buen pie este episodio de la historia.
Uno no puede dejar de pensar que, viendo el increíble interés social y científico que este descubrimiento suscita, pueda quedar de lado como ha ocurrido otras ocasiones. Se destinan miles y miles de € para sufragar estudios e investigaciones sobre arte rupestre, pero la historia más accesible y mejor interpretable de nuestra tierra perece en el olvido. Como siempre, parece que en Cantabria es más fácil vivir de hipótesis que invertir en certezas. Esperemos que esta maravilla no sea fruto del olvido que tras décadas han vivido increíbles yacimientos como la Espina del Gallego, Monte Cildá y otros enclaves relacionados con las Guerras Cántabras.
Castro Negro ocupa la cima y parte de las laderas del monte que le da nombre, en la sierra de Peña Prieta, si bien es cierto que esta elevación también recibe el topónimo de “Cohora”. Ubicado exactamente a 1.962 metros de altitud, controla el paso de montaña de los puertos de Riofrío que se encuentran a sus pies. Con todo, y al igual que ocurre con la estructura de Robadorio, estamos ante uno de los campamentos militares romanos más altos de Europa. En su totalidad ocupa alrededor de 10,5 hectáreas, dimensiones relevantes que nos dan a entender la importancia del mismo. Posee además elementos típicos de castramentación romana de entre mediados del siglo I a.C. y comienzos del III d.C., albergando sus estructura dos puertas en clavícula interna.
Respecto a la intervención arqueológica realizada en 2016, cabe destacar que tuvieron que ver con la documentación topográfica de la zona y con la prospección electromagnética y visual del entorno, impidiendo esto poder dedicar un periodo más largo a realizar una cata o excavación como tal. No olvidemos que esta labor, además de ardua por el nivel de erosión de las estructuras, es de vital importancia para obtener información relevante. De todos, los resultados obtenidos fueron excelentes, recuperándose numerosas piezas metálicas relacionadas con equipamiento militar romano y con objetos cotidianos en un campamento: clavos de caligae, regatones, un proyectil de catapulta, algunas herramientas y una moneda con ceca de Calagurris (actual Calahorra) del año 28 a.C. El momento de acuñación de la misma encaja perfectamente con la cronología del asentamiento, justo antes de la gran campaña liderada por Augusto y que fue el final de la resistencia de los cántabros y astures.
Los próximos años nos desvelarán realmente que ocurrió en Castro Negro, eso siempre que la Consejería de Cultura y el Gobierno de Cantabria inviertan en su estudio. Sería una auténtica pena que estuviésemos a las puertas de conocer como fue el final de un conflicto que hizo que el mismísimo emperador de Roma viniese personalmente a nuestras tierras a liderarlo.
AVISO: Las ruta descrita así como el track y waypoints los he descargado de mi GPS después de hacerla personalmente. Aún así, debéis de considerarlos meramente orientativos. Los tracks no marcan siempre el itinerario exacto, por tanto pueden contener errores, esto es debido a que durante la grabación por GPS la recepción de los satélites puede ser débil especialmente en zonas de barrancos, desfiladeros profundos, zonas de bosque espeso, etc. Queda a la responsabilidad de quien las realice, las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán de las CONDICIONES climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física del que las realice.
Siempre recomiendo ir acompañado al monte, dejando aviso a un conocido o familiar de nuestro itinerario y tiempos previstos, llevar el teléfono con carga suficiente, agua, comida y abrigo adecuado a la época y recorrido a realizar.
Deja todo como estaba o mejor para que todos podamos seguir disfrutándolo y que las únicas huellas de tu paso sean las de tus botas
- CUCAYO
- MOLINOS DE DOBRES
- INVERNALES DE RANES
- ARROYO PRADO HERNANDO
- LOS TEJOS DE CUCAYO
- PICO COHORA
- CAMPAMENTO ROMANO DE CASTRO NEGRO
- PICO CANTAGALLOS
- PICO CANTAGALLO
- MONTE CASANZO
- COLLADO CIENPASTORES
- COLLADO DE CEZURA
- CUCAYO
Este itinerario sorprende por la posibilidad de contemplar cumbres como Peña Quebrada, el Pico Lezna o el Pico Pumar desde una perspectiva cercana.
Bonitos hayedos, robledales, brañas y una preciosa tejeda de tejos centenarios.
No tiene mas complicaciones que la subida "pindia" del Monte Casanzo. El resto, sendas y caminos despejados.
CAMPAMENTO ROMANO DE CASTRO NEGRO (Regiocantabrorum)
Nos encontramos ante un yacimiento cuyo potencial podría hacer tambalear la historia que conocemos de las Guerras Cántabras hasta el día de hoy. Una nueva vertiente de investigación que, independientemente de su gran valor científico, podría acercar el mito del Monte Vindió a una realidad cada vez más palpable. Estamos hablando, como no, del campamento romano de Castro Negro. Un enclave que ha permanecido miles de años "escondido" y que a principios de este año 2017 vio finalmente la luz a nivel nacional (e internacional). Un acuartelamiento a casi 2.000 metros de altitud, donde tal vez cambió la historia de Cantabria y aún no lo sabemos. Solo las investigaciones y el tiempo lo dirán. Tenga o no relación directa con el conocido sitio del Monte Vindió, donde Lucio Anneo Floro relataba en sus textos que los cántabros pensaban que "antes subirían las olas del océano que las armas romanas", no cabe duda de que estamos ante un recinto campamental romano CLAVE para el control del territorio entre Liébana y el Norte de Palencia. No obstante, sus dimensiones, su morfología y su cercanía a otro recinto encontrado en la misma campaña de prospección arqueológica (llamado Monte "Vistrió") dan lugar a dejar volar la imaginación con buena base.
El descubrimiento del mismo lo realizó Jose Angel Hierro Gárate en 2014 gracias a la fotografía satélite y a la documentación de vuelos aéreos existente, presentándose posteriormente en el ciclo "Las Guerras Astur Cántabras" celebrado en Gijón a finales de ese mismo año. Los primeros datos preliminares del mismo aparecerían en la publicación realizada a raíz de dicho encuentro arqueológico y que fue coordinador por Jorge Camino Mayor, Jesús Francisco Torres Martínez y Eduardo Peralta Labrador, siendo este último quien con un equipo multidisciplinar dirigiría las excavaciones arqueológicas desarrolladas entre Agosto y Octubre de 2016. Cabe destacar que no sin antes pasar por un viacrucis burocrático que no les permitía llegar al campamento porque, si bien tenían permiso de la Consejería de Cultura para realiza la investigación, el servicio de Montes no les dejaba acceder en todoterreno. Esto unido a que dicha campaña se financió casi en su totalidad por capital privado (no hubo prácticamente inversión por parte de la administración), hicieron que el proyecto arqueológico "Agger" no comenzase con buen pie este episodio de la historia.
Uno no puede dejar de pensar que, viendo el increíble interés social y científico que este descubrimiento suscita, pueda quedar de lado como ha ocurrido otras ocasiones. Se destinan miles y miles de € para sufragar estudios e investigaciones sobre arte rupestre, pero la historia más accesible y mejor interpretable de nuestra tierra perece en el olvido. Como siempre, parece que en Cantabria es más fácil vivir de hipótesis que invertir en certezas. Esperemos que esta maravilla no sea fruto del olvido que tras décadas han vivido increíbles yacimientos como la Espina del Gallego, Monte Cildá y otros enclaves relacionados con las Guerras Cántabras.
Castro Negro ocupa la cima y parte de las laderas del monte que le da nombre, en la sierra de Peña Prieta, si bien es cierto que esta elevación también recibe el topónimo de “Cohora”. Ubicado exactamente a 1.962 metros de altitud, controla el paso de montaña de los puertos de Riofrío que se encuentran a sus pies. Con todo, y al igual que ocurre con la estructura de Robadorio, estamos ante uno de los campamentos militares romanos más altos de Europa. En su totalidad ocupa alrededor de 10,5 hectáreas, dimensiones relevantes que nos dan a entender la importancia del mismo. Posee además elementos típicos de castramentación romana de entre mediados del siglo I a.C. y comienzos del III d.C., albergando sus estructura dos puertas en clavícula interna.
Respecto a la intervención arqueológica realizada en 2016, cabe destacar que tuvieron que ver con la documentación topográfica de la zona y con la prospección electromagnética y visual del entorno, impidiendo esto poder dedicar un periodo más largo a realizar una cata o excavación como tal. No olvidemos que esta labor, además de ardua por el nivel de erosión de las estructuras, es de vital importancia para obtener información relevante. De todos, los resultados obtenidos fueron excelentes, recuperándose numerosas piezas metálicas relacionadas con equipamiento militar romano y con objetos cotidianos en un campamento: clavos de caligae, regatones, un proyectil de catapulta, algunas herramientas y una moneda con ceca de Calagurris (actual Calahorra) del año 28 a.C. El momento de acuñación de la misma encaja perfectamente con la cronología del asentamiento, justo antes de la gran campaña liderada por Augusto y que fue el final de la resistencia de los cántabros y astures.
Los próximos años nos desvelarán realmente que ocurrió en Castro Negro, eso siempre que la Consejería de Cultura y el Gobierno de Cantabria inviertan en su estudio. Sería una auténtica pena que estuviésemos a las puertas de conocer como fue el final de un conflicto que hizo que el mismísimo emperador de Roma viniese personalmente a nuestras tierras a liderarlo.
AVISO: Las ruta descrita así como el track y waypoints los he descargado de mi GPS después de hacerla personalmente. Aún así, debéis de considerarlos meramente orientativos. Los tracks no marcan siempre el itinerario exacto, por tanto pueden contener errores, esto es debido a que durante la grabación por GPS la recepción de los satélites puede ser débil especialmente en zonas de barrancos, desfiladeros profundos, zonas de bosque espeso, etc. Queda a la responsabilidad de quien las realice, las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán de las CONDICIONES climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física del que las realice.
Siempre recomiendo ir acompañado al monte, dejando aviso a un conocido o familiar de nuestro itinerario y tiempos previstos, llevar el teléfono con carga suficiente, agua, comida y abrigo adecuado a la época y recorrido a realizar.
Deja todo como estaba o mejor para que todos podamos seguir disfrutándolo y que las únicas huellas de tu paso sean las de tus botas
Waypoints
Comments (3)
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RECORRIDO MUY COMPLETO. HAYEDOS, ROBLEDALES, BRAÑAS E HISTORIA DE CANTABRIA
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Una ruta maravillosa con paisajes espectaculares. Hemos tenido la suerte de que el camino hasta los tejos hace poco que lo han debido limpiar y se sube sin dificultad.
Muchas gracias por compartirla. Hemos disfrutado un montón
Me alegro. Saludos