Luzón - Veracruz - Peña del Águila

Sábado de Carnavales que hemos aprovechado para hacer una ruta de senderismo por la mañana para subir hasta la cota más alta del entorno: La Peña del Águila, previo paso por la cima de la Veracruz.

Muy bonito pueblo este de Luzón, en la provincia de Guadalajara. Nada más iniciar la ruta paseamos por sus calles estrechadas por sus bonitas casas de piedra, disfrutamos de su arquitectura civil y religiosa, así como de su exposición de esculturas al aire libre (al respecto de este sendero con esculturas, nosotros no subimos hasta “los Huevos”, nos quedamos a los pies del pequeño montículo donde están levantados. Es fácil subir siguiendo el sendero y con precaución según se asciende).

Ya en plena caminata salimos del pueblo por un ancho camino para buscar el camino que lleva a los pozos, que nos va a llevar hasta la cima de Veracruz en constante pero sencilla subida.

Estamos en la Sierra del Solorio que forma parte del sistema Ibérico.

Pocos metros después de comenzar el camino del Solario nos encontramos con un cruce que a la izquierda nos llevaria a los pozos, pero para subir hasta Veracruz debemos seguir rectos. A partir de este cruce, y tal y cómo se indica en el hito correspondiente de este track, el camino se hace difuso y desaparece, pero siguiendo el track no hay pérdida para llegar a la cima; simplemente se debe ir con cuidado porque se anda por pinar y robledal fuera de senda.

Ya en la cima de Veracruz, tanto para ir a la Peña del Aguila, como para volver al pueblo, se anda siempre por anchos y buenos caminos.

Merece la pena subir a estas dos cimas porque las vistas son infinitamente gratificantes. Además, el entorno en el que estamos y los caminos por los que andamos nos recuerdan a cada instante que estaban cubiertos tiempo atrás por un inmenso mar; así lo atesoran la infinidad de cantos rodados que nos encontramos en toda la ruta, y cómo estos afloran por debajo de la capa superficial del suelo.

No hay que perderse como el horizonte nos presenta y nos sorprenden con caprichosas formaciones rocasas cuyas siluetas estilizan el colorido paisaje que encontramos a nuestro alrededor.

/~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~/

Las botargas y los diablos de Luzón son celebrasciones ancestrales de origen pagano relacionadas con la naturaleza y las cosechas.

En el museo de las Tradiciones de Luzón hay una leyenda que reza así: «Una vez al año, los diablos abandonan el vientre de la Madre Tierra a través de una grieta que nadie conoce.

Un estruendo de cencerros anuncia a vecinos y forasteros la llegada de los portadores de un misterio ancestral. Una mezcla negruza marca el rostro de los que se dejan atrapar. Otros, corriendo despavoridos por las callejuelas, van a taparse con mascaritas que vagan sin dirección, sin expresión alguna, portadoras quizás de un secreto mudo».

Así, esta pequeña localidad en la Alcarria presume de alumbrar el carnaval más intenso y oscuro de toda la región: los diablos y mascaritas de Luzón.