Los tres búnkeres del Puerto de La cadena (Murcia)

Aunque cada vez más conocida, aún queda gente que desconoce la existencia de la red defensiva de El valle-Carrascoy, compuesta por una gran red de trincheras y algunos búnkeres o casamatas; red que fue construida en las postrimerías de la guerra civil por el gobierno republicano, ante la amenaza que suponía el avance de las fuerzas franquistas y la necesidad de defender la importantísima base naval de Cartagena. Esta zona defensiva no fue la única que se construyó, ya que el arco se extendía por gran parte de la región murciana y parte de la alicantina, pero ésa es otra historia.
En la web se puede encontrar alguna información sobre el asunto, a pesar de que se siguen echando en falta datos más ajustados y esclarecedores, especialmente de esta zona tan cercana a Murcia capital. Dicha información es pobre y repetitiva, a excepción del trabajo realizado por los arquitectos Fernández Guirao y Antonie Tombergs, y esbozos virtuales (mejor consíguelo en papel) del librazo - en todos los sentidos- "La Artillería en la Defensa de Cartagena y su Base Naval. Desde sus orígenes al Plan Vickers de 1926", del arqueólogo y militar Federico Santaella.
Los planes modernos y globales de defensa (marítima y terrestre) de la base de Cartagena vienen de lejos, de principios del siglo XX, pero no es hasta 1926, durante la "dictablanda" del general Primo de Rivera, que se inician en serio; eso sí, dando absoluta prioridad a los posibles ataques de potencias extranjeras desde el mar, motivo por el que tenemos en nuestra costa tantos y tantos rincones fantásticos para hacer a la vez senderismo deportivo y cultural.
Nadie podía imaginar por entonces que habría que tener en cuenta la defensa terrestre para defender la base de una España contra la otra (snif), motivo por el que no se hizo nada en ese sentido hasta bien avanzada la guerra civil. La falta de medios de la República y la cercanía del final de la guerra, hizo posible que no se terminara todo el arco defensivo, hecho que también afectó a La cadena, como veremos luego.

A nivel más "terráqueo", tenemos el gran trabajo de campo de un aficionado y gran usuario de Wikiloc, ISIDOROMF; así como Pedro Moñino, Anthercas y algún otro que no recuerdo ahora, lo siento. De alguna forma y dedicado a todos ellos (y aunque conocen mejor que nadie todo lo que se puede ver en esta ruta) quería encontrar la forma de hacer una ruta que enlazara los tres búnkeres para así poder visitarlos del tirón, ruta que no he visto que nadia haya publicado a día de hoy en Wikiloc. Obvio la ruta "trincheril" completa (que algo tocamos aquí) porque me consta que Isidoro y Pedro andan en ello. Saludos a ambos.

Aviso de que cualquier comentario histórico de los que hago durante la descripción es un batiburrillo de mis lecturas (algunas, muy de fiar; otras, no tanto), de charlas con otros aficionados que hablaron con gente de la zona, y de algo de sentido común.
Antes de describir la ruta en sí, y si ya estabas algo metido en este tema, la pregunta clave es: ¿Cuántos búnkeres existen realmente y cuántos existieron o fueron proyectados?. Nadie sabe responder fielmente, hasta donde yo sé. Un amigo me dice que "sabe" que estaban proyectados cinco, pero sólo se construyeron tres (uno de ellos inconcluso en su cobertura exterior, como luego veremos). Otro amigo, por medio de una antigua guardesa de la zona, me dice que se construyeron cuatro. Lo cierto es que no sé de nadie que conozca existentes hoy más de tres, que son los que podemos ver en esta ruta. Y lo cierto también es que la zona ha sufrido grandes cambios desde el fin de la guerra civil; el primero de ellos, la repoblación forestal (os esperan grandes sorpresas con las trincheras que están redescubriendo Isidoro y compañía, en zonas cuasi vírgenes de El valle); y el segundo, los mastodónticos movimientos de tierras de la autovía Murcia-Cartagena, unido a la construcciones particulares en las cercanías de los búnkeres que conocemos. De hecho, no podremos acceder a uno de ellos porque se encuentra vallado dentro de un terreno particular (¡), me dicen que haciendo las funciones de bodega (¡).
¿Es posible que todos estos cambios hayan hecho desaparecer -trincheras, sabemos fehacientemente que sí- elementos de esta línea defensiva?. Me huele que algo más de los que nos tememos puede haberse volatilizado, aunque el tiempo dirá. La última barbaridad ha ocurrido hace poco, como comunicó el wikiloquero y amigo TRANSITIVE y ahora recordaremos. En fin.

Iniciamos la ruta en cualquier punto de las casas del Portazgo, donde se puede dejar cómodamente el coche. Enfrente justo de donde yo lo dejé, y al otro lado de la autovía, ya se puede observar el búnker medio (a partir de ahora los llamaré bajo, medio y alto, en función de la altura a la que están situados por la subida del puerto, porque me parece lo más claro de entender). Para aprovechar la relativamente poco conocida -en su tramo descendente desde aquí- y bonita rambla del Puerto la tomamos en descenso hacia el Palmar. Pasamos bajo la antigua carretera hacia la venta de La Paloma y la retomamos un poco más abajo, ya frente al búnker bajo. Como dije anteriormente, está en propiedad privada, tras una alambrada, así que hay que conformarse con lo que dé el objetivo de tu cámara. Atención, hay que transitar un rato por la carretera, de nuevo hacia arriba. No hay mucha circulación y hay buen arcén, pero hay que tener cuidado.
Antes de llegar, ahora por asfalto, a donde dejamos el coche, podríamos hacer una "anchoa" y hacer la ruta más circular, yéndonos al otro lado de la autovía y saltando la alambrada de una finca particular, llegando así al búnker medio por las ruinas de Juan Melgarejo (ambos waypoints en el track). Yo había pasado varias veces por esa alambrada, la cual, al estar vencida, daba cierta "impunidad" para saltarla, pero ahora está claramente remendada. Sigue siendo fácilmente salvable pero yo me niego a proponer eso, así que mi visita al búnker medio implica una pequeña vuelta atrás posterior llegado a él.
Lo dicho, llegamos al castillo del Portazgo inferior y pasamos por debajo de la autovía para llegar al Portazgo superior y , por ende, rápidamente al búnker medio. Por cierto, no sé si por las cada vez más frecuentes visitas o por algún buen samaritano, tiene las entradas laterales más limpias y accesibles que nunca. En este punto, hay que recordar que, si hubiéramos hecho el atajo-"anchoa" que comenté antes, hubiéramos llegado ya a este búnker, redondeando más la ruta y evitando la "asfaltada" hasta el portazgo, pero creo que no está bien promover por aquí irrumpir en una propiedad privada. Allá cada cual.

Vuelta atrás y almuerzo al solecico en el Portazgo superior, cara al Castillo de la asomada (¡qué gozada!) y adivinando el ascenso al búnker alto (absolutamente invisible entre la pinada). Además, parada con sorpresa incluida al encontrarme ahí mismo con un antiguo amiguete, también en solitario, que me acompañó hasta el final de la ruta (Muchas gracias, J.E, espero que la disfrutaras).
Volvemos a pasar bajo la autopista y ascendemos por pista primero y senda después buscando el cortafuegos cercano y transversalmente llegando al búnker alto (mis disculpas porque la antena de mi GPS va fatal y ahí la tirada a mano no es muy exacta, pero in situ no vais a tener problemas). En este búnker -seguramente el menos conocido- nos encontraremos con dos particularidades. Veremos que no está terminado porque lo que asemejan abrevaderos frontales no son tales, sino los soportes sobre los que se hubieran colocado los piedras del terreno, perfectamente encajadas, y la capa de tierra superior para dejarlo perfectamente camuflado, cosa que sí ocurre con sus otros dos "compañeros". Además, en su parte posterior y separado un metro y poco de la estructura de hormigón, se observa algo así como el techo de otra construcción accesoria. No sé si podría ser almacén, refugio de tropa, aljibe o qué sé yo. Estos tres búnkeres son gemelos, pero los estudios hablan de pequeñas diferencias en las instalaciones accesorias a ellos y a la red de trincheras. Por cierto, a ambos lados de esta casamata se encuentra la mayor línea continua de trinchera que se conoce hasta el momento en la zona, si no me corrige Isidoro. Lo que hasta ahora sólo era tristeza por el estado de abandono en el que se encuentra todo este entramado del Valle, pasa a indignación cuando descubrimos que las recientes obras de limpieza del cortafuegos han destruido total e innecesariamente varias decenas de metros de trinchera. Si ha sido por ignorancia, dice mucho malo de nosotros; si ha sido a sabiendas, dice lo peor.
Tras disfrutar de la construcción, y cabrearse por el atentado cultural, seguimos y bajamos por el segundo cortafuegos (con una pendiente brutal, por lo que no recomiendo hacer la ruta en sentido contrario), llegando de nuevo a la rambla del puerto, a escasos metros ya del coche.

Una ruta no muy larga, jugosa y que puede llevar apenas media mañana. Sin dificultad técnica, pero quizás mejor no hacerla con niños pequeños. Recomendable calzado que agarre y bastones.

Más comentarios en las fotos, como siempre.

Va por ustedes, a disfrutarla.