Macisvenda - El Tollé - Río Chícamo - Macisvenda (Circular 11 km) por Gt Cumbres

DISTANCIA: 11,00 KM. DESNIVEL ACUMULADO: 230 MTS.; ALTITUD MÍNIMA: 232 MTS.; ALTITUD MÁXIMA: 396 MTS.

Esta ruta recorre las dos partes más interesantes del río Chícamo, con la ventaja de ser circular y de salir desde una población.
Es muy fácil, pero requiere llevar un calzado para agua porque dentro del estrecho de Cager, hay que ir andando de poza en poza y puede haber en el fondo piedras, restos de cañas, etc.
Se puede hacer en cualquier época del año, pero en verano el calor puede ser asfixiante en el cauce del río. Siempre tenemos la opción de refrescarnos con el agua, porque de sus 11 km. más de la mitad se hacen con el curso de agua al lado. Cuando la hicimos nosotros, en marzo de 2.019, llevaba casi dos meses sin llover y el caudal era apreciable, por lo que siempre encontraremos agua en este tramo del río.
Se inicia la ruta desde el casco urbano de Macisvenda, tomando durante unos 300 metros la carretera asfaltada que va a Abanilla desde esta población, pero la bajada hacia el Tollé la haremos por el camino del Cantón, pista ancha de tierra que sale a la derecha en sentido descendente, y que va más o menos en paralelo a la citada carretera, hasta que ambas confluyen, en la pedanía de El Tollé.
En el punto en el que ambas confluyen, andamos por la carretera 100 metros para girar por un camino asfaltado a la izquierda justo en el punto en el que se unen las pedanías del El Tollé y el Partidor. Recorremos unos 280 metros por este camino para girar a la derecha por un camino de tierra del que inmediatamente sale a la izquierda otro que desciende con fuerte pendiente hasta el cauce del río Chícamo, en una zona de pinos en la que el río se canaliza por acequias. Estamos en el km. 3,700 del recorrido.
Desde este punto, y durante los siguientes 3 kilómetros iremos por el fondo del cauce río arriba, por un hermoso paisaje típico de lo que se conoce como la "Palestina murciana": paredes de tierra con formas provocadas por la erosión, palmeras, casas cuevas, cañaverales y siempre el río, que cruzaremos varias veces, corriendo a nuestro lado.
En el kilómetro 6,780 llegamos a la pedanía de La Umbría, situada dentro del cauce, y en ese punto cruzamos el camino asfaltado que viene de dicha pedanía, para girar a la izquierda siguiendo la orilla izquierda del río.
A los pocos metros lo cruzamos para pasar a su orilla derecha, y poco a poco las paredes del cauce se irán estrechando para llevarnos en el km. 7,500 aproximadamente al estrecho de Cager, la parte más bonita de la ruta. Son unos 300 metros de pozas y pequeñas cascadas con altas paredes de roca a nuestro lado, que debemos pasar por dentro del cauce para lo que es recomendable llevar el calzado de agua.
Pasado este tramo, durante el siguiente kilómetro seguiremos por la orilla del río, unas veces a la izquierda y otras a la derecha, por un bonito paisaje cerrado de cañaverales y bosque, que nos llevará finalmente hasta el Molino Harinero del Chícamo, convertido en Centro de Interpretación por el Ayuntamiento de Abanilla.
Siguiendo la dirección que llevamos, a los 150 metros sale a la izquierda un camino de tierra que de momento dejamos pasar porque seguimos unos 100 metros más para ver la charca donde se cría para su conservación un pez endémico de algunas zonas mediterráneas en peligro de extinción: el fartet.
Volvemos atrás al cruce mencionado para coger el camino de tierra que nos llevará bordeando una cantera de arcilla, hasta la carretera de Abanilla a Macisvenda donde hemos iniciado el recorrido.