Madrid de las Caderechas: alto de Los Castillos y ermita Santa Marina

NOTA: recientemente hemos hecho dos rutas por este valle: una que sale de Rucandio y esta. Y desde nuestro punto de vista es mucho más interesante este recorrido por las siguientes razones:
1. La que sale de Rucandio transcurre en un buen tramo por la carretera (asfalto), mientras que esta va siempre por caminos carreteros y senderos.
2. La aproximación al Portillo del Infierno para acceder al cortafuegos desde la cima de Los Castillos, en la de Rucandio, hay que hacerla pegados al risco pero no hay sendero reconocible y la vegetación es tan tupida que no es fácil avanzar, mientras que en esta siempre se va por senderos, si se intenta no perderlos, y por caminos carreteros.
3. El descenso por el cortafuegos de la de Rucandio no es peligroso pero sí incómodo por la fuerte pendiente que tiene.

Este es un recorrido para apreciar en toda su magnitud y belleza el recóndito valle de las Caderechas perteneciente a la Burgalesa comarca de la Bureba. Iniciamos nuestra caminata en Madrid de las Caderechas, subimos hasta la Iglesia del pueblo y desde ella nos dirigimos a Huéspeda por un agradable camino carretero que transcurre entre fincas de cerezos y bosque. Desde este pueblo ascendemos suavemente hacia el páramo y el alto de Los Castillos por una pista desde la que ya podemos ir apreciando todo el circo del elevado páramo que rodea y cierra el valle. Esta situación le proporciona un microclima que favorece los cultivos de frutales, principalmente manzanos y cerezos. Y con las excepciones de las pequeñas parcelas dedicadas a estos cultivos todo el resto está cubierto de un denso y tupido bosque de pinos, encinas y robles, principalmente, con una abundante fauna de jabalíes, corzos y ardillas. Ya en el páramo es llamativa en primavera y principios del verano la variedad y abundancia de flores.
Nuestro recorrido a partir de ahora transcurre por senderos que conviene seguir con atención porque no son muy evidentes y fuera de ellos se avanza con mayor dificultad por la abundante vegetación de monte bajo, y así llegamos al alto de Los Castillos desde el que contemplamos el magnífico paisaje del valle y las montañas de los alrededores. Es especialmente llamativa la Mesa de Oña en el este y también se pueden apreciar en la lejanía los molinos de la Lora y la Peña Amaya y Peña Castro en el suroeste. Desde el alto volvemos por el mismo sendero para continuar hacia la ermita de Santa Marina y el alto Mangón. Avanzamos en suave subida por el sendero que va cercano al risco y desde el que seguimos disfrutando de unas estupendas vistas del valle. Y llegamos a la diminuta ermita situada al borde del risco y encima del pueblo de Huéspeda para continuar hacia el alto Mangón. Por esta parte empezamos a encontrarnos con zonas con bosque de bojes, además de encinas y pinos. Recientemente han reforestado algunas partes con más pinos y encinas que se ven diminutos y verdes en sus agujeros. Y llegados a las inmediaciones del alto Mangón iniciamos el descenso, que se hace muy pronunciado desde el portillo Condado o de Madrid y transcurre por un bonito sendero a través del bosque y que finalmente nos acerca al pueblo.
En definitiva, ruta altamente recomendable, técnicamente fácil y muy gozosa.