Los tres grandes del Gorbea

Esta es una ruta imperial, pues pasa por los tres montes más altos del macizo del Gorbea: Lekanda, Gorbea y Aldamin. Vamos casi siempre por trayectos alternativos a los caminos populares, a veces por sitios muy salvajes pero siempre senderistas.

Apenas pisamos la pista que sale de Pagomakurre porque enseguida nos desviamos por sendas de ganado para subir derecho a Lekanda. A la bajada, parecido. Son caminos a medio desbrozar, con tremedales y con barro cuando llueve, pero que se pasan relativamente bien y esconden rincones muy bellos, por lo que merece la pena aventurarse.

De Lekanda bajamos por el camino bueno, evitando el lapiaz y buscando el máximo de hierba.

Salimos a las campas de Arraba por el paso de Igalerantz (o Arrabatxuko atea) , que es muy cómodo.

En las campas de Arraba pisamos los juncos de los arroyos que van al sumidero de Kargaleku. Con un poco de equilibrio, ni nos manchamos. Hay pasos alternativos más sencillos a la vista.

Luego cogemos el cordal de Aldape para tener la panorámica de la cuenca del Baias en el lado alavés.

Atravesamos el bosque de Egiriñao y subimos por la normal al Gorbea. El bosque es pequeñito pero fantástico, como se puede apreciar en las fotos de Mimadeo . Yo he colado alguna en el waypoint del Cordal. ¡Pero ni comparación!

Después vamos al Aldamin y lo descendemos por el laberinto de rocas de su arista oeste. Desde abajo parece inaccesible pero, como todo el trayecto, es senderista. Nosotros hemos ido explorando pasajes misteriosos, sin intentar descender por lo más corto. Hay muchas combinaciones para salir de allí andando, basta con no ponerse nervioso si no se encuentra a la primera.

Luego hemos comido en el refugio que, francamente, está muy bien atendido ahora.

Hemos continuado, evitando de nuevo la pista, por las rocas hasta tener las vistas del valle de Arratia.

Por último, y de nuevo huyendo de la pista, hemos descendido por las cornisas de Lekanda, que es un paraje espectacular.