MACHAOS – VIESCA Y CALDERONES DE PIEDRASECHA AVENTURASLYA

Este recorrido, lo hicimos completamente cubiertos de niebla. En estas condiciones, y en un entorno totalmente desconocido, nos guiamos al 100x100 de la ruta preparada en casa por nosotros y que llevábamos en el GPS. Es cuestión de confianza en este sistema. Nunca nos ha fallado. No hay que agobiarse por la falta de visibilidad. Por otra parte, atravesamos la Foz de los Calderones con la roca muy mojada y resbaladiza.
Con todo esto, volvemos a recalcar que la dificultad, depende de muchos factores. Y en esta ocasión, las condiciones meteorológicas determinan una mayor complejidad. En un día despejado, con terreno seco, esta ruta es FÁCIL

Siguiendo nuestra “técnica” de “Desde una montaña , buscar la siguiente”, volvemos a la zona centro norte de León. De la ruta de Mirantes, salió esta.
Piedrasecha, va a ser nuestro punto de partida en esta ocasión. Digamos que está medio camino entre la Robla y la Magdalena. Nos encontramos en el municipio de Carrocera . El recorrido de hoy, no va a ser largo ni duro. Estará condicionado por la escasa visibilidad que vamos a tener. La duración del día en estas jornadas, nos condiciona a una ruta algo más corta.
No conocemos absolutamente nada de esta zona. Las cumbres no llegan a los 2000 metros.
Así que estacionamos a la entrada del pueblo, cerca de la iglesia. El recorrido circular, nos llevará rumbo Este. Justo delante del “castillo”, nos vamos a la izquierda. Seguimos por la calle Real, siempre girando a esa misma mano. Entramos en una pista que nos lleva al valle de Villar. No haremos una descripción muy detallada, pues no vimos mas allá de los 30 metros. Cruzamos una portilla y seguimos mismo rumbo. Poco mas adelante, se nos presentan 4 opciones. De las dos que siguen de frente, nos metemos por la de la izquierda. Entramos ahora en una calzada de tierra bastante deteriorada por el paso del agua. Vamos caminando entre robles. Cruzamos la campera de La Tacha. Volvemos al robledal por un camino. En los Calabones, cuando llevamos 3 kilómetros recorridos, salimos a terreno abierto. Por un sendero con abundantes jitos, vamos cogiendo altura. Pasamos el Palo antes de llegar a la cima de Los Machaos. Lo que mas nos llamó la atención de este lugar, fueron las trincheras. Se conservan perfectamente. Están hechas con piedra de la zona. También hay parapetos y puestos de tirador. De lo que se ve, no contaremos nada, pues nada vimos.
Seguimos hacia el norte. Pasamos un collado y sin mucho esfuerzo, llegamos a la Viesca, punto mas elevado de la jornada.
Siguiendo nuestra costumbre de hacer recorridos circulares, el descenso lo hacemos por la ladera opuesta a la de ascenso.
Próximos al kilómetro 6, hay que pasar a la cara norte. Aquí, nos costó un poco encontrar el paso. Al no ver nada, todas las asomadas que hacíamos eran por cortados. Próximos a una gran roca, dimos con el camino. Este es el tramo de descenso más inclinado. De ahí, llegamos a una zona de monte. Nunca hemos de entrar en la maleza. Hay un sendero que recorre la zona, justo entre lo limpio y los arbustos. Tras otro kilómetro, cruzamos el arroyo de Los Calderones. Y llegamos a una pista. En el primer cruce que nos encontramos, la abandonamos para entrar en una calzada que va rumbo sur. Por ella, llegamos a Santas Martas donde hay un pequeño refugio. Vemos un cartel indicando el Camino olvidado de Santiago. Por ese recorrido, pegados al arroyo de los Calderones, seguimos bajando. Pronto nos metemos en la Foz de los Calderones. Seguramente sea el paso entre rocas mas espectacular que hemos recorrido en nuestros 25 años como montañeros. Quizás fuese la intensa niebla que dejaba ver de vez en cuando los bordes del cañón, el ambiente de humedad, la escasa luz.. Es un terreno que hay que recorrer con cuidado si está mojado ya que es resbaladizo. Pero como decimos, nos gustó mucho. A la salida, vimos unas escaleras. Por ellas subimos hasta una ermita natural. Está en una oquedad con “claraboyas” naturales. Allí hay una imagen de la Virgen del Manadero.
Volvimos a bajar por las escaleras. Y ya sin dificultad, seguimos un par de kilómetros mas hasta regresar de nuevo a Piedrasecha.
No vimos nada, pero nos salió un recorrido muy guapo. Y volveremos a la zona para poder contemplar los Calderones. Seguro que merecen mucho la pena.
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