L@Tr@nsOlmedill@

La Olmedilla esa modesta montaña de impresionantes vistas, separa dos de los paisajes del agua mas interesantes de la comarca: Fuennarices y la Cascada de la Hiedra en el barranco del Lobo y el cañón que forma el río Alcalá en la Cañada Luenga. En esta ruta los uniremos primero cruzando por el vértice geodésico y regresaremos rodeando por el camino de la Tormeda las canteras de la Olmedilla y de la Nava.
Salimos de la parte alta del Puerto de la Muela o del Cerrito Agudo, donde hay un camino con cadena, en la carretera de Alcalá de la Selva a Cabra de Mora.
Comenzamos subiendo monte a través al Cerrito Agudo, que tiene unas grandes vistas hacia el sur, el cañón del río Alcalá y las Canteras de la Nava.
Bajamos cerca de la cresta para salir al camino que seguiremos hasta que se acaba en un rellano. Continuamos bajando monte a través con gran pendiente pero por bosque muy limpio, solo tapizado de abundante pinocha.
Llegamos al PR TE 26 que tomamos a la izquierda para seguir bajando por el barranco Malo hasta el desvio de la Fuente del Julianico.
Aquí vamos por una senda que se acerca al río y lo remonta hasta la palanca en el camino de la Tormeda.
Cruzamos el puente y seguimos el camino junto al Regajo de la Nava, hasta enlazar nuevamente con el PR TE 26, para subir a la Nava por la senda del Carboncillo.
Al llegar a la Nava conectamos con el GR 8 que seguimos hasta poco después de una cabaña. En una curva del sendero nos desviamos por un incipiente barranco para subir a un collado. En este tramo hay una banda de canteras que hay que sortear con una pequeña trepada.
Enfrente tenemos el collado del Olmedilla por donde subiremos. Seguimos hasta el camino y aquí tomamos un arrastradero de troncos que llega casi hasta el Varizal de Picharque ya en el camino de los Palancares. El único problema es la fuerte pendiente.
Una vez arriba seguimos por el cortafuegos hacia la derecha. Solo nos queda un sencillo paseo hasta el vértice geodésico de la Olmedilla.
Después de admirar las magníficas vistas vamos al siguiente collado donde tomamos un barranco hacia la izquierda que nos irá bajando poco a poco hasta el barranco de los Arcos..
Tras pasar por el magnífico Arco de Piedra desembocamos en el barranco del Lobo por donde llegaremos a la caudalosa Fuennarices. Seguimos las señales del sendero local hasta la Cascada de la Hiedra.
Tras refrescarnos seguiremos la senda junto al barranco hasta la zona de la Masía de la Casica.
Aquí están colocando una alambrada alrededor de los campos y aunque el camino no estaba cortado rodeamos el vallado por fuera; ante la posibilidad de que esté cerrado por el otro lado.
Cuando llegamos a la parte alta del vallado seguimos monte a través con la ayuda imprescindible del GPS, para cruzar un bosque de carrascas y sabinas. Vamos en búsqueda del camino que nos acercará hasta el GR 8. En este tramo vamos bordeando las canteras de la Peña Ramiro.
Visitaremos la Torre y la Masía de la Olmedilla en esta hoya cultivada.
Seguimos por antiguas terrazas paralelos a una pared de piedra para bajar al camino de la Tormeda.
Tras pasar junto a la Masía, seguiremos el camino hasta enlazar con el PR TE 26. Es un largo tramo de camino con toboganes recorriendo el bosque. Antes de alcanzar el PR el camino atraviesa un frondoso pinar, resultado de la repoblación que se realizó cuando se abandonaron los cultivos del Masico del Castillico. Estos habían sustituido al sabinar adehesado que había sido utilizado como pasto desde la Edad Media hasta comienzos de la Moderna. Rodearemos las omnipresentes Canteras de la Nava.
Tomaremos el PR hacía el cañón del río Alcalá. Pasaremos por el magnífico mirador del Castillico antes de bajar al río.
Recorremos su ribera en un relajado y tranquilo paseo, solo sobrecogidos por los restos de los derrumbes que han caído sobre el río y los grandes pinos que sujetan las rocas que se han desplomado.
El PR TE 26 abandona la compañía del río para remontar el barranco Malo. Cuando el sendero hace una curva para salir a la carretera, continuamos recto por el barranco. Poco después seguimos por el barranco de la izquierda que nos llevará hasta el vehículo. El barranco está limpio y la pendiente no es excesiva, pero se hace pesada después de toda la ruta.
La dificultad del recorrido se debe a los tramos realizados monte a través y las pendientes salvadas tanto en subida como en bajada.
La ruta también se puede iniciar desde la carretera de Mora de Rubielos a Alcalá de la Selva, por la entrada a Fuennarices y la Hiedra.